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miércoles, 20 de julio de 2016

CHARLES BUKOWSKI - A SOLAS CON TODO EL MUNDO

Raoul Dufy, Arcades à Vallauris, 1927



" La carne cubre el hueso
y dentro le ponen
un cerebro y
a veces un alma,
y las mujeres arrojan
jarrones contra las paredes
y los hombres beben
demasiado
y nadie encuentra al
otro
pero siguen
buscando
de cama
en cama.
La carne cubre
el hueso y la
carne busca
algo más que
carne.

No hay ninguna
posibilidad:
estamos todos atrapados
por un destino
singular.
Nadie encuentra jamás
al otro.

Los tugurios se llenan
los vertederos se llenan
los manicomios se llenan
los hospitales se llenan
las tumbas se llenan.

nada más
se llena.."






"El alma libre es rara, pero la identificas fácilmente cuando la ves".



sábado, 16 de julio de 2016

EL LIBRO DE LOS ABRAZOS - GALEANO - [FRAGMENTOS PARA DEGUSTAR DESPACIO]


"Silba el viento dentro de mí. 
Estoy desnudo. Dueño de nada, dueño de nadie, ni siquiera dueño de mis certezas, soy mi cara en el viento, a contraviento, y soy el viento que me golpea la cara". (La ventolera)








El sistema / 1


"Los funcionarios no funcionan. 

Los políticos hablan pero no dicen. 

Los votantes votan pero no eligen. 

Los medios de información desinforman. 

Los centros de enseñanza enseñan a ignorar. 

Los jueces condenan a las victimas. 

Los militares están en guerra contra sus compatriotas. 

Los policías no combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos. 

Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan. 

Es más libre el dinero que la gente. 

La gente está al servicio de las cosas". 



***


El sistema /2 


"Tiempo de los camaleones: nadie ha enseñado tanto a la humanidad como estos humildes animalitos. 

Se considera culto a quien bien oculta, se rinde culto a la cultura del disfraz. Se habla el doble lenguaje de los artistas del disimulo. Doble lenguaje, doble contabilidad, doble moral: una moral para decir, otra moral para hacer. La moral para hacer se llama realismo. 

La ley de la realidad es la ley del poder. Para que la realidad no sea irreal, nos dicen los que mandan, la moral ha de ser inmoral". 


***


Celebración de las contradicciones /2

"Desatar las voces, desensoñar los sueños: escribo queriendo revelar lo maravilloso, y descubro lo real maravilloso en el exacto centro de lo real horroroso de América. 

De los miedos nacen los corajes; y de las dudas las certezas. Los sueños anuncian otra realidad posible y los delirios otra razón. 

Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa sin- tesis de las contradicciones nuestras de cada día". 


***


"El colonialismo visible te mutila sin disimulo: te prohíbe decir, te prohíbe hacer, te prohíbe ser. El colonialismo invisible, en cambio, te convence de que la servidumbre es tu destino y la impotencia tu naturaleza: te convence de que no se puede decir, no se puede hacer, no se puede ser".


***



La pálida 


"Mis certezas desayunan dudas. Y hay días en que me siento extranjero en Montevideo y en cualquier otra parte. En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. 

Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no tengo ni quiero tener nombre ninguno, entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado". 



***


La mala racha 

"Mientras dura la mala racha, pierdo todo. Se me caen las cosas de los bolsillos y de la memoria: pierdo llaves, lapiceras, dinero, documentos, nombres, caras, palabras. Yo no sé si será gualicho de alguien que me quiere mal y me piensa peor, o pura casualidad, pero a veces el bajón demora en irse y yo ando de pérdida en pérdida, pierdo lo que encuentro, no encuentro lo que busco, y siento mucho miedo de que se me caiga la vida en alguna distracción".  



***


Los sueños de Helena 

"Aquella noche hacían cola los sueños, queriendo ser soñados, pero Helena no podía soñarlos a todos, no había manera. 

