TRADUCE A TU IDIOMA

sábado, 7 de junio de 2014

FERNANDO PESSOA - EL LIBRO DEL DESASOSIEGO (siempre acudo a él cuando siento que el mundo se me cae)

Johanna Perdu


¡Ah! ¿Quién me salvará de existir? No quiero la muerte, tampoco la vida, sino esa otra cosa que resplandece en el fondo de mi deseo angustiado, como un diamante imaginado en el fondo de una cavema a la que no se puede acceder. Es todo el peso, todo el dolor de este universo real e imposible, de ese cielo, estandarte de un ejército desconocido, de esos tonos que empalidecen lentamente en un aire ficticio, donde el cuarto creciente de una luna imaginaria emerge en una blancura eléctrica y petrificada, recortada por bordes lejanos e insensibles. 


Fernando Pessoa, el libro del desasosiego.


viernes, 6 de junio de 2014

JACQUES PRÉVERT - ESTE AMOR

"Millones y millones de años y todavía no tengo suficiente tiempo para describir ese pequeño instante de eternidad en que colocas tus brazos alrededor mío y yo coloco mis brazos alrededor tuyo".
Edvard Munch, 1913, El seductor


Este amor
Tan violento
Tan frágil
Tan tierno
Tan desesperado
Este amor
Bello como el día
Y malo como el tiempo
Cuando hay mal tiempo

Este amor tan sincero
Este amor tan hermoso
Tan feliz
Tan jovial
Y tan pobrecillo
Trémulo como un chiquillo en la oscuridad
Y tan seguro de sí mismo
Como un hombre tranquilo en lo más hondo de la noche

Este amor que da miedo a los demás
Que los hace hablar
Que los hace palidecer
Este amor acechado
Porque nosotros lo acechamos
Acosado herido pisoteado destrozado negado olvidado
Porque nosotros lo hemos acosado herido pisoteado destrozado negado olvidado.



Francis Picabia, 1936, Tres mimos


Este amor íntegro
Tan vivo todavía
Y lleno de sol
Es el tuyo
Es el mío
Ese que ha sido
Este algo siempre nuevo
Y que no ha cambiado
Tan verdadero como una planta
Tan tembloroso como un pájaro
Tan cálido tan vivo como el verano
Ambos podemos juntos
Alejarnos y regresar
Olvidarlo
Y después dormirnos
Despertarnos padecer envejecer
Dormirnos de nuevo
Soñar con la muerte
Despertarnos sonreír y reír
Y rejuvenecer

Nuestro amor sigue allí
Obstinado como un borrico
Viviente como el deseo
Cruel como la memoria
Absurdo como el arrepentimiento
Tierno como los recuerdos
Frío como el mármol
Bello como el día
Frágil como un niño
Nuestro amor nos mira sonriendo
Y nos habla sin decir nada
Y yo lo escucho tembloroso
Y grito
Grito por ti
Grito por mí
Y le suplico
Por ti por mí por todos los que se aman
Y los que se han amado

Sí le grito
Por ti por mí y por todos
Los que no conozco
Quédate
Allí donde estás
Allí donde estuviste antes
Quédate
No te muevas
No te vayas
Nosotros los que somos amados
Te hemos olvidado
Pero no nos olvides tú
Sólo te teníamos a ti en el mundo
No permitas que nos volvamos indiferentes
Cada vez mucho más lejos
Y desde donde sea
Danos señales de vida
Mucho más tarde desde el rincón de un bosque
En la selva de la memoria
Surge de repente
Tiéndenos la mano
Y sálvanos.



Jacques Prévert


martes, 3 de junio de 2014

MI UNIVERSIDAD - VLADIMIR MAIAKOVSKI

Los refugiados, 1933, Tamara de Lempicka


¿Sabe francés,
restar,
multiplicar?

¡Declina maravillosamente!
¡Que decline!
Pero oiga,
¿acaso usted podría cantar a dúo,
con los edificios?
¿Usted acaso comprende
el idioma de los tranvías?
El hombre, a veces,
apenas sale del cascarón
y ya lleva libros bajo el brazo,
y cuadernos escritos.

