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lunes, 11 de enero de 2016

MANUEL MACHADO - 5 POEMAS DEL QUERER, JUNTO AL PINTOR DE MUJERES ROMERO DE TORRES

La Venus de la poesía - Julio Romero de Torres


LAS MUJERES DE ROMERO DE TORRES


Rico pan de esta carne morena, moldeada
en un aire caricia de suspiro y aroma...
Sirena encantadora y amante fascinada,
los cuellos enarcados, de sierpe o de paloma...

Vuestros nombres, de menta y de ilusión sabemos:
Carmen, Lola, Rosario... Evocación del goce,
Adela... Las Mujeres que todos conocemos,
que todos conocemos ¡y nadie las conoce!

Naranjos, limoneros, jardines, olivares,
lujuria de la tierra, divina y sensüal,
que vigila la augusta presencia del ciprés.

En este fondo, esencia de flores y cantares,
os fijó para siempre el pincel inmortal
de nuestro inenarrable Leonardo cordobés.



Carmen de Córdoba - Julio Romero de Torres


DESNUDOS DE MUJER


¡Oh la dorada carne triunfadora
de esta gentil madona veneciana,
que ha sido Venus, Dánae, Diana,
Eva, Polymnia, Cipris y Pandora!...

¡Oh gloria de los ojos, golosina
eterna del mirar, dulce y fecunda
carne de la mujer, suave y jocunda,
madre del Arte y del vivir divina!

Húmedos labios a besar mil veces...
Líneas de lujuriantes morbideces
que el veneciano sol dora y estuca...

¡Oh el delicioso seno torneado!...
¡Oh el cabello de oro ensortijado
en el divino arranque de la nuca!


La musa gitana - Julio Romero de Torres


AUSENCIA


No tienes quien te bese
tus labios de grana,
Ni quien tu cintura elástica estreche,
dice tu mirada.

No tienes quien hunda
Las manos amantes
en tu pelo hermoso, y a tus ojos negros
no se asoma nadie.

Dice tu mirada
que de noche, a solas,
suspiras y dices en la sombra tibia
las terribles cosas...

Las cosas de amores
que nadie ha escuchado,
esas que se dicen los que bien se quieren
a eso de las cuatro.

A eso de las cuatro
de la madrugada,
cuando invade un poco de frío la alcoba
y clarea el alba.

Cuando yo me acuesto,
fatigado y solo,
pensando en tus labios de grana, en tu pelo
y en tus ojos negros.


Julio Romero de Torres - Más allá del pecado, 1915


EL QUERER


En tu boca roja y fresca
beso, y mi sed no se apaga,
que en cada beso quisiera
beber entera tu alma.

Me he enamorado de ti
y es enfermedad tan mala,
que ni la muerte la cura,
¡bien lo saben los que aman!

Loco me pongo si escucho
el ruido de tu charla,
y el contacto de tu mano
me da la vida y me mata.

Yo quisiera ser el aire
que toda entera te abraza,
yo quisiera ser la sangre
que corre por tus entrañas.

Son las líneas de tu cuerpo
el modelo de mis ansias,
el camino de mis besos
y el imán de mis miradas.

Siento al ceñir tu cintura
una duda que me mata
que quisiera en un abrazo
todo tu cuerpo y tu alma.

Estoy enfermo de ti,
de curar no hay esperanza,
que en la sed de este amor loco
tu eres mi sed y mi agua.

Maldita sea la hora
en que contemplé tu cara,
en que vi tus ojos negros
y besé tus labios grana.

Maldita sea la sed
y maldita sea el agua,
maldito sea el veneno
que envenena y que no mata.

En tu boca roja y fresca
beso, y mi sed no se apaga,
que en cada beso quisiera
beber entera tu alma.



Rivalidad - Julio Romero de Torres


La Lola se va a los Puertos.
La Isla se queda sola
Y esta Lola, ¿quién será,
que así se ausenta, dejando
la Isla de San Fernando
tan sola cuando se va...?



Julio Romero de Torres - Mujer recostada en una puerta. 1920


MISTERIO

En sueños te conocí,
y, del amor peregrino,
he adivinado el camino
para llegar hasta ti.
Tras de aquel sueño corrí
con el dulce y loco empeño
de ser tu esclavo y tu dueño...
Pero aún tú no me contaste
por qué camino llegaste
a penetrar en mi sueño.










Manuel Machado, (1874-1947), nació en Sevilla, el 29 de agosto de 1874. Era hijo del folclorista sevillano Antonio Machado Álvarez y de Ana Ruiz. Su hermano, Antonio, también se destacaría en el mundo literario.



"Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron
soy de la raza mora, vieja amiga del sol,
que todo lo ganaron y todo lo perdieron.
Tengo el ama de nardo del árabe español..."






sábado, 21 de noviembre de 2015

MIGUEL HERNÁNDEZ Y PACO DAMAS - PARA LA LIBERTAD






MIGUEL HERNÁNDEZ Y PACO DAMAS - PARA LA LIBERTAD


Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.


Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.


MIGUEL HERNÁNDEZ, El hombre acecha, (1938-39)


*.- TRISTRES GUERRAS, un compendio de los poemas de Miguel Hernández musicalizado por Paco Damas, me emociona y casi me hace llorar, porque esa guerra terminó pero ahora estamos en las mismas, lucha del ser humano contra otro ser humano. Me gusta más esta versión que otras, quiero dejar patente que Serrat (que también le cantó a Miguel Hernández cuando era un luchador, ahora es un burgués que canta en un estado como Israel y da opiniones neoliberales), ya no es nada para mí.


domingo, 1 de noviembre de 2015

AL-MUTAMID - POETA ANDALUSÍ

"Antes de nosotros, pasaron reyes que
fueron tan famosos como el sol que
brilla en el horizonte".
(Al-Mu'tamid)

Delphin Enjolras


"Te he visto en sueños en mi lecho
y era como si tu brazo mullido fuese mi almohada,
era como si me abrazases y sintieses
el amor y el desvelo que yo siento,
es como si te besase los labios, la nuca,
las mejillas, y lograse mi deseo.
¡Por tu amor!, si no me visitase tu imagen
en sueños, a intervalos, no dormiría más".


***


"Invisible tu persona a mis ojos,
está presente en mi corazón;
Te envío mi adiós con la fuerza de la pasión,
con lágrimas de pena, con insomnio;
Indomable soy, y tú me dominas,
y encuentras la tarea fácil;
Mi deseo es estar contigo siempre
¡Ojalá pueda concederme ese deseo!
¡Asegúrame que el juramento que nos une,
no se romperá con la lejanía."


***


"¡Oh mi elegida entre todos los seres humanos!
¡Oh Estrella! ¡Oh luna!
¡Oh rama cuando camina,
oh gacela cuando mira!
¡Oh aliento del jardín, cuando
le agita la brisa de la aurora!
¡Oh dueña de una mirada lánguida,
que me encadena!
¿Cuándo me curaré? ¡Por ti daría la vista y el oído!
Tu frescor aliviaría
la oscuridad de mi corazón".




Al Mutamid, poeta andalusí.

Al-Mutamid fue un notable poeta y, durante su reinado, la cultura floreció en Sevilla.
Si los andalusíes hubiesen compuesto cantares de gesta, su héroe indiscutible hubiese sido el rey al-Mu'tamid de Sevilla.

Rumaykiyya se convertiría en la única esposa legítima del numeroso harén de al-Mu'tamid

El amor entre la pareja duró durante toda la vida de ambos. Al-Mu'tamid olvida su personalidad dominante y se vuelve sumiso ante el amor femenino, como perfecto enamorado cortés. 


"Me dominas, objetivo difícil de alcanzar:

has encontrado que mi amor, es fácil de llevar".


Y Rumaykiyya supo someter el corazón de su amante, mostrándose unas veces esquiva y otras veces entregada, en un juego que permitió que persistiese la llama juvenil encendida en Silves. Así al-Mu'tamid se queja de su desvío en este bello poema:


"El corazón persiste y no cesa;

la pasión es grande y no se oculta;

las lágrimas corren como las gotas de lluvia,

el cuerpo se agosta con su color amarillo;

y esto sucede cuando la que amo, a mí me está unida:

¿Qué sería, si de mí se apartase?"


domingo, 30 de agosto de 2015

ANTONIO GALA - ¿ESTO ERA AMOR?

Hacer comunes humo y piedra. Revocar
el mandato de ser. Entrar. Entrarnos
uno en el otro. Trasponer los últimos
límites. Reunirnos…


Ferdinand Hodler


Alargaba la mano y te tocaba.
Te tocaba: rozaba tu frontera,
el suave sitio donde tú terminas,
sólo míos el aire y mi ternura.
Tú moras en lugares indecibles,
indescifrable mar, lejana luz
que no puede apresarse.
Te me escapabas, de cristal y aroma,
por el aire, que entraba y que salía,
dueño de ti por dentro. Y yo quedaba fuera,
en el dintel de siempre, prisionero
de la celda exterior.

La libertad
hubiera sido herir tu pensamiento,
trasponer el umbral de tu mirada,
ser tú, ser tú de otra manera. Abrirte,
como una flor, la infancia , y aspirar
su esencia y devorarla. Hacer
comunes humo y piedra. Revocar
el mandato de ser. Entrar. Entrarnos
uno en el otro. Trasponer los últimos
límites. Reunirnos.....

Alargaba la mano y te tocaba.
Tú mirabas la luz y la gavilla.
Eras luz y gavilla, plenitud
en ti misma, rotunda como el mundo.
Caricias no valían, ni cuchillos,
ni cálidas mareas. Tú, allí, a solas,
sonriente, apartada, eterna tú.
Y yo, eterno, apartado, sonriente,
remitiéndote pactos inservibles,
alianzas de cera.

Todo estuvo de nuestra parte, pero
cuál era nuestra parte, el punto
de coincidencia, el tacto
que pudo ser llamado sólo nuestro.

Una voz, en la calle, llama y otra
le responde. Dos manos se entrelazan.
Uno en otro, los labios se acomodan;
los cuerpos se acomodan. Abril, clásico,
se abate, emperador de los encuentros.

¿Esto era amor? La soledad no sabe
qué responder: persiste, tiembla, anhela
destruirse. Impaciente
se derrama en las manos ofrecidas.
Una voz en la calle....Cuánto olor,
cuánto escenario para nada. Miro
tus ojos. Yo miro los ojos tuyos;
tú, los míos: ¿esto se llama amor?

Permanecemos. Sí, permanecemos
no indiferentes, pero diferentes. Somos
tú y yo: los dos, desde la orilla
de la corriente, solos, desvalidos,
la piel alzada como un muro, solos
tú y yo, sin fuerza ya, sin esperanza.
Idénticos en todo,
sólo en amor distintos.

La tristeza, sedosa, nos envuelve
como una niebla: ése es el lazo único;
ésa la patria en que nos encontramos.
Por fin te identifico con mis huesos
en el candor de la desesperanza.

Aquí estamos nosotros: desvaídos
los dos, borrados, más difíciles,
a punto de no ser....¿Amor es esto?
¿Acaso amor es esta no existencia
de tanto ser? ¿Es este desvivirse
por vivir? Ya desangrado
de mí, ya inmóvil en ti, ya
alterado, el recuerdo se reanuda.

Se reanuda la inútil existencia....
Y alargaba la mano y te tocaba.



Antonio Gala


domingo, 17 de mayo de 2015

MUJERES CON SOMBRILLA - SILVIO RODRIGUEZ, PABLO NERUDA, BENEDETTI, BÉCQUER ...

Pierre-Auguste Renoir


Desnuda Y Con Sombrilla - Silvio Rodriguez


Tú sentada en una silla
yo de pie con expresión de lord
tu desnuda y con sombrilla
yo vestido pero con calor.

Tú besando tus rodillas
yo discreto pero sin rubor
tú creando maravillas
yo soñándome esquimal sin sol.

Tú con un ritmo tan lento
buscando un alimento
frotado con alcohol.
Yo de pronto ensimismado
mirándote alelado
colmada de licor.

Tú ardiente y sin capilla
yo quitándome el sombrero alón
tú dispuesta la vajilla
yo al filo de mi pantalón.

Yo a punto del delirio
extraigo un solo cirio
que poso ante tu flor.
Tú susurrando un misterio
de un no sé qué venéreo
me das un protector.


MARIO CAVAGLIERI


Una Mujer Desnuda y En Lo Oscuro - Mario Benedetti


Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda


Lluis Masriera i Rosé
August Macke

Raoul Dufy
Henri Lebasque


Fabio Hurtado


Mujeres - Silvio Rodriguez


Me estremeció una muchacha
hija de aquel feroz continente
que se marcho de sus casa
para otra de toda la gente.


Me han estremecido un montón de mujeres
mujeres de fuego, mujeres de nieve.
Pero lo que me ha estremecido
hasta perder casi el sentido,
lo que a mi mas me ha estremecido
son tus ojitos, mi hija
son tus ojitos divinos (..)



Claude Monet
ARISTIDE MAILLOL
CECILIO PLA Y GALLARO
Charlotte Livingston
Chagall


Bella - Pablo Neruda


Bella,
como en la piedra fresca
del manantial, el agua
abre un ancho relámpago de espuma,
así es la sonrisa en tu rostro,
bella.

Bella,
de finas manos y delgados pies
como un caballito de plata,
andando, flor del mundo,
así te veo,
bella.


Ernst Ludwig Kirchner
Federico Zandomeneghi

Francisco de Goya

Guy Orlando Rose.

Bella,
con un nido de cobre enmarañado
en tu cabeza, un nido
color de miel sombría
donde mi corazón arde y reposa,
bella.

Bella,
no te caben los ojos en la cara,
no te caben los ojos en la tierra.
Hay países, hay ríos
en tus ojos,
mi patria está en tus ojos,
yo camino por ellos,
ellos dan luz al mundo
por donde yo camino,
bella.

Henri Matisse

John Singer Sargent

Karl Albert Buehr
Paul Signac

Raúl Cañestro


Bella,
tus senos son como dos panes hechos
de tierra cereal y luna de oro,
bella.

Bella,
tu cintura
la hizo mi brazo como un río cuando
pasó mil años por tu dulce cuerpo,
bella.


ROBERT DELAUNAY

Toulouse-Lautrec

Robert Lewis Reid


Bella,
no hay nada como tus caderas,
tal vez la tierra tiene
en algún sitio oculto
la curva y el aroma de tu cuerpo,
tal vez en algún sitio,
bella.


Georges-Pierre Seurat

IPOLIT STRAMBU


Bella, mi bella,
tu voz, tu piel, tus uñas
bella, mi bella,
tu ser, tu luz, tu sombra,
bella,
todo eso es mío, bella,
todo eso es mío, mía,
cuando andas o reposas,
cuando cantas o duermes,
cuando sufres o sueñas,
siempre,
cuando estás cerca o lejos,
siempre,
eres mía, mi bella,
siempre.


William John Hennessy

Richard Edward Miller.

LOUIS ANQUETIN


Rima XXXIX - Gustavo Adolfo Bécquer


¿A qué me lo decís? Lo sé: es mudable,
es altanera y vana y caprichosa;
antes que el sentimiento de su alma,
brotará el agua de la estéril roca.

Sé que en su corazón, nido de sierpes,
no hay una fibra que al amor responda;
que es una estatua inanimada..., pero...
¡es tan hermosa!



Charles Courtney Curran

martes, 12 de mayo de 2015

EL CÓMIC POLÍTICO DE PICASSO - "SUEÑO Y MENTIRA DE FRANCO"

“En la bandera de la libertad bordé el amor más grande de mi vida.”
Federico García Lorca


Pablo Picasso, Sueño y mentira de Franco, 1937. 




Sueño y Mentira de Franco, el cómic político más satírico


"La guerra de España es la batalla presentada por la reacción contra el pueblo, contra la libertad. Toda mi vida como artista no ha sido otra cosa más que una lucha continua contra la reacción y la muerte del arte. ¿Cómo podría pensar nadie ni siquiera por un momento que yo pudiera estar de acuerdo con la reacción y la muerte?... En el mural en el que estoy trabajando y al que llamaré Guernica, y en todas mis obras recientes, expreso con claridad mi aborrecimiento hacia la casta militar que ha sumido a España en un océano de dolor y de muerte". 

Palabras de Picasso expresadas con motivo de una exposición de carteles sobre la guerra civil española, celebrada en mayo y junio de 1937 en Nueva York.


Con estas palabras el artista manifiesta su controvertido compromiso político que reflejó en obras como "Sueño y mentira de Franco", sátira contra el Golpe de Estado de julio del 36 y caricatura irónica del "Generalísimo".


Entre el 8 y el 9 de mayo Pablo Picasso emprenderá así esta obra, realizando 12 de las 18 viñetas que conformarán dos planchas o estampas, en un primer momento pensadas como tarjetas postales individuales para el beneficio del Fondo de Ayuda a España Republicana, y cuya realización será retomada posteriormente por el artista.


Mas lo que destaca sobremanera en esta obra, y se aleja así de El Guernica, es el realismo figurativo y la claridad del mensaje en un formato muy revelador y cercano al del cómic: el general insurrecto debe ser ridiculizado y su acción caracterizada como inhumana y cruel.

La primera plancha, mucho más caricaturesca, presenta a un bufo Caudillo caracterizado por el servilismo a la Iglesia, al capitalismo y a la España más conservadora y trasnochada, realizando asimismo una denuncia de la destrucción del patrimonio artístico nacional.


*.- Si realizamos un breve recorrido por las viñetas de la primera plancha nos encontramos con una primera escena en la que aparece el Caudillo como un caballero cristiano, en una parodia de los héroes legendarios españoles El Cid o Don Quijote, dando estocadas a su propio caballo. 

En la segunda escena, el general con un enorme falo erecto hace pruebas en la cuerda floja, caracterizando su machismo y sus alardes de combatiente, mientras que en la tercera, Franco trata de destruir con un pico un busto de mujer, caracterizando al insurrecto de amenaza para la cultura. 

La cuarta muestra a Franco vestido de mujer, simbolizando la cobardía. mientras que en el quinto cuadro es atacado por un toro, símbolo quizás de la derrota del fascismo. 

En el sexto cuadro, el Caudillo ora ante el tabernáculo del Capital, rodeado de una alambrada de púas. 

La séptima escena, una parodia de la Creación bíblica del mundo, muestra al general rodeado de insectos, descansando después de acabada su obra, mientras que en la octava escena galopa hacia el sol montado en un Pegaso. Franco atraviesa con el asta de su bandera a la encarnación del arte poético, al Arte, recordando quizá el doloroso bombardeo de Madrid y del Museo del Prado. 

En la novena escena, el Caudillo cabalga montado en cerdo hacia el sol, simbolizando su ocaso y la salvación de España.



La segunda plancha


El dolor de lo acontecido en España entre el 36/39 fue para el poeta Luis Cernuda como el aguijón del amor: hondo y sangrante.

Lamento y esperanza


Soñábamos algunos cuando niños, caídos
En una vasta hora de ocio solitario
Bajo la lámpara, ante las estampas de un libro,
Con la revolución. Y vimos su ala fúlgida
Plegar como una mies los cuerpos poderosos.

Jóvenes luego, el sueño quedó lejos
De un mundo donde desorden e injusticia,
Hinchendo oscuramente las ávidas ciudades,
Se alzaban hasta el aire absorto de los campos.
Y en la revolución pensábamos: un mar
Cuya ira azul tragase tanta fría miseria.

El hombre es una nube de la que el sueño es viento.
¿Quién podrá al pensamiento separarlo del sueño?
Sabedlo bien vosotros, los que envidiéis mañana
En la calma este soplo de muerte que nos lleva
Pisando entre ruinas un fango con rocío de sangre.

Un continente de mercaderes y de histriones,
Al acecho de este loco país, está esperando
Que vencido se hunda, solo ante su destino,
Para arrancar jirones de su esplendor antiguo.
Le alienta únicamente su propia gran historia dolorida.

Si con dolor el alma se ha templado, es invencible;
Pero, como el amor, debe el dolor ser mudo:
No lo digáis, sufridlo en esperanza. Así este pueblo inmenso
Agonizará antes, presa ya de la muerte,
Y vedle luego abierto, rosa eterna en los mares.


(poema de su libro Las nubes, publicado en Buenos Aires en 1943)



Parte del texto:



miércoles, 18 de marzo de 2015

TÁCTICAS DE PAYASO - POEMARIO DE MANOLO MARCOS

Colaje de Manolo Marcos


TÁCTICAS DE PAYASO

Este es el título del libro de poemas que Ediciones Tigres de Papel me publica y brinda al lector el mes que viene en Madrid. El maestro de ceremonias en este bautismo de fuego será el poeta Alfonso Brezmes. En adelante os doy noticia de otros aspectos interesantes de este libro. Aquí van, queridos amigos, dos poemas de los que figuran en él, para ir abriendo el apetito:


Aritmética pesadumbre


Si eso es lo que desea,
sumaré caballero su tristeza a la mía,
señorita (en el pelo la flor) sumaré
su tristeza a la ya grande mía
para colmo de males
y bien de la poesía.
Sumaré también ésta:
la tristeza que calla
que es obesa y paciente
o quizá muy delgada.
Tanta tristeza unida
como quepa en mi manga,
hasta sumar la más ancha tristeza.
Mi traje de hombre parecerá un guiñapo
urdido por precisas dentelladas de pena.
La pena universal, señor, usted también,
con su forma de pene por completo vacía.

Aunque sea una pena absurda,
fruto de la economía,
sumo a la mía todas las tristezas y penas
que el anónimo mundo lleva encima.

Pero que nadie piense que estoy triste,
la infinita tristeza es indolora
como el llanto de un niño,
que parece de mimbre.

*

Interruptor colectivo de sueños 

Arpa clavada en dorso de elefante
que muge
mariposas
por la trompa.

Tonel de sinfonías en las cloacas de cartón.
Un nigromante inventa ambiciones en la sesera
de una ballena
trabalenguas.

Silbos de amor en batiscafo e
hipopótamos
pisando sombras de pájaro.

Periscopio chillón busca gozo
en el abismo de un mar sin fondo,
entre medusas de seda azul y bragas
de puta caribeña.

 Off

*

El año pasado le hizo una entrevista Francisco Rangel, os dejo un fragmento de la misma y el link para leerla entera y así poder conocer a este hombre tan especial.

P.-  Hay tres cosas que se pueden identificar en tu poesía claramente: Humor (en la más de las veces ácido); un ritmo claro, preciso, de respiración natural; y la búsqueda de imágenes de tinte surrealista o dadá, pero a diferencia de aquellas vanguardias, lo tuyo trata de comunicar algo concreto. Empecemos por lo primero ¿Qué entiendes por humor? Y ¿Cómo lo proyectas dentro de sus artefactos literarios?

R.-  Es una definición certera. El sentido del humor en poesía, como bien sabes, es difícil de tratar, no tiene, ni ha tenido nunca buena prensa, excepto en la figura, genial y fuera de serie, de Nicanor Parra. La poesía ha estado siempre revestida de un halo de solemnidad, en la mayoría de los casos, ridículo y pomposo; no obstante, la mejor poesía ha de tener siempre una gravedad, una seriedad (por más que se le haga aparecer a través de la ironía) acorde a los problemas del hombre, y a su condición de bípedo implume, mortalmente herido de literatura y vida. Trato de no perder nunca el humor, procuro dosificarlo en ácidas gotas, precisamente para dotar al poema de intensidad reflexiva: lo que los cursis llaman profundidad.



Manolo Marcos, poeta andaluz, de Córdoba. Llevo siguiéndolo desde hace ya unos años, sus poemas no dejan indiferentes, son contundentes y a la vez muy tiernos, propios de un ser humano comprometido y que no se siente ajeno a este mundo tan feo e injusto. 

Es un honor para mí traerlo hoy a mi blog, poder disfrutar de sus bellas palabras e imágenes, y más aún porque el mes que viene publica un libro, este que presento hoy. 

Os invito a entrar en su blog, tampoco deja indiferente al leerlo, disfruten:

http://al-juarismi.blogspot.com.es/2015/03/tacticas-de-payaso.html


También os dejo el link para entrar en su página de Fb, "Plus Ultra: ínfula literaria"

https://www.facebook.com/pages/Plus-Ultra-%C3%ADnfula-literaria/311231668931957


sábado, 28 de febrero de 2015

ROMANCE SONÁMBULO - FEDERICO GARCÍA LORCA

"Cada cosa tiene su belleza, pero no todos pueden verla"
(Confucio)

Alfred Lambart, 1931

Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar
y el caballo en la montaña.
Con la sombra en la cintura
ella sueña en su baranda,
verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Verde que te quiero verde.
Bajo la luna gitana,
las cosas le están mirando
y ella no puede mirarlas.

*

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.
La higuera frota su viento
con la lija de sus ramas,
y el monte, gato garduño,
eriza sus pitas agrias.
¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...?
Ella sigue en su baranda,
verde carne, pelo verde,
soñando en la mar amarga.

*

Compadre, quiero cambiar
mi caballo por su casa,
mi montura por su espejo,
mi cuchillo por su manta.
Compadre, vengo sangrando,
desde los montes de Cabra.
Si yo pudiera, mocito,
ese trato se cerraba.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Compadre, quiero morir
decentemente en mi cama.
De acero, si puede ser,
con las sábanas de holanda.
¿No ves la herida que tengo
desde el pecho a la garganta?
Trescientas rosas morenas
lleva tu pechera blanca.
Tu sangre rezuma y huele
alrededor de tu faja.
Pero yo ya no soy yo,
ni mi casa es ya mi casa.
Dejadme subir al menos
hasta las altas barandas,
dejadme subir, dejadme,
hasta las verdes barandas.
Barandales de la luna
por donde retumba el agua.

*

Ya suben los dos compadres
hacia las altas barandas.
Dejando un rastro de sangre.
Dejando un rastro de lágrimas.
Temblaban en los tejados
farolillos de hojalata.
Mil panderos de cristal,
herían la madrugada.

*

Verde que te quiero verde,
verde viento, verdes ramas.
Los dos compadres subieron.
El largo viento, dejaba
en la boca un raro gusto
de hiel, de menta y de albahaca.
¡Compadre! ¿Dónde está, dime?
¿Dónde está mi niña amarga?
¡Cuántas veces te esperó!
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!

*

Sobre el rostro del aljibe
se mecía la gitana.
Verde carne, pelo verde,
con ojos de fría plata.
Un carámbano de luna
la sostiene sobre el agua.
La noche su puso íntima
como una pequeña plaza.
Guardias civiles borrachos,
en la puerta golpeaban.
Verde que te quiero verde.
Verde viento. Verdes ramas.
El barco sobre la mar.
Y el caballo en la montaña.


2 de agosto de 1924

Federico García Lorca




"A mi pobre Andalucía no me la comprende nadie: es una tierra metía en un corazón muy grande, que llora con alegría."

¡¡ VIVA ANDALUCÍA LIBRE !!


lunes, 23 de febrero de 2015

CUARTO CRECIENTE- J.M. CABALLERO BONALD

Frederick Arthur Bridgman


Cuando Aljarifa recorrió la alfombrada penumbra de aquel burdel de Chauen,
todo el lujoso azogue de su cuerpo adquirió un grado de desnudez deslumbradoramente irracional. 
Cerca de allí se abrían las tiendas de los nómadas y una enfermiza música se iba dignificando entre las hojalatas y los vellocinos. 
La habitación olía a almoraduj y a papeles de Armenia, mientras un vaho de animales nacidos en cautividad salía del mullido sopor de las almohadas. 
Y así hasta que el tiempo se detuvo en un friso taraceado de estrellas de albayalde, entre cuyos emblemas discurría una luz acrobática parecida al letargo. 
Pero ella, la regidora del cuarto creciente, era una flor lasciva instalada en la noche.
Era la araña que copula sin dejar de bailar entre una algarabía de ajorcas y sonajas.
El esmaltado vientre vibraba en el diván como un espasmo de pandero y un mundo de sacrales lujurias sincopaba de pronto la rítmica hegemonía de los pezones. 
Canon de la hermosura, su único error había consistido en rasurarse el pubis
cuando medio entendió que descendía por línea colateral de los Abencerrajes.



J.M. CABALLERO BONALD, poeta, novelista y ensayista español nacido en Jerez de la Frontera, Cádiz, en el año 1926. 
Estudió Astronomía en Cádiz y más tarde Filosofía y Letras en Sevilla y Madrid. 
Militante anti-franquista, pertenece al grupo poético de los 50 junto a José Ángel Valente, Claudio Rodríguez, José Agustín Goytisolo y Jaime Gil de Biedma, entre otros.




"Y tú me dices
que tienes los pechos vencidos de esperarme,
que te duelen los ojos de tenerlos vacíos de mi cuerpo,
que has perdido hasta el tacto de tus manos
de palpar esta ausencia por el aire,
que olvidas el tamaño caliente de mi boca (...) "


domingo, 1 de febrero de 2015

VICENTE ALEIXANDRE - POETA DE LA GENERACIÓN DEL 27 - HISTORIA DEL CORAZÓN

Vicente Aleixandre (1898-1984), poeta, nació en Sevilla, pasó la infancia en Málaga y a los trece años se trasladó a Madrid. 

Hoy nos centraremos en su etapa del poemario "Historia del corazón", publicado en 1954, que supone un alejamiento de la corriente surrealista y el inicio de una nueva etapa en la que el poeta contempla al hombre no desde la realidad del cosmos sino de un modo más humano, donde cabe el amor, los recuerdos infantiles, la serena observación del quehacer cotidiano o los demás hombres. 

Otros términos surgen ahora en sus poemas: Reconfortar, reconocer, unir, fundirse, solidaridad, confianza, fe, piedad. La palabra clave de la obra es "reconocer".
Tras la guerra, su obra cambia, acercándose a las preocupaciones de la poesía social imperante. Desde una posición solidaria, aborda la vida del hombre común, sus sufrimientos e ilusiones. Su estilo se hace más sencillo y accesible. 

En esta etapa, Aleixandre abandona la abstracción, a la que retornará en la vejez. Se abandona el panteísmo, la reflexión metafísica, por la experiencia humana. El vivir humano invade la poesía.

"Baja, baja despacio y búscate entre los otros. Allí están todos, y tú entre ellos"

Poeta de la generación del 27

Hacia 1920 irrumpió en el panorama cultural español una promoción literaria de calidad excepcional que se conoce como generación del 27. Se trataba de un grupo de jóvenes autores que, aunque escribieron teatro, ensayo y novela, destacaron, sobre todo, por su poesía.

Los poetas más relevantes de la generación del 27 fueron Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Dámaso Alonso.

La producción del 27 coincidió en el tiempo con la de los escritores de fin de siglo, las vanguardias y Juan Ramón Jiménez, y con la obra de pintores como Picasso o Dalí, músicos como Falla y cineastas como Buñuel. El esplendor artístico y cultural de este período ha llevado a acuñar la denominación de edad de plata para esta etapa de la cultura española.

Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados

Tres poemas de "Historia del corazón":


1.- Mano entregada

Pero otro día toco tu mano. Mano tibia.
Tu delicada mano silente. A veces cierro
mis ojos y toco leve tu mano, leve toque
que comprueba su forma, que tienta
su estructura, sintiendo bajo la piel alada el duro hueso
insobornable, el triste hueso adonde no llega nunca
el amor. Oh carne dulce que sí se empapa del amor hermoso.

Es por la piel secreta, secretamente abierta, invisiblemente entreabierta,
por donde el calor tibio propaga su voz, su afán dulce;
por donde mi voz penetra hasta tus venas tibias,
para rodar por ellas en tu escondida sangre,
como otra sangre que sonara oscura, que dulcemente oscura te besara
por dentro, recorriendo despacio como sonido puro
ese cuerpo que ahora resuena mío, mío poblado de mis voces profundas,
oh resonado cuerpo de mi amor, oh poseído cuerpo, oh cuerpo sólo sonido de mi voz poseyéndole.
Por eso, cuando acaricio tu mano sé que sólo el hueso rehúsa
mi amor -el nunca incandescente hueso del hombre-.

Y que una zona triste de tu ser se rehúsa,
mientras tu carne entera llega un instante lúcido
en que total flamea, por virtud de ese leve contacto de tu mano,
de tu porosa mano suavísima que gime,
tu delicada mano silente, por donde entro
despacio, despacísimo, secretamente en tu vida,
hasta tus venas hondas totales donde bogo,
donde te pueblo y canto completo entre tu carne.


2.- En la plaza

Hermoso es, hermosamente humilde y confiante, vivificador y profundo, 
sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido,
llevado, conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.

No es bueno
quedarse en la orilla
como el malecón o como el molusco que quiere calcáreamente imitar a la roca.
Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha
de fluir y perderse,
encontrándose en el movimiento con que el gran corazón de los hombres palpita extendido.

Como ese que vive ahí, ignoro en qué piso,
y le he visto bajar por unas escaleras
y adentrarse valientemente entre la multitud y perderse.
La gran masa pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.
Allí, ¿quién lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe, con temeroso denuedo,
con silenciosa humildad, allí él también
transcurría.

Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.
Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,
un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,
su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.

Y era el serpear que se movía
como un único ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,
pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.

Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.
Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos extraños y la interrogación en la boca,
quisieras algo preguntar a tu imagen,

no te busques en el espejo,
en un extinto diálogo en que no te oyes.
Baja, baja despacio y búscate entre los otros.
Allí están todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.

Entra despacio, como el bañista que, temeroso, con mucho amor y recelo al agua,
introduce primero sus pies en la espuma,
y siente el agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.
Y ahora con el agua en la cintura todavía no se confía.
Pero él extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos y se entrega completo.
Y allí fuerte se reconoce, y se crece y se lanza,
y avanza y levanta espumas, y salta y confía,
y hiende y late en las aguas vivas, y canta, y es joven.

Así, entra con pies desnudos. Entra en el hervor, en la plaza.
Entra en el torrente que te reclama y allí sé tú mismo.
¡Oh pequeño corazón diminuto, corazón que quiere latir
para ser él también el unánime corazón que le alcanza!


3.- Mirada final

(...) Aquí, en el borde de vivir, después de haber rodado toda la vida como un instante, me miro.
¿Esta tierra fuiste tú, amor de mi vida? ¿Me preguntaré así cuando en el fin me conozca, cuando me reconozca y despierte,
recién levantado de la tierra, y me tiente, y sentado en la hondonada, en el fin, mire un cielo
piadosamente brillar?

No puedo concebirte a ti, amada de mi existir, como solo una tierra que se sacude al levantarse, para acabar cuando el largo rodar de la vida ha cesado.
No, polvo mío, tierra súbita que me ha acompañado todo el vivir.
No, materia adherida y tristísima que una postrer mano, la mía misma, hubiera al fin de expulsar.
No: alma más bien en que todo yo he vivido, alma por la que me fue la vida posible
y desde la que también alzaré mis ojos finales
cuando con estos mismos ojos que son los tuyos, con los que mi alma contigo todo lo mira,
contemplé con tus pupilas, con las solas pupilas que siento bajo los párpados,
en el fin el cielo piadosamente brillar.





Todas sus obras:

Ámbito (1928)

Espadas como labios (1932)

Pasión de la tierra (1935)

La destrucción o el amor (1935)

Sombra del paraíso (1944)

Mundo a solas (1950)

Nacimiento último (1953)

Historia del corazón (1954)

En un vasto dominio (1962)

Poemas de la consumación (1968)

Diálogos del conocimiento (1974)

En gran noche (1991)
(Obra póstuma donde se recogen muchas composiciones inéditas).