se hizo atrás la marea,
las ventanas del cielo se cerraron,
y la ciudad contuvo sus alientos.
El día del repliegue de las olas; el día
en que la pasión abominable se destapara el rostro,
se redujo a cenizas la esperanza,
y mi triste ciudad se asfixió
al tragarse la pena..." (..)
Fadwa Tuqan (poetisa palestina)
Mural con la imagen de Mahmud Darwish en una de las torres de vigilancia del muro de la vergüenza, en el tramo que separa las ciudades de Belén y Jerusalén. (16.04.2011/©Álvaro Minguito)
PASAJEROS ENTRE PALABRAS FUGACES
Pasajeros entre palabras fugaces:
Cargad con vuestros nombres y marchaos,
Quitad vuestras horas de nuestro tiempo y marchaos,
Tomad lo que queráis del azul del mar
Y de la arena del recuerdo,
Tomad todas las fotos que queráis para saber
Lo que nunca sabréis:
Cómo las piedras de nuestra tierra
Construyen el techo del cielo.
Pasajeros entre palabras fugaces:
Vosotros tenéis espadas, nosotros sangre,
Vosotros tenéis acero y fuego, nosotros carne,
Vosotros tenéis otro tanque, nosotros piedras,
Vosotros tenéis gases lacrimógenos, nosotros lluvia,
Pero el cielo y el aire
Son los mismos para todos.
Tomad una porción de nuestra sangre y marchaos,
Entrad a la fiesta, cenad y bailad...
Luego marchaos
Para que nosotros cuidemos las rosas de los mártires
Y vivamos como queramos.
Pasajeros entre palabras fugaces:
Como polvo amargo, pasad por donde queráis, pero
No paséis entre nosotros cual insectos voladores
Porque hemos recogido la cosecha de nuestra tierra.
Tenemos trigo que sembramos y regamos con el rocío de nuestros cuerpos
Y tenemos, aquí, lo que no os gusta:
Piedras y pudor.
Llevad el pasado, si queréis, al mercado de antigüedades
Y devolved el esqueleto a la abubilla
En un plato de porcelana.
Tenemos lo que no os gusta: el futuro
Y lo que sembramos en nuestra tierra.
Pasajeros entre palabras fugaces:
Amontonad vuestras fantasías en una fosa abandonada y marchaos,
Devolved las manecillas del tiempo a la ley del becerro de oro
O al horario musical del revólver
Porque aquí tenemos lo que no os gusta. Marchaos.
Y tenemos lo que no os pertenece: Una patria y un pueblo desangrándose,
Un país útil para el olvido y para el recuerdo.
Pasajeros entre palabras fugaces:
Es hora de que os marchéis.
Asentaos donde queráis, pero no entre nosotros.
Es hora de que os marchéis
A morir donde queráis, pero no entre nosotros
Porque tenemos trabajo en nuestra tierra
Y aquí tenemos el pasado,
La voz inicial de la vida,
Y tenemos el presente y el futuro,
Aquí tenemos esta vida y la otra.
Marchaos de nuestra tierra,
De nuestro suelo, de nuestro mar,
De nuestro trigo, de nuestra sal, de nuestras heridas,
De todo... marchaos
De los recuerdos de la memoria,
Pasajeros entre palabras fugaces.
Escritor y poeta palestino, considerado uno de los más grandes poetas árabes y uno de los símbolos más importantes de la cultura palestina.
Poeta palestino nacido en 1941. Como muchos de los poetas de su época, participó de la resistencia palestina y tuvo desde el principio una clara militancia política. Fue perseguido y encarcelado por Israel.
Darwish vivió en carne propia el proceso de desposesión de los palestinos. Junto a su familia fue testigo de la destrucción de su hogar por el ejército israelí en 1948.
Posiblemente sea Darwish el poeta más dotado, representativo y prestigioso de la Resistencia palestina. Se trata de un creador que sabe aunar el verbo encendido y militante, el más hondo lirismo con el manejo de lo simbólico. Por otra parte, es un poeta en constante evolución, siempre en búsqueda de ensayos tanto expresivos y conceptuales como rítmicos.
"Tenemos derecho a aspirar el perfume de este otoño y pedirle a la noche un sueño. ¿Puede enfermar un sueño como los soñadores? Otoño, otoño. ¿Puede nacer un pueblo sobre una guillotina? Tenemos derecho a morir como queramos, para que la tierra pueda ocultarse en una espiga."