"El mundo es grande y cabe
en esta ventana sobre el mar.
El mar es grande y cabe
en la cama y en el colchón de amar.
El amor es grande y cabe
en el breve espacio de besar"
El mar es grande y cabe
en la cama y en el colchón de amar.
El amor es grande y cabe
en el breve espacio de besar"
* Congreso internacional del miedo
Por el momento no cantaremos el amor,
que se refugió debajo de los subterráneos.
Cantaremos el miedo que esteriliza los abrazos
No cantaremos el odio porque el odio ya no existe,
existe solamente el miedo, nuestro padre y nuestro compañero,
el miedo grande de los bosques, de los mares, de los desiertos,
el miedo de los soldados, el miedo de las madres, el miedo de las iglesias,
cantaremos el miedo de los dictadores, el miedo de los demócratas,
cantaremos el miedo de la muerte y el miedo de después de la muerte,
después moriremos de miedo
y sobre nuestras tumbas crecerán flores amarillas y miedosas.
George Tooker |
* Reconocimiento del amor
los caminos de la amistad.
Apareciste para ser el hombro suave
donde se reclina la inquietud del fuerte
(o que ingenuamente se pensaba fuerte).
Traías en los ojos pensativos
la bruma de la renuncia:
no querías la vida plena,
tenías el previo desencanto de las uniones para toda la vida,
no pedías nada,
no reclamabas tu cota de luz.
la bruma de la renuncia:
no querías la vida plena,
tenías el previo desencanto de las uniones para toda la vida,
no pedías nada,
no reclamabas tu cota de luz.
Y te deslizabas en ritmo gratuito de ronda.
Descansé en ti mi fajo de desencuentros
y de encuentros funestos.
Quería tal vez -sin percibirlo, lo juro-
sádicamente masacrarte
bajo el hierro de culpas y vacilaciones y angustias que dolían
desde la hora del nacimiento,
estigma desde el momento de la concepción
en cierto mes perdido en la Historia,
o más lejos, desde aquel momento intemporal
en que los seres son apenas hipótesis no formuladas
en el caos universal.
Descansé en ti mi fajo de desencuentros
y de encuentros funestos.
Quería tal vez -sin percibirlo, lo juro-
sádicamente masacrarte
bajo el hierro de culpas y vacilaciones y angustias que dolían
desde la hora del nacimiento,
estigma desde el momento de la concepción
en cierto mes perdido en la Historia,
o más lejos, desde aquel momento intemporal
en que los seres son apenas hipótesis no formuladas
en el caos universal.
¡Cómo nos engañamos huyéndole al amor!
Cómo lo desconocimos, tal vez con recelo de enfrentar
su espada reluciente, su formidable
poder de penetrar la sangre y en ella
imprimir una orquídea de fuego y lágrimas.
su espada reluciente, su formidable
poder de penetrar la sangre y en ella
imprimir una orquídea de fuego y lágrimas.
Pero, él llegó mansamente y me envolvió
en dulzura y celestes hechizos.
No quemaba, no brillaba, sonreía.
No entendí, tonto que fui, esa sonrisa.
en dulzura y celestes hechizos.
No quemaba, no brillaba, sonreía.
No entendí, tonto que fui, esa sonrisa.
Me herí con mis propias manos, no por el amor
que traías para mí y que tus dedos confirmaban
al juntarse a los míos, en la infantil búsqueda del Otro,
el Otro que yo me suponía, el Otro que te imaginaba,
cuando -por agudeza del amor- sentí que éramos uno sólo.
que traías para mí y que tus dedos confirmaban
al juntarse a los míos, en la infantil búsqueda del Otro,
el Otro que yo me suponía, el Otro que te imaginaba,
cuando -por agudeza del amor- sentí que éramos uno sólo.
Amiga, amada, amada amiga, así el amor
disuelve el mezquino deseo de existir de cara al mundo
con la mirada perdida y la ancha ciencia de las cosas.
disuelve el mezquino deseo de existir de cara al mundo
con la mirada perdida y la ancha ciencia de las cosas.
Ya no enfrentamos al mundo: en él nos diluimos,
y la pura esencia en que nos transmutamos perdona
alegorías, circunstancias, referencias temporales,
imaginaciones oníricas,el vuelo del Pájaro Azul, la aurora boreal,
las llaves de oro de los sonetos y de los castillos medievales,
todos los engaños de la razón y de la experiencia,
para existir en sí y para sí,
con la rebeldía de cuerpos amantes,
pues ya ni somos nosotros,
somos el número perfecto: Uno.
y la pura esencia en que nos transmutamos perdona
alegorías, circunstancias, referencias temporales,
imaginaciones oníricas,el vuelo del Pájaro Azul, la aurora boreal,
las llaves de oro de los sonetos y de los castillos medievales,
todos los engaños de la razón y de la experiencia,
para existir en sí y para sí,
con la rebeldía de cuerpos amantes,
pues ya ni somos nosotros,
somos el número perfecto: Uno.
Tomó su tiempo, yo se, para que el «Yo» renunciase
a la vacuidad de persistir, fijo y solar,
y se confesara jubilosamente vencido,
hasta respirar el más grande júbilo de la integración.
a la vacuidad de persistir, fijo y solar,
y se confesara jubilosamente vencido,
hasta respirar el más grande júbilo de la integración.
Ahora, amada mía para siempre,
ni mirada tenemos para ver, ni oídos para captar la melodía,
el paisaje, la transparencia de la vida,
perdidos como estamos en la concha ultramarina de mar.
ni mirada tenemos para ver, ni oídos para captar la melodía,
el paisaje, la transparencia de la vida,
perdidos como estamos en la concha ultramarina de mar.
Carlos Drummond de Andrade (Itabira, Octubre 31, 1902 - Río de Janeiro, 17 de agosto de 1987), fue un poeta, periodista y político brasileño.
Ejerció en su país primero y luego en el mundo la representación de los altos valores del modernismo de Brasil (nacionalismo no dogmático, empatía con el pueblo, creatividad no académica y libertad total a la palabra). En su momento no tembló su conciencia al renunciar a un importantísimo premio nacional que iba acompañado de una gran cantidad de dinero ya que éste era otorgado por el entonces gobierno militar de su país.
Desde sus primeros libros la poesía de Drummond se destacó del resto; es un obsequio verbal de la más alta calidad; es auténtica, legítima y grande. Siempre mantuvo una estrecha relación con la gente ejerciendo el poema y su prosa de prensa. Este enorme autor brasileño (tiene 28 libros de poesía editados) es considerado por la crítica como uno de los mayores poetas del Brasil.
Murió el 17 de agosto de 1987 en la ciudad de Río de Janeiro. Alcanzó gran repercusión con sus libros y a pesar de haber sido un fuerte candidato al Premio Nobel de Literatura rechazó cualquier indicación al Premio.
George Tooker |
* Los hombros soportan el mundo
Llega un tiempo en el que ya no se dice: Dios mío.
Tiempo de absoluta depuración.
Tiempo en el que ya no se dice: amor mío.
Porque el amor resultó inútil.
Y los ojos no lloran.
Y las manos tejen apenas el trabajo rudo.
Y el corazón está seco.
En vano mujeres llaman a la puerta, no abrirás.
Te quedaste solo, la luz se apagó,
pero en la sombra tus ojos resplandecen enormes.
Eres todo certeza, ya no sabes sufrir.
Y nada esperas de los amigos.
Poco importa que venga la vejez, ¿qué es la vejez?
Tus hombros soportan el mundo
y él no pesa más que la mano de un niño.
Las guerras, las hambres, las discusiones dentro de los edificios
demuestran apenas que la vida prosigue
y no todos se liberaron todavía.
Algunos, considerando el bárbaro espectáculo,
preferirían (los delicados) morir.
Ha llegado un tiempo en el que de nada sirve morir.
Ha llegado un tiempo en el que la vida es una orden.
La vida apenas, sin mistificación.
(Traducción de Adolfo Montejo Navas)
George Tooker |
George Tooker, (1920-2011) fue un pintor americano cuyas obras están asociados con los movimientos y el realismo social.
El trabajo Tooker no era especialmente conocido, mientras que la CIA patrocinó pseudo-artistas como Mark Rothko y Jackson Pollock, a Tooker se le ha reconocido con el tiempo ya que, muy posiblemente, sea el más grande artista americano. El hecho de que no haya sido reconocido antes sugiere que su arte toca un nervio muy sensible.
Sus primeras obras representan cuestiones sociales y públicas, y subraya la soledad y alienación de la existencia urbana moderna.
Entre sus más conocidas obras está la del metro (1950, Museo Whitney de Arte Americano), una poderosa obra que explora la ansiedad y el aislamiento de las personas sin nombre en la sociedad urbana. Él estaba muy involucrado con el movimiento de derechos civiles, así, estuvo en una marcha, en Selma, Alabama, con el Dr. Martin Luther King en 1965, eran amigos y con frecuencia trataron temas de raza y de la opresión en su obra.
Tooker es a menudo comparado con Edward Hopper, Andrew Wyeth, y Samuel Beckett, en términos de sus temas y el estilo visual.
Fuente de la biografía de Drummond:
Fuente de la biografía de Tooker: