Respirar es un hábito.
La vida es un hábito o,
mejor dicho, una sucesión de hábitos,
ya que un individuo es una sucesión de individuos.
La peculiar riqueza de una obra como "Esperando a Godot" radica en que nos sitúa ante una gran variedad de perspectivas diferentes.
Abierta a interpretaciones filosóficas, religiosas y psicológicas es, por encima de todo, un gran poema sobre el tiempo, sobre la fugacidad y el misterio de la existencia, la paradoja del cambio y la estabilidad, la necesidad y el absurdo.
Es una obra perteneciente al Teatro del absurdo, escrita a finales de los años 40 y publicada en 1952.
La obra se divide en dos actos, y en ambos aparecen dos vagabundos llamados Vladimir y Estragon que esperan en vano junto a un camino a un tal Godot, con quien (quizás) tienen alguna cita. El público nunca llega a saber quién es Godot, o qué tipo de asunto han de tratar con él. En cada acto el cruel Pozzo y su esclavo Lucky (inglés: afortunado) aparecen, seguidos de un chico que hace llegar el mensaje a Vladimir y Estragon de que Godot no vendrá hoy pero mañana seguro que sí.
Esta trama que intencionalmente no tiene ningún hecho relevante y es altamente repetitiva, simboliza el tedio y la carencia de significado de la vida humana, lo cual es un tema recurrente del existencialismo.
Representación de la obra teatral |
Se presentó por primera vez en un pequeño teatro de París; poca gente asistió a las primeras representaciones. Un día, cansados de presenciar durante una hora intercambios de palabras sin pies ni cabeza y sin que nada en apariencia ocurriera en escena, algunos espectadores pasaron a las manos. El escándalo, recogido por la prensa, suscitó la curiosidad de los aficionados al teatro y terminó con el triunfo de la obra, que permaneció en cartelera durante más de un año. Desde entonces ha sido traducida en más de 50 idiomas, convirtiéndose en un clásico de teatro mundial.
Samuel Beckett, (Dublín, 1906/1989), poeta, novelista, crítico y destacado dramaturgo irlandés, uno de los representantes más importantes del llamado teatro del absurdo.
Aprovechando su estancia en Paris como profesor de inglés, estudió profundamente a Descartes y Dante, trabó amistad con James Joyce y escribió los primeros estudios críticos publicados en Paris en 1929.
De regreso a Dublin empezó a luchar contra una profunda depresión producto de su carácter solitario y sombrío. Renunció al trabajo y empezó a viajar por diferentes países europeos, dictando conferencias y dedicando gran parte del tiempo a la literatura. Durante la guerra se unió a la resistencia, y una vez terminada se radicó en Paris donde inició la etapa más prolífica de su carrera.
Después de una prolongada enfermedad, falleció en Paris en 1989
EL TEATRO DEL ABSURDO
El origen del movimiento se remonta a Camus y a Sartre, los filósofos y dramaturgos del existencialismo, que en el contexto de la Segunda Guerra Mundial esbozaron un cuadro desilusionado de un mundo destruido y desgarrado por conflictos e ideologías.
La Literatura del Absurdo da muestra de la filosofía llamada también del Absurdo de la cual Beckett es uno de los máximos representantes. Aunque más bien a Beckett se le relaciona con el Teatro del Absurdo, donde la tragedia y la comedia chocan en una ilustración triste de la condición humana y la absurdidad de la existencia.
El dramaturgo del absurdo viene a ser un investigador para el cual el orden, la libertad, la justicia, la "psicología" y el lenguaje no son más que una serie de sucesivas aproximaciones a una realidad ambigua y decepcionante. Este dramaturgo desmantelará el viejo universo cartesiano y su manifestación escénica.
"¿La esperanza?, un bribón, el más grande embustero,
hasta que la perdí, no supe de la felicidad.
Copiaré del infierno en la puerta del cielo:
dejad toda esperanza los que entráis.
hasta que la perdí, no supe de la felicidad.
Copiaré del infierno en la puerta del cielo:
dejad toda esperanza los que entráis.
*.- Os dejo la descarga del libro en pdf, traducido por Ana María Moix:
Fuentes: