Odilon Redon. La locura |
"La locura es el elemento esencial que necesitamos para vivir felizmente. La locura es la fuente y el principio de la vida".
¿Que seria de la vida sin una mínima gota de locura?
Seria algo triste, aburrido, fastidioso, insípido y desagradable.
Y, ¿qué es la vida sino locura? (entendiendo vida en su máxima expresión, en su mayor realización). Al igual que locura es vida.
Erasmo de Rotterdam fue, al finalizar la Edad Media, el humanista más ilustre de Europa. Nacido en el año 1467 y muerto el 1536, fue toda su vida amante de la libertad, de la independencia, de la cultura y de la paz. Suficientes pruebas dio de ello en la obra que nos ocupa y en su vida personal. Amigo de Tomás Moro, a él le dedicó el Stultiae laus o Elogio de la necedad (aquí Elogio de la locura) en 1509.
Fue un personaje controvertido y molesto en su época. Entre la reforma protestante y la ortodoxia tradicionalista de la Iglesia Católica, Erasmo tuvo el “mérito” de granjearse la enemistad y el rechazo de unos y de otros. Traidor para los luteranos y peligroso reformista para la Iglesia de Roma. Y eso que su propósito era hacer de mediador:
"Por lo que veo mi destino es ser lapidado por las dos partes en disputa, mientras yo pongo todo mi empeño en aconsejar a ambas partes"
Elogio de la locura es una obra escrita como un juego divertido, satírico e ingenioso que pretende hacer crítica de la sociedad de la época, en la que todas las clases sociales son denunciadas y despedazadas por la Locura (Estulticia) que es la que narra el relato. No deja títere con cabeza: papas, reyes, nobles, monjes, mujeres...
La locura (Stultitia) dice en el capítulo XXI:
"Sin mi, el mundo no puede existir ni por un momento, pues, ¿no está lleno de locura todo lo que se hace entre los mortales?, ¿ no lo hacen locos y para locos?
Ninguna sociedad, ninguna convivencia pueden ser agradables o duraderas sin locura, de modo que el pueblo no podría soportar a su príncipe, el amo a su sirviente, la doncella a su señora, el preceptor a su alumno, el amigo a su amigo, la mujer a su marido por un solo momento, si de vez en cuando no se descarriaran, se adularan, toleraran sensatamente las cosas o se untaran con un poco de la miel de la locura."
Este párrafo contiene el resumen de su pensamiento: la locura es sabiduría mundana, resignación y tolerancia.
"¿Quien hay que sea capaz de soportar las injurias de la vida, todo el sufrimiento e injusticias que en ella se producen? Todos lo hacen, claro, pero no solos, si no que la locura nos ayuda en gran parte a superar esto, tanto que no nos damos cuenta de todo el daño que nos producen y que nosotros mismos producimos a nuestros semejantes.
¿Quien tan cuerdo y a la vez estulto como masoquista, estaría dispuesto a sufrir el calvario de la vida?, ¿sin ni siquiera una pequeña gota de locura?.
Los que lo intentan pronto se rinden y muchos terminan en el suicidio, siendo ésta su única salvación, (si es que sus almas no estaban muertas desde un principio). El mundo estaría lleno de almas perdidas, errando por los parajes de la eternidad, el mundo estaría así y mucho peor; si no fuera por la ayuda de la locura. La locura que aporta felicidad y alegría al corazón, despreocupación y hermosura al alma, que oculta e ignora los problemas, penas y todo sufrimiento, que el alma no seria capaz de soportar sin ella".
Corral de locos. Goya. 1794 |
Y, citando a Stephan Zweig al respecto de Erasmo y su obra:
"Siempre serán necesarios aquellos espíritus que señalan lo que liga entre sí a los pueblos más allá de lo que los separa y que renuevan fielmente en el corazón de la Humanidad la idea de una edad futura de más elevado sentimiento humano".
La nave de los locos. El Bosco |
*.- El libro de Erasmo se ha traducido habitualmente al castellano como Elogio de la Locura, aunque sería más adecuado Elogio de la Necedad o Elogio de la Estulticia, ya que "Locura" es en latín Insania, término que Erasmo no emplea. Sí utiliza la palabra Stultitia.
Estos son los nombres griegos respectivos de estos nueve acompañantes de la Locura: Filautía, Kolakía, Lethe, Misoponía, Hedoné, Ánoia, Tryfé, Komos y Négretos Hypnos.
*.- Gracias la locura que endulza la existencia, es que el mundo no esta totalmente acabado.
En un mundo como el hoy, los humanos se destruyen unos a otros con el único objetivo de obtener poder, en vez de utilizar estos esfuerzos para lograr objetivos de bien común para humanidad.
Nada que añadir. El Elogio de la locura es una obra inmensa, controvertida, interesante y altamente moralizadora que situará al lector ante el espejo de sus propias convicciones y realidades más profundas. Abórdese su lectura con transigente modestia y déjese cada cual seducir por la parte que más le toque el corazón.
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