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jueves, 23 de agosto de 2012

A PIE VAN MIS SUSPIROS


Kees van Dongen

A pié van mis suspiros
camino de mi bien.
Antes de que ellos lleguen
yo llegaré.
Mi corazón con alas
mis suspiros a pié.
Abierta ten la puerta
y abierta el alma ten.
Antes de que ellos lleguen
yo llegaré.
Mi corazón con alas
mis suspiros a pié.

Antonio Gala

UNA HUELGA DE OJOS, MANOS Y BESOS


Nicoletta Tomas


Quiero una huelga donde vayamos todos.
Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.

Quiero una huelga
de obreros de palomas
de choferes de flores
de técnicos de niños
de médicos de mujeres.

Quiero una huelga grande,
que hasta el amor alcance.
Una huelga donde todo se detenga,
el reloj las fábricas
el plantel los colegios
el bus los hospitales
la carretera los puertos.

Una huelga de ojos, de manos y de besos.
Una huelga donde respirar no sea permitido,
una huelga donde nazca el silencio
para oír los pasos del tirano que se marcha.

Gioconda Belli



RECORDANDO A SACCO Y VANZETTI


Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti.
23 de Agosto de 1927
Inmigrantes, obreros y anarquistas italianos,

asesinados por los Estados Unidos mediante la silla eléctrica,
después de una farsa de juicio.






El 23 de agosto de 1927, los inmigrantes italianos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti fueron ejecutados en  la silla eléctrica en Massachusetts, Estados Unidos. 
Habían sido condenados por un robo a mano armada que nadie creyó que hubiesen cometido, pero el verdadero motivo fue su ideología anarquista. 


Manifestación de apoyo a Sacco & Vanzetti en Nueva York 


La ejecución provocó disturbios en Londres y Alemania. La Embajada de los Estados Unidos en París fue rodeada por manifestantes. Las palabras finales de Sacco fueron "¡Viva la anarquía!" y "Adiós, mia madre". Vanzetti, en sus últimos momentos, amablemente agradeció a los guardas con un apretón de manos por su amable trato, leyó una declaración proclamando su inocencia y finalmente dijo, "Deseo perdonar a algunas personas por lo que me están haciendo ahora a mi". 

No recuerdo exactamente qué autoridad (creo que el gobernador del Estado de Massachussets) dijo en una conversación particular, evocada más tarde por su interlocutor: "No sé si ese par de italianos anarquistas cometieron o no el crimen por el que han sido condenados. Lo que sé es que, en todo caso, se merecen la horca".

"No hubo, pues, ningún error. El establishment norteamericano de la época quería castigar de manera ejemplar a los anarco-sindicalistas, fuertemente organizados, y se sirvió para ello de Sacco y de Vanzetti"


Hoy, 23 de agosto les recordamos y para ello escucharemos la balada que les cantó Joan Baez: