salvo el tiempo:
irrepetible
música que resuena,
ya extinguida,
en un corazón hueco, abandonado,
que alguien toma un momento,
escucha
y tira..". (A. González)
Alfred Kubin |
Autobservación, 1900 |
El espanto, 1901 |
La ciencia, 1901 |
Nuestra madre de todos, la tierra 1902 |
El paseo, 1904 |
La mujer, 1902 |
La guerra, 1902 |
Salto mortal, 1902 |
El gobierno, 1901 |
Alfred Kubin.(1877-1959). Ilustrador y escritor austriaco, uno de los grandes dibujantes del siglo XX, precursor del surrealismo. Amigo de Kafka, gran ilustrador de Poe y Hoffman y prolífico escritor, el artista vienés fue uno de los más brillantes dibujantes de su tiempo. Vivió una existencia de retiro y sufrimiento y fue considerado el gran inspirador del cine expresionista de Murnau.
A pesar de la naturaleza explícita y violenta de su trabajo, Kubin encontró el éxito de crítica y público. Su obra fue admirada por artistas como Paul Klee y Franz Marc, quien lo invitó a unirse al colectivo Der Blaue Reiter, cuna del expresionismo.
Pese a su debilidad, Kubin superó las dos guerras mundiales. En la primera llegó a combatir, aunque fue dado de baja tras una crisis nerviosa. La segunda la vivió en el encierro de su castillo. Los nazis le consideraban un artista degenerado y prefirió no asomar la cabeza.
Además de miles de dibujos a pluma, basados en los temas del erotismo, la pesadilla y la muerte, que a menudo rayan en lo visionario, Kubin creó una extensa obra como ilustrador. Iluminó más de 70 libros de autores como E. T. A. Hoffmann, Edgar Allan Poe, Fiódor Dostoievski, Gérard de Nerval y August Strindberg.
Su estilo es una mezcla de elementos oníricos, fantásticos, tenebrosos y propios de alucinaciones cercanas al terror, delatan la personalidad de un autor inconfundible y retorcido entre tinieblas.
Pesadillas basadas en una amalgama de arañas, demonios, murciélagos atacantes, cadáveres, monstruos o el erotismo y la figura de la mujer como elemento central de sus pensamientos, completan el abanico temático de su producción.
La de un hombre, en definitiva, angustiado e inmenso en su tremenda excepción.
Escribió solo un libro, "La otra Parte". Todo tiempo de progreso técnico tiene como es sabido su reverso, su inquietante carga de horror y de presentido apocalípsis, lo que sucede en nuestra era nuclear y sucedió también hace cien años, de lo que se nutrió la obra literaria y pictórica de este autor que vivió los preliminares de aquella Gran Guerra en la que se puso en práctica por primera vez un ensayo de exterminio humano.
Ilustración hecha por Kubin para el libro |
El momento del vuelo, 1902 |
Una mujer para todos, 1901 |
L'anarchie |
Margerite, 1938 |
Fuentes: