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Lilith como mujer-serpiente, John Collier (1892)
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Si perseguimos a la víbora venenosa que nos ha mordido, lo único que conseguiremos será provocar que el veneno se extienda por todo nuestro cuerpo.
Es mucho mejor tomar medidas inmediatas para extraer el veneno.
EL MITO
El origen de Lilit parece hallarse en Lilitu y Ardat Lili, dos demonios femeninos mesopotámicos, relacionadas a su vez con el espíritu maligno Lilu. En los nombres de esta familia de demonios aparece la palabra lil, que significa "viento", "aire" o "espíritu".
Las leyendas sobre Lilith son realmente antiguas. En una versión de la épica de Gilgamesh, la diosa Ishtar (en Sumeria su nombre era Inanna) planta un sauce sagrado en su santuario, planificando utilizar la madera para construir un trono mágico. Pero cuando intenta talar el árbol, descubre en la base a una serpiente que no consigue hechizar, a un pájaro zu anidando en sus ramas y a la Doncella de la Oscuridad, Lilith, viviendo en el tronco. Cuando Gilgamesh mata a la serpiente, Lilith huye.
Este mito puede ser el origen de las representaciones gráficas de Lilith como una bella mujer desnuda que sostiene el anillo y la vara del poder, tiene alas y muestra patas de pájaro zu en lugar de pies.
Durante siglos, el personaje de Lilith ha sido usado desde los púlpitos como ejemplo moralizante de lo que podía suceder a una mujer en caso de no guardar sumisión ante su esposo. Afortunadamente, aunque no en todos los lugares ni culturas, las Liliths ya no están consideradas como demonios sino todo lo contrario y este mito ha quedado como un símbolo retrógado. Todavía existen muchos países en los que la suerte de las mujeres corre análoga a la de Lilith cuando se niegan a situarse bajo sus esposos.