Uno de los sueños, desconocido, se recomendaba: 

Suéñeme, que le conviene. 
Suéñeme, que le va a gustar. 

Hacían la cola unos cuantos sueños nuevos, jamás soñados, pero Helena reconocía el sueño bobo, que siempre volvía, ese pesado, y a otros sueños cómicos o sombríos que eran viejos conocidos de sus noches de mucho volar". 



***


El país de los sueños 

"Era un inmenso campamento al aire libre. De la galera de los magos brotaban lechugas cantoras y ajíes luminosos, y por todas partes había gente ofreciendo sueños en canje. 

Había quien quería cambiar un sueño de viajes por un sueño de amores, y había quien ofrecía un sueño para reír en trueque por un sueño para llorar un llanto bien gustoso. 

Un señor andaba por ahí buscando los pedacitos de un sueño, desbaratado por culpa de alguien que se lo había llevado por delante: el señor iba recogiendo los pedacitos y los pegaba y con ellos hacía un estandarte de colores. 

El aguatero de los sueños llevaba agua a quienes sentían sed mientras dormían. Llevaba el agua a la espalda, en una vasija, y la brindaba en altas copas. Sobre una torre había una mujer, de túnica blanca, peinándose la cabellera, que le llegaba a los pies. El peine desprendía sueños, con todos sus personajes: Los sueños salían del pelo y se iban al aire". 


***


Amares 

"Nos amábamos rodando por el espacio y éramos una bolita de carne sabrosa y salsosa, una sola bolita caliente que resplandecía y echaba jugosos aromas y vapores mientras daba vueltas y vueltas por el sueño de Helena y por el espacio infinito y rodando caía, suavemente caía, hasta que iba a parar al fondo de una gran ensalada. Allí se quedaba, aquella bolita que éramos ella y yo; y desde el fondo de la ensalada vislumbrábamos el cielo. Nos asomábamos a duras penas a través del tupido follaje, de las lechugas, los ramajes de apio y el bosque del perejil, y alcanzábamos a ver algunas estrellas que andaban navegando en lo más lejos de la noche". 


***


El diagnóstico y la terapéutica 

"El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces. 

El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quiéreme, como al descuido, en el café o en la sopa o en el trago. 

Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada. 

El amor es sordo al verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto del gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo". 



***


La vida profesional /3 

"Los banqueros de la gran banquería del mundo, que practican el terrorismo de dinero, pueden más que los reyes y los mariscales y más que el propio Papa de Roma. 

Ellos jamás se ensucian las manos. No matan a nadie, se limitan a aplaudir el espectáculo. Sus funcionarios, los tecnócratas internacionales, mandan en muchos países: ellos no son presidentes, ni ministros, ni han sido votados en ninguna elección, pero deciden el nivel de los salarios y del gasto público, las inversiones y las desinversiones, los precios, los impuestos, los intereses, los subsidios, la hora de salida del sol y la frescura de las lluvias. 

No se ocupan, en cambio, de las cárceles, ni de las cámaras de tormentos, ni de los campos de concentración, ni de los centros de exterminio, aunque en esos lugares ocurren las inevitables consecuencias de sus actos. 

Los tecnócratas reivindican el privilegio de la irresponsabilidad: 


 - Somos neutrales -dicen. "


***


Mapamundi /I 

"El sistema: Con una mano roba lo que con la otra presta. 

Sus víctimas: Cuanto más pagan, más deben. Cuanto más reciben, menos tienen. Cuanto más venden, menos cobran". 


***


"Un sistema de desvinculo: El buey solo bien se lame. El prójimo no es tu hermano, ni tu amante. El prójimo es un competidor, un enemigo, un obstáculo a saltar o una cosa para usar. El sistema, que no da de comer, tampoco da de amar: a muchos los condena al hambre de pan y a muchos más condena al hambre de abrazos". 


***


Divorcios 

"Un sistema de desvínculos: para que los callados no se hagan preguntones, para que los opinados no se vuelvan opinadores. Para que no se junten los solos ni junte el alma sus pedazos. El sistema divorcia la emoción y el pensamiento, como divorcia el sexo y el amor, la vida íntima y la vida pública, el pasado y el presente. 

Si el pasado no tiene nada que decir al presente, la historia puede quedarse dormida, sin molestar, en el ropero donde el sistema guarda sus viejos disfraces. 

El sistema nos vacía la memoria, o nos llena la memoria de basura, y así nos enseña a repetir la historia en lugar de hacerla. Las tragedias se repiten como farsas, anunciaba la célebre profecía. Pero entre nosotros, es peor; las tragedias se repiten como tragedias". 


***


La desmemoria /2 

"El miedo seca la boca, moja las manos y mutila. El miedo de saber nos condena a la ignorancia; el miedo de hacer, nos reduce a la impotencia. La dictadura militar, miedo de escuchar, miedo de decir, nos convirtió en sordomudos. Ahora la democracia, que tiene miedo de recordar, nos enferma de amnesia: pero no se necesita ser Sigmund Freud para saber que no hay alfombra que no pueda ocultar la basura de la memoria". 



***


Las tradiciones futuras 


"Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan, y ese lugar es mañana. 

Suenan muy futuras ciertas voces del pasado americano muy pasado. Las antiguas voces, pongamos por caso, que todavía nos dicen que somos hijos de la tierra, y que la madre no se vende ni se alquila. Mientras llueven pájaros muertos sobre la ciudad de México, y se con- vierten los ríos en cloacas, los mares en basureros y las selvas en desiertos, esas voces porfiadamente vivas nos anuncian otro mundo que no es este mundo envenenador del agua del suelo, el aire y el alma. 

También nos anuncian otro mundo posible las voces antiguas que nos hablan de comunidad. La comunidad, el modo comunitario de producción y de vida, es la más remota tradición de las Américas, la más americana de todas; pertenece a los primeros tiempos y a las primeras gentes, pero también pertenece a los tiempos que vienen y presiente un nuevo Nuevo Mundo. Porque nada hay menos foráneo que el socialismo en estas tierras nuestras. Foráneo es, en cambio, el capitalismo; como la viruela, como la gripe, vino de afuera". 



***


La televisión /2 


"La televisión, ¿muestra lo que ocurre? 

En nuestros países, la televisión muestra lo que ella quiere que ocurra; y nada ocurre si la televisión no lo muestra. 

La televisión, esa última luz que te salva de la soledad y de la noche, es la realidad. Porque la vida es un espectáculo: a los que se portan bien, el sistema les promete un cómodo asiento". 



***


La alineación /2 


"Creen los que mandan que mejor es quien mejor copia. La cultura oficial exalta las virtudes del mono y del papagayo. La alineación en América latina: un espectáculo de circo. Importación, impostación: nuestras ciudades están llenas de arcos de triunfos, obeliscos y partenones. Bolivia no tiene mar, pero tiene almirantes disfrazados de lord Nelson. Lima no tiene lluvia, pero tiene techos a dos aguas y canaletas. En Managua, una de las ciudades más calientes del mundo, condenada al hervor perpetuo, hay mansiones que ostentan soberbias estufas de leña, y en las fiestas de Somoza las damas de sociedad lucían estolas de zorro plateado". 







*.- Eduardo Galeano, fragmentos de su libro de los abrazos. Para degustar despacio saboreando cada palabra y cada silencio. Poético y reflexivo. ¡Una joya!

Un hermoso libro lleno de pequeños cuentos y reflexiones, de una belleza increíble, impactantes, que remueven tus pensamientos y tu conciencia. Totalmente recomendable para ir degustando poco a poco e ir anotando sus reflexiones.







viernes, 15 de julio de 2016

PEGGY GUGGENHEIM - PRIMERA DAMA DEL ARTE MODERNO




"El arte es cuestión de personalidad". 

Marcel Duchamp. 






La protagonista de esta entrada fue una gran mecenas y coleccionista de arte del siglo XX. Nació en el seno de una familia de magnates, los Guggenheim, un apellido vinculado al mundo del arte. Marguerite era una de las tres hijas de Benjamin Guggenheim y de Florette Seligman. Sus padres provenían de familias judías que habían emigrado desde Europa y llevaban dos generaciones haciendo fortuna en Estados Unidos. Aunque Ben Guggenheim había heredado una considerable suma de su padre, no tenía habilidad para los negocios, por lo que su herencia disminuyó considerablemente debido a un buen número de inversiones desastrosas.

Poseedor de una conocida fama de mujeriego, Ben vivía habitualmente en su apartamento de París lejos de su esposa y de sus hijas, aparentemente por motivos de sus negocios y en realidad viviendo con alguna de sus múltiples amantes. Cuando en abril de 1912 embarcó en el Titanic en Cherburgo (Francia), lo acompañaba su amante, una cantante francesa llamada Léontine Aubart, así como un pequeño grupo de criados, un chófer, una doncella, un mozo, y sobre todo su mayordomo y hombre de confianza Giglio. Tanto él como sus criados perecieron en el hundimiento del transatlántico y sus cuerpos nunca fueron recuperados.

A los catorce años, Peggy pudo heredar una pequeña fortuna que sustentó sus caprichos artísticos. La joven heredera, aunque estilizada e interesante, no calificaba dentro de los parámetros de la estereotipada jovencita bella y adinerada. Su nariz – que había ganado el título de berenjena – atormentaba su frágil autoestima adolescente. Sus complejos y su inseguridad la llevaron a una cirugía plástica de nariz con resultados desastrosos. Así, se volvió una joven solitaria alejada de los círculos sociales de su entorno, retraída y sin encanto. Tras terminar sus estudios, encontró trabajo en una librería que comercializaba literatura de avant-garde y ciertas representaciones inusuales del arte.



Peggy Guggenheim, vestida por Poiret, fotografiada por Man Ray, 1924 



En 1920, viajó a Europa y descubrió mucho más que un continente: un horizonte lleno de experiencias aguardaba a una Peggy huérfana de estímulos. Al arribar al viejo mundo nunca imaginó que se quedaría allí veintitrés años. El desembarco europeo le acercó las emanaciones que se respiraban en los barrios bohemios de las grandes ciudades. París y Londres fueron sus maestras y desplegaron ante sus ojos las maravillas del arte que la encandilarían. Peggy no sabía mucho de arte moderno, sus conocimientos de arte llegaban hasta el impresionismo, pero pronto aprendió de su amigo Marcel Duchamp, que le enseñó la diferencia entre abstracto y surrealismo.

En 1938, inauguró en Londres la Guggenheim Jeune con una exposición de Jean Cocteau. 

El arte surrealista y abstracto que Cocteau exhibió era desconocido en el Reino Unido. Mucha gente estaba desconcertada, si no es que molesta, por este tipo de "arte nuevo" y pocos compraron los cuadros. En afán de fomentar las ventas y consolar a los artistas, la misma Peggy comenzó a comprar las obras secretamente. 

La exposición de la obra de Cocteau fue seguida por exhibiciones de Kandinsky, Yves Tanguy, Wolfgang Paalen y otros artistas, tanto famosos como emergentes. 

Peggy convocó a exposiciones de collage y escultura, con la participación de artistas como Antoine Pevsner, Henry Moore, Alexander Calder, Raymond Duchamp-Villon, Constantin Brancusi, Jean Arp, Max Ernst, Pablo Picasso, George Braque y Kurt Schwitters. 

Peggy admiraba también el trabajo de John Tunnard y es acreditada como su descubridora en la historia modernista.



Fotografía de artistas en el exilio en el apartamento de Peggy Guggenheim en Nueva York, 1942
Primera fila, de izquierda a derecha: Stanley William Hayder, Leonora Carrington, Frederick Kiesler, Kurt Seligmann. Detrás: Max Ernst, Amadee Ozenfant, Andre Breton, Fernand Leger, Berenice Abbott. Última fila: Jimmy Ernst, Peggy Guggenheim, John Ferren, Marcel Duchamp ; Piet Mondrian. 



Además, Man Ray , Tanguy , Brancusi, Frederic Kiesler, Breton o los escritores Samuel Beckett o Djuna Barnes, así como sir Herbert Read o la anarquista Emma Goldman ( una de las defensoras de la libertad de la mujer) fueron sus amigos. Esta última fue, quizás, quien mejor que nadie conoció la bonhomía (*) de su benefactora cuando estando exilada de Estados Unidos, recibió como regalo de Peggy una casa en Saint-Tropez.

A partir de este momento la voracidad de Peggy por las obras de vanguardia era cada día más extrema. Su lema se volvió “ Compra una obra cada día ”. Gracias a la posibilidad económica de poder obedecer a dicha premisa, su colección se tornó inmensa. Así consiguió ser dueña y hacedora de una de las colecciones más admiradas de arte moderno del mundo.

La colección permanente incluye obras maestras del cubismo, el futurismo, la pintura metafísica, Europeo abstraccionismo, el surrealismo y el Expresionismo Abstracto Americano.



Peggy Guggenheim en la sala surrealista de Art of This Century 



Con el estallido de la guerra volvió a su país, Estados Unidos. En Nueva York abrió una galería de arte moderno, Art of This Century. En este lugar, Peggy descubrió el expresionismo abstracto de Jackson Pollock. 


Su galería acogió las primeras muestras del artista. Peggy le pagaba cada mes y le organizaba exposiciones. Se convirtió en su mecenas. Diariamente, Peggy iba acompañada de sus perros a la galería. De noche, organizaba fiestas salvajes a las cuales asistían invitados del medio artístico. Tras varios años en América, se instaló en la ciudad más romántica de Italia, Venecia, y buscó un palacio para vivir ella y sus perros.










Compró el Palazzo Venier dei Leoni, un palacio inacabado del siglo XVIII, donde instaló un museo privado para su enorme colección de cuadros y esculturas a orillas del Gran Canal. A este museo le dedicó los últimos años de su vida, rodeada siempre de una alborotada jauría de mascotas y mimetizada con la ciudad, adquiriendo cierto aire de misterio y de sofisticación. 



Peggy in Palazzo Venier dei Leoni 



Deambulaba por sus jardines prósperos de bronces y mármoles, ataviada con excéntricas vestimentas, lentes oscuras y originales accesorios que la dotaban de una enigmática belleza. Así reinó en el palacio renacentista como una antigua emperatriz oriental. Abrió las puertas de su palacio al público durante varios años. 

Hoy, el palacio acoge el Museo Guggenheim de Venecia. Su costumbre de organizar fiestas siguió vigente y en su casa se reunían celebridades como Yoko Ono o Truman Capote. A principios de los años 60 dejó de coleccionar, si bien prestaba sus obras a exposiciones.


“No soy una coleccionista. Soy un museo” 


Se casó en primeras nupcias con el escritor Lawrence Vail, con quien compartió un matrimonio en donde florecían las escenas violentas, los insultos y los maltratos verbales y físicos, contrastando con la belleza, la elegancia y la sofisticación de los ambientes que frecuentaban. Su genial marido, bon vivant, bohemio, alcohólico y agresivo, no dudaba en denigrarla arrojándole cualquier objeto que se le cruzara, ya fuera en la privacidad del hogar, ya en la esfera pública, la calle o un restaurante, siempre eran lugares aptos para agredirla. 


De la amarga unión nacieron dos hijos, Sindbad y Jezebel ( a la que llamaban Pegeen ). Tras soportar siete años de abuso de Lawrence Vail, huyó con John Holms. La muerte de John a causa de un infarto fue un duro golpe para ella. Después entraría en su vida Douglas Garman, más tarde llegarían el escritor Samuel Beckett y el artista Max Ernst.


Peggy con Max Ernst 



Los últimos capítulos de su vida fueron desoladores. Su hija Pegeen cayó en una profunda depresión consumida por agudas inestabilidades mentales y, luego de años de tortuosa existencia, se suicidó en 1967. Peggy nunca pudo sobreponerse a esa tragedia y se recluyó por completo en sus aposentos venecianos. En 1979 murió a causa de una apoplejía y sus cenizas fueron enterradas en una esquina del jardín del Palazzo Venier, cerca del lugar donde ella solía dar sepultura a sus mascotas.









Fuentes:




Teresa Vallbona, Grandes mujeres, el lado femenino de la historia. Editorial Océano S.L. 2010

http://mujeresdeleyenda.blogspot.com (Me encanta este blog)


GLORIA FUERTES - VANGUARDISTA INGENUA

"Aún te veo, río de mi vida,
con los ojos que miran las montañas.
Yo era una montaña con almendros
montaña solitaria.."







Gloria Fuertes, la mujer fuerte pero sensible, se enfrenta a los hombres en cuanto a seres sexuados dominantes en una sociedad patriarcal pero, al mismo tiempo, se pone a disposición de cualquier alma, sin distinciones, que la pueda necesitar a ella o a su poesía. 

Ayuda a todo el que lo necesita sin distinciones, ya sea "en las tabernas/ también en los tranvías/... en los teatros/ y en los saldos.../ Hago una vida extraña". "Desde siempre" dice "mi alma cabalgando al revés", pues su voz, lo sabe bien, recuerda muchas veces a una "isla ignorada del océano eterno", refiriéndose a esa sociedad que le hacía humo, que no la quería ni leía, una sociedad toda llena de prejuicios hipócritas:


"Soy como esa isla que ignorada
late acunada por árboles jugosos
en el centro de un mar
que no me entiende,
rodeada de nada (...)"



Y sin embargo no ceja en su empeño de ponerle buena cara a la vida "en este juego de cartas que es la vida/ gana el que más sonrisas ponga sobre el tapete". A fin de cuentas la vida, como el amor y como el arte, es una mezcla de risas y de lágrimas:



"La vida es una mezcla
de día noche
risa llanto
trabajo descanso
bienestar tormento.

El arte es una mezcla
de blanco negro
alegre triste
abstracto real
vulgar genial.

El amor es una mezcla
de ternura odio
libertad esclavitud
diálogo incomunicación
verdugo víctima
entrega infidelidad
placer dolor
aseveración contradicción".




Y es que para Gloria Fuertes el amor no debe ser algo organizado por la sociedad, sino que debe ser algo natural, algo de lo que disfrutar con la persona que quieras, puesto que lo único que importa es el disfrute, pese al dolor que le provoca el saber que es algo pasajero:



"Lo que me enerva es,
saber que estás de paso,
y aún así,
no acariciar bastante
atardeceres cuerpos,
risas,
manos,
muslos,
senos,
hombros,
brazos".




Fue una vanguardista ingenua, una mujer que, sin alharacas, defendió la heterodoxia de su amor y estuvo siempre al lado de los oprimidos y los pobres, a quienes dedicó su poesía.

La poesía, para Fuertes, "es un milagro… es un misterio, que cura las heridas del alma y que subvierte las injusticias del sistema usando una mirada femenina, "pomada necesaria", aspirina inmensa (que, si cura) será poesía de verdad".

Aspirina que cura la soledad de la vida y las injusticias de la sociedad y que, bajo una aparente ingenuidad, mezcla la alta y la baja cultura rompiendo las verdades monológicas de la sociedad desde un punto de vista femenino. 




En 1954 Gloria Fuertes editó Antología y poemas del suburbio, que debido a la censura, tuvo que hacerlo fuera de España, en la Colección Lírica Hispana. Quizá es uno de sus libros más emblemáticos.

El libro se estructura en dos partes, Antología, con 23 poemas en los que ya aparecen los grandes temas de Gloria, ya presentes en su anterior poemario, Isla Ignorada: la vida, la muerte, el amor, la soledad, Dios, solidaridad, injusticia y la paz. La segunda parte es Poemas del suburbio, con 9 poemas, escritos en primera persona.


"Yo no sé si mi poesía es social, mística, triste, graciosa o qué, pero si esto no es poesía social, que venga Dios y lo vea"





Vindica la voz y la figura de la mujer, su posición en la sociedad y su cuerpo, desde cuyos ovarios y senos escribe. Poeta que se autodenomina madre de todos aquellos que sufren ya sean éstos obreros, mendigos, travestís, homosexuales o prostitutas. Poeta que canta, ante todo, a la vida desde su propia femineidad.


OTRA VEZ EL AMOR


El amor todo lo soporta.
El amor siempre va con el perdón a cuestas,
con el corazón en la mano,
con la verdad en la boca,
con el beso en los ojos,
con la ternura en el llanto.
El amor tiene vocación de santo,
pero no pasa de mártir.


LIBERTAD


También se puede encontrar la libertad
en solitario,
en-cerrado
entre cuatro papeles,
es decir ¡libre!
Claro que es una libertad canija.
La libertad robusta
sólo la sentiréis encadenados
aprisionados
casi ahogados
en los brazos de quien amas y te ama.



EL CORAZÓN DE LA TIERRA


El corazón de la Tierra
tiene hombres que le desgarran.
La Tierra es muy anciana.
Sufre ataques al corazón
—en sus entrañas—.
Sus volcanes,
laten demasiado
por exceso de odio y de lava.

La Tierra no está para muchos trotes
está cansada.
Cuando entierran en ella
niños con metralla
le dan arcadas.




LA GENTE DICE


La gente dice:
"Pobres tiene que haber siempre"
y se quedan tan anchos
tan estrechos de miras,
tan vacíos de espíritu,
tan llenos de comodidad.

Yo aseguro
con emoción
que en un próximo futuro
sólo habrá pobres de vocación.




SIEMPRE CON LOS COLORES A CUESTAS


No olvido cuando rojos y negros
corríamos delante de los grises
poniéndoles verdes.

Cuando rojos y verdes
temblábamos bajo los azules (de camisa)
bordada en rojo ayer.
Asco color marrón
que siempre huele a pólvora.
Páginas amarillas leo hoy
para encontrar a un fontanero
que no me clave.
Siempre con los colores a cuestas.
Siempre con los colores en la cara
por la vergüenza de ser honesta.
Siempre con los colores en danza.
Azul contra rojo
negro contra marrón
como si uno fuera Dalí o Miró.




PRESENTIMIENTOS


Presiento la rosa en el tallo dormido,
presagio la caricia y presiento la pena.
Y el beso que han de darme,
y el llanto no nacido
humedece mis dedos
y entristece mis venas.
Presiento que me quiere
quien no puede quererme.
Presiento mis insomnios
y el llorar de una estrella.
Yo presiento su risa
-y en mis versos su huella-.
Y la risa que pasa,
y la duda que seca.
Todo presiento, todo,
lo que pasa en la tierra:
la caricia y el llanto,
el beso y el poema.
Que aunque puedo ser madre,
yo soy como un poeta.



ALGO SUCEDE


Algo me pasa que en mi pecho existe.
Vuelan hormigas y discurren peces.
Suena la sangre y el tambor convoca.
Hay un incendio cerca de mi pulso.
De nuevo el tigre lanza su mensaje.
Tiene mi cama sed de otra figura.
Vuelven las venas a cantar presagios.
Torna el insomnio con sus mil disfraces.
Lavo mis manos para hacerlas suyas,
peino el cabello, río a las vecinas.
Y cuanto miro se convierte en agua.
¡Esto es amor y lo demás miseria!






*.- Los poemas de Gloria Fuertes son hoy más necesarios que nunca. En una sociedad como la actual en que todos los valores están en crisis, se impone una reflexión profunda y seria, sin tapujos como la que hizo Gloria Fuertes. Lamentablemente, no se le ha dado la valía que merece, aunque aún se está a tiempo.