Yo,
aprendí el alfabeto en los letreros,
hojeando páginas de estaño y hierro.
Los maestros,
toman la tierra,
la descarnan,
la destrozan,
y enseñan:
-Toda ella
no es más que un globo pequeño, redondo.
Pero yo,
con los codos aprendí geografía.
No en vano he dormido tanto sobre la tierra.
Los historiadores se atormentan con importantes preguntas:
-¿Era o no era roja la barba de Barbarroja?
¡Que sea! 
No me gusta meterme en las mentiras con
telaraña. Yo conozco de Moscú, cualquiera de sus historias. 
Hablan de Dobroliubov (para que lo odien) 
pero su apellido está en contra,
protesta la familia.
Yo,
desde niño
aprendí a odiar a los gordos,
a los que se venden por una comida.
Se sientan, 
charlan,
y para gustarle a la dama,
hacen sonar sus pobres ideas
con sus frentes llenas de monedas.

Yo, dialogaba sólo con los edificios,
y las tomas de agua eran mis interlocutoras.
Con la ventana del oído atento escuchando,
los techos oían lo que les arrojaba al oído.
Y luego,
de noche,
sobre una cosa
o la otra
nos pasábamos charlando,
moviendo la "sin hueso".



Vladimir Mayakovski. Poeta y dramaturgo revolucionario ruso y una de las figuras más relevantes de la poesía rusa de comienzos del siglo XX.


Su obra poética, aunque vinculada a la Revolución Rusa, supera con creces el estigma de la poética revolucionaria que, algunos críticos, le asignaron por esta relación emotiva y por la búsqueda de una nueva forma de poetizar, henchida de impresiones y emociones sensuales. 




"Yo quiero ser comprendido por mi país,
pero si no soy comprendido, qué se le va a hacer,
pasaré por la tierra natal como pasa la lluvia oblicua".
V. Maiakovski

jueves, 29 de mayo de 2014

MERCEDES RIDOCCI - LUNA DE HIEL

Mercedes Ridocci


LUNA DE HIEL

Retuvo para él todas las caricias,
todos los besos,
las palabras bonitas.
Se envolvió en raso blanco
anudó sus recónditos labios con lazos de deseo,
que él desataría con manos expertas,
ávidas del calor que le ofrecía.

No hubo caricias,
ni besos,
ni palabras bonitas.
Con manos frías y violentas
mancilló el blanco raso de gris ceniciento,
desgarró los lazos del deseo,
derramó hielo sangriento en sus labios heridos.
Infectó todo su ser de rabia y miedo.



Poema : Mercedes Ridocci
Música : Max Richter
Fotografías de la composición escénica LUNA DE HIEL, creada e interpretada por Mercedes Ridocci.


http://youtu.be/FiuUl38A93w


Mercedes Ridocci


Ni en el inferno


¿Dónde te has metido, amor?
que ni en los sueños te veo.

¿Dónde te has metido, amor?
que ni en el engaño te siento.

¿Dónde te has metido, amor?
que ni en las sombras te tiento.

¿Dónde te has metido, amor?
que ni en el infierno te encuentro.




MERCEDES RIDOCCI,  (leonesa que reside actualmente en Madrid). Actriz, pedagoga y poeta.



Especializada en Movimiento Orgánico y Expresión Corporal Artística y escénica.


Desde hace 30 años lleva desarrollando su trabajo para diversos colectivos públicos y privados.


Desde 1999 es la directora pedagógica y profesora de la “Diplomatura en Expresión Corporal –Arte del Movimiento-, en Alfa ínstitut. (Madrid – Barcelona)


Dirige el grupo “Artesanato” (investigación en el lenguaje de la Expresión Corporal y la composición escénica) con el que ha creado 20 composiciones escénicas y 9 composiciones en solitario.


Sus páginas:

http://mercedesridocci.blogspot.com.es/

http://movimiento.org/profile/mercedesridoccifernandez



http://danzayexpresioncorporal.blogspot.com.es/






Su poemario "Lava del Alma"


lunes, 26 de mayo de 2014

AGOTADA - POEMA PRERRAFAELITA DE ELIZABETH ELEANOR SIDDAL


Oh, silencioso bosque, te atravieso con el corazón tan lleno de miseria por todas las voces que caen de los árboles, y las hierbas que rasgan mis piernas. 
Deja que me siente en tu sombra más oscura, mientras los grises búhos vuelan sobre ti, allí he de rogar tu bendición: no convertirme en una ilusión, no desvanecerme en un lento letargo.


(fragmento de su poema "Un bosque silencioso")



Dante Rossetti



Agotada


Tus fuertes brazos me rodean,
Mi cabello se enamora de tus hombros;
Lentas palabras de consuelo caen sobre mi,
Sin embargo mi corazón no tiene descanso.

Porque sólo una cosa trémula queda de mí,
Que jamás podrá ser algo,
Salvo un pájaro de alas rotas
Huyendo en vano de ti.

No puedo darte el amor
Que ya no es mío,
El amor que me golpeó y derribó
Sobre la nieve cegadora.

Sólo puedo darte un corazón herido
Y unos ojos agotados por el dolor,
Una boca perdida no puede sonreír,
Y tal vez ya nunca vuelva a reír.

Pero rodéame con tus brazos, amor,
Hasta que el sueño me arrebate;
Entonces déjame, no digas adiós,
Salvo si despierto, envuelta en llanto.





Elizabeth Eleanor Siddal (1829-1862), modelo, musa y artista prerrafaelita, tuvo una vida trágica. Fue pareja de Dante Rossetti, también poeta y pintor, cuyas infidelidades reiteradas la llevaron a cometer suicidio al ingerir una dosis letal de láudano.

A pesar de su final prematuro Elizabeth Siddal nos ha dejado versos muy bellos, acordes a su personalidad melancólica. 

Pero además era una pintora y dibujante muy interesante, perfectamente integrada como autora dentro de la Hermandad Prerrafaelita.


*.- En el siglo XIX tuvo lugar en Inglaterra un curioso movimiento de pintura llamada Prerrafaelita, cuyos miembros cultivaron un estilo propio y fácilmente reconocible y estéticamente muy bello y sugerente. Su nombre se debe a que despreciaban todo lo posterior a su gran idolo y maestro renacentista, Rafael. 

Y adoptaron las siglas P.R.B. Pre-Rafaelite Brotherhood, es decir, la Hermandad Prerafaelita.


domingo, 25 de mayo de 2014

NEGRA SOMBRA - ROSALÍA DE CASTRO



Xi Pan

Cuando pienso que te fuiste,
negra sombra que me asombras,
al pie de mis cabezales,
vuelves haciéndome burla.

Cuando imagino que te has ido,
en el mismo sol te me muestras,
y eres la estrella que brilla,
y eres el viento que sopla.

Si cantan, eres tú que cantas,
si lloran, eres tú que lloras,
y eres el murmullo del río
y eres la noche y eres la aurora.

En todo estás y tú eres todo,
para mí y en mí misma moras,
no me abandonarás nunca,
sombra que siempre me asombras.


Vladimir Clavijo

Negra Sombra, poema de Rosalía de Castro de la obra "Follas Novas" (1880).


Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.

Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.

Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.

En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.




Rosalía de Castro (1837-1885)


Musicalizada por Luz Casal de forma magistral.


TENGO UNA TRISTEZA INFINITA - A PROPÓSITO DE TODO LO QUE PUEDE CONSEGUIR EL MALDITO FÚTBOL

Ferdinand Hodler, tristeza


Tristeza por comprobar que nunca vamos a conseguir nada en este país.
Tristeza al ver que un pueblo entero es capaz de movilizarse por un partido de fútbol,
tristeza porque observo que el pueblo es erudito en toda la parafernalia del fútbol, pero opaco e ignorante en nuestros derechos y dignidad,
el pueblo se idiotiza, entra en éxtasis,
y se entrampa hasta límites indecorosos para ver un partido,
pero es incapaz de empatizar con los dos millones de niños que pasan hambre o con las familias desahuciadas, y con la dictadura que vivimos (todos los dictadores han entretenido al pueblo con el fútbol),
y, lo peor,  son los primeros que se quejan,
miran para otro lado aunque saben que todo lo que rodea al fútbol es corrupción, dinero, evasión y blanqueo
les da igual, todo da igual.
¿Qué pasará mañana cuando se termine la resaca futbolera?
Tristeza, mucha tristeza e impotencia.


domingo, 18 de mayo de 2014

DESGANAS - MARIO BENEDETTI


Un hombre busca en la basura en España. Foto. Samuel Aranda


Si cuarenta mil niños sucumben diariamente
en el purgatorio del hambre y de la sed
si la tortura de los pobres cuerpos
envilece una a una a las almas
y si el poder se ufana de sus cuarentenas
o si los pobres de solemnidad
son cada vez menos solemnes y más pobres
ya es bastante grave
que un solo hombre
o una sola mujer
contemplen distraídos el horizonte neutro

pero en cambio es atroz
sencillamente atroz
si es la humanidad la que se encoge de hombros.


Mario Benedetti


Hambre en el mundo

sábado, 17 de mayo de 2014

CUÁNTAS VECES AL DÍA - SILVIO RODRIGUEZ

Edouard Hamman, desilusión


¿Qué silencio es culpable de la muerte de un hombre?
¿Qué silencio en nosotros ha colgado inocentes?
¿Qué silencio maldito ha cegado algún nombre?
¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?

No busquen más alrededor.
Ustedes son.
No busquen más, no es el de atrás:
ustedes son.

No es el de al lado, no.
Eres tú mismo, sí.
El que sonríe bien,
el que sabe callar.

¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?

¿Qué silencio aprendido nos preserva la vida?
¿Qué silencio oportuno nos convierte en prudentes?
¿Qué silencio asesino nos llena la barriga?
¿Cuántas veces al día merecemos la muerte?

Silvio Rodríguez







martes, 13 de mayo de 2014

ALFONSINA STORNI - ALMA DESNUDA Y LIBRE, UNA LOBA ADORABLE

"¡Es tan mala la vida! ¡Andan sueltas las fieras!...Oh, no he tenido nunca las bellas primaveras que tienen las mujeres cuando todo lo ignoran"



Oye: yo era como un mar dormido.
Me despertaste y la tempestad ha estallado.
Sacudo mis olas, hundo mis buques,
subo al cielo y castigo estrellas,
me avergüenzo y escondo entre mis pliegues,
enloquezco y mato mis peces.
No me mires con miedo. Tú lo has querido.


Alfonsina es uno de los iconos de la literatura posmodernista. Con una infancia difícil y con carencias y luego una vida con recurrentes enfermedades, su poesía está impregnada de lucha, audacia, amor y una reivindicación del género femenino. 

Alfonsina tuvo leales amigos entre los escritores y artistas coetáneos que la apoyaron con su afecto y no sólo valoraron la obra, sino a la mujer valiente que militaba en pos de mayor equidad y justicia en una sociedad de hombres resistiendo en un medio hostil y discriminador.



*El clamor


Alguna vez, andando por la vida,
por piedad, por amor,
como se da una fuente, sin reservas,
yo di mi corazón.

Y dije al que pasaba, sin malicia,
y quizá con fervor:

-Obedezco a la ley que nos gobierna:
He dado el corazón.

Y tan pronto lo dije, como un eco
ya se corrió la voz:

-Ved la mala mujer esa que pasa:
Ha dado el corazón.

De boca en boca, sobre los tejados,
rodaba este clamor:

-¡Echadle piedras, eh, sobre la cara;
ha dado el corazón!

Ya está sangrando, sí, la cara mía,
pero no de rubor,
que me vuelvo a los hombres y repito:

¡He dado el corazón!



Me llamaron Alfonsina, nombre árabe que quiere decir dispuesta a todo



Cuando nadie se hubiera atrevido a levantar la voz para enjuiciar las normas impuestas por la sociedad a las mujeres, en ocasiones adoptando un seudónimo, Tao-Lao, ella se permitió escribir, con derroche de ironía, artículos en revistas de amplia difusión, cuadros, pinceladas, bosquejos de la sociedad, intentando despertar conciencias, poniendo al desnudo tales situaciones en donde dejaba expuestas las circunstancias limitativas y mezquinas de la gente. 

En esa época no era común que la mujer escribiera, y si lo hacía era necesario que se ajustara a las formas tradicionales, sin sobrepasar los límites que dividían al amor ingenuo del deseo puro, escondiéndolas bajo expresiones sentimentales que no resultaren peligrosas para el público asustadizo. 

Aunque Alfonsina escribió dentro de ese estilo tan particular, también es cierto que ellos nacen de profundos temas humanos, de vivencias vividas: El resultado son poemas de tono íntimo y doméstico, donde también sobresalen temas transgresores como el deseo femenino (criticado duramente por la crítica tradicional), la doble moral a la que está sometida la virginidad de la mujer, la igualdad erótica entre los sexos y el derecho de independencia de ellas, la posición subordinada y el legado de silencio heredado por las mujeres, y la obsesión por la muerte.




*HOMBRE PEQUEÑITO, HOMBRE PEQUEÑITO...


Hombre pequeñito, hombre pequeñito,
suelta a tu canario, que quiere volar...
Yo soy el canario, hombre pequeñito,
déjame saltar.

Estuve en tu jaula, hombre pequeñito,
hombre pequeñito que jaula me das.
Digo pequeñito porque no me entiendes,
ni me entenderás.

Tampoco te entiendo, pero mientras tanto
ábreme la jaula que quiero escapar;
hombre pequeñito, te amé un cuarto de ala;
no me pidas más.


Habla con los pájaros y llévate al alba.
Y cuando las carnes te sean tornadas,
y cuando hayas puesto en ellas el alma
que por las alcobas se quedó enredada,
entonces, buen hombre,
preténdeme blanca,
preténdeme nívea,
preténdeme casta.

Frente a su propia naturaleza femenina, su rebeldía contra una sociedad conservadora e hipócrita respecto a las mujeres, puso en emergencia el derecho a disponer del propio cuerpo y a hacer uso de la voz silenciada y censurada por generaciones. 


Esa sociedad que educa la mirada para disimular la pasión sorprendida por el varón. La mujer que se perfila en este medio es sensual, reprimida y de limitado horizonte cultural. Su vida se proyecta junto al hombre que la llevará al altar, a quien amará y para quien ella prodigará su cuerpo, proporcionándole placer y procreando hijos. Sabe también que junto al hombre, por su propia felicidad, cuanto menos ponga a funcionar su capacidad intelectual, más logrará armonizar con él.






Alfonsina Storni era un hombre que había tenido la desgracia de nacer mujer. ¿Por qué? Porque, decían, tenía una mente varonil: para que nos entendamos, Alfonsina vivía libremente, como vivían los hombres, y para eso nacer mujer era una verdadera desgracia en su época. 

Además de ser de las primeras mujeres en aparecer en el mundo cultural argentino de entonces, y de ser considerada una igual, Alfonsina hizo algo poco común en las mujeres de su época, quizá lo que le marcó de por vida: tuvo un hijo ilegítimo. 

Son muchas las mujeres de su tiempo que se atrevieron a vivir un amor tan apasionado como políticamente incorrecto, y se enamoraban de hombres casados que no estaban dispuestos a abandonar su estatus social, su familia, su trabajo y su reputación. De modo que las mujeres que se enamoraban del hombre menos adecuado, renunciaban, por no renunciar a ellos, a su maternidad (y si no renunciaban a la maternidad, renunciaban a la familia). 

Se conformaban con el papel de la amante y vivían tormentosamente aquellos amores sin tener nunca hijos bastardos a los que no poder dar ni el apellido del padre ni un padre. Alfonsina Storni se enamoró, como tantas, de un hombre casado y, además, 24 años mayor que ella; a diferencia de las tantas, se quedó embarazada, y a diferencia ya de las pocas tantas que quedaran, decidió seguir adelante: Alejandro Storni, su hijo.

"Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley,
Que no pude ser como las otras, casta de buey
Con yugo al cuello; ¡libre se eleve mi cabeza!
Yo quiero con mis manos apartar la maleza.

Mirad cómo se ríen y cómo me señalan
Porque lo digo así: (Las ovejitas balan
Porque ven que una loba ha entrado en el corral
Y saben que las lobas vienen del matorral).

¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño!
No temáis a la loba, ella no os hará daño.

Pero tampoco riáis, que sus dientes son finos
¡Y en el bosque aprendieron sus manejos felinos!

No os robará la loba al pastor, no os inquietéis"





Yo soy como la loba.
Quebré con el rebaño
Y me fui a la montaña
Fatigada del llano.


Alfonsina Storni. (1892-1938).

A finales del siglo XIX el matrimonio formado por Alfonso Storni y Paulina Martignoli, ambos de nacionalidad suiza, se unió a la ola de inmigrantes europeos que por ese entonces emigraba a la Argentina en busca de un futuro prometedor. 

Se instalaron en la ciudad de San Juan y allí nacieron sus dos primeros hijos. 

Sin embargo, en 1890 decidieron regresar a su país natal y se asentaron en un pequeño pueblo llamado Sala Capriasca, en la Suiza italiana. Allí nació Alfonsina el 29 de mayo de 1892. Cuatro años después la familia decidió viajar nuevamente a San Juan, donde residirá hasta 1900, año en que se trasladó a la ciudad de Rosario en busca de nuevas oportunidades.






"Te vas Alfonsina con tu soledad ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando. Y te vas hacia allá como en sueños dormida, Alfonsina, vestida de mar."

(Alfonsina y el mar)