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domingo, 20 de marzo de 2016

SOY ANTONIN ARTAUD - EL OMBLIGO DE LOS LIMBOS


"Artaud, la cara de mis alucinaciones. Los ojos alucinados. Los rasgos angulosos, tallados por el dolor. El hombre soñador, diabólico e inocente, frágil, nervioso, potente. Realmente es un hombre alucinado y alucinante… es un decadente quebrantado y tembloroso, otro "decadente entusiasta", opio, quizá. Sus ojos trascienden lo que miran. La cara demacrada, la malicia, la pasión, la violencia".

Anaïs Nin, 12 de Marzo de 1933.







¿Quién soy?
¿De dónde vengo?
Soy Antonin Artaud
y apenas yo lo diga
como sé decirlo
inmediatamente
verán mi cuerpo actual
estallar
y recogerse
bajo diez mil aspectos notorios
un cuerpo nuevo
en el que ustedes no podrán
nunca jamás
olvidarme.


*****



"No me parece que lo más urgente sea defender una cultura cuya existencia nunca ha liberado a un hombre de la preocupación de vivir mejor y de tener hambre, sino extraer de aquello que se llama cultura ideas cuya fuerza viviente es idéntica a la del hambre."



*****



EL OMBLIGO DE LOS LIMBOS


Allí donde otros exponen su obra yo sólo pretendo mostrar mi espíritu. 
Vivir no es otra cosa que arder en preguntas. No concibo la obra al margen de la vida. 
No amo en sí misma a la creación. Tampoco entiendo el espíritu en sí mismo. Cada una de mis obras, cada uno de los proyectos de mí mismo, cada uno de los brotes gélidos de mi vida interior expulsa sobre mí su baba. 
Estoy en una carta escrita para dar a entender el estrujamiento íntimo de mi ser, tanto como estoy en un ensayo exterior a mí mismo y que se me presenta como una indiferente incubación de mi espíritu. 
Sufro que el Espíritu no halle lugar en la vida y que la vida no se encuentre en el Espíritu, sufro del Espíritu-órgano, del Espíritu-traducción o del Espíritu-atemorizante-de-las-cosas 
para hacerlas ingresar en el Espíritu. Yo dejo este libro colgado de la vida, deseo que sea 
masticado por las cosas exteriores y en primer término por todos los estremecimientos acuciantes, todas las vacilaciones de mi yo por venir. 
Todas estas páginas se arrastran en el espíritu como témpanos. Perdón por mi total libertad. Me niego a hacer diferencias entre cada minuto de mí mismo. No acepto el espíritu planeado (...)

Doctor, 

Hay un asunto sobre el cual hubiera querido insistir: es el de la relevancia de la cosa sobre la cual operan sus inyecciones; esta especie de languidecimiento esencial de mi ser, esta disminución de mi estiaje mental, que no quiere decir, como podría creerse, un rebajamiento cualquiera de mi moralidad (de mi alma moral) o ni siquiera de mi inteligencia, sino más bien de mi intelectualidad servible, de mis recursos razonantes, y que se relaciona más con el 
sentimiento que tengo yo mismo de mí mismo yo, que con lo que pongo de manifiesto a los demás de él. 
Esta vitrificación sorda y polimorfa del pensamiento que en cierto momento elige su forma. Hay una vitrificación inmediata y llana del yo en el centro de todas las posibles formas, de todos los modos posibles del pensamiento. 
Y, señor Doctor, ahora que usted está bien enterado de lo que puede ser alcanzado en mí (y curado por las drogas), de la zona de conflicto de mi vida, espero que sabrá suministrarme la cantidad suficiente de líquidos sutiles, de reactores especiosos, de morfina mental, capaces de 
sobreponer mi abatimiento, de enderezar lo que cae, de juntar lo que está separado, de reparar lo que está destruido. 

Le saluda mi pensamiento



*****



Antonin Artaud. (1895 - 1948). Poeta, dramaturgo y actor francés, creador del estilo del teatro de la crueldad, fuente teórica más importante del Teatro del absurdo.

Considerado uno de los grandes escritores malditos del siglo, su labor entre los hombres fue la de explorarse a sí mismo, una aterradora, obsesiva e implacable búsqueda de la verdad intrínseca que le llevó a los estados más calamitosos de abandono vital, de debilidad y autodestrucción.

Es uno de esos turbadores personajes de la poesía y el arte contemporáneo al que nunca podremos clasificar ni juzgar con ecuanimidad.





"He entrado en la literatura escribiendo libros para decir que no podía escribir absolutamente nada; cuando tenia algo que decir o escribir, mi pensamiento era lo que más se negaba. Nunca tenía ideas, y dos o tres pequeños libros de setenta páginas cada uno giran sobre esta ausenciaprofunda, inveterada, endémica, de toda idea. Son L' Omblic des limmbes y Les Pèse-Nerfs".



Autorretrato, 1915

Autorretrato, 1946



"No es posible que al fin el milagro no estalle

He sido demasiado castigado

Me he atormentado demasiado en el mundo

He trabajado demasiado para ser puro y fuerte

He perseguido demasiado al mal

He buscado demasiado tener un cuerpo limpio".






Fuente:



sábado, 19 de marzo de 2016

LA INTELIGENCIA COME MUCHA ALMA

René Magritte, "El amor desarmado", 1935


Hay estados del alma incomprensibles, para mí y para la gente que me rodea. ¿Qué significa en realidad sentirse mal? 
¿Por qué está tan mal visto tener a alguien cerca que se encuentra mal? 
¿Es que el ser humano se ha vuelto insensible? 
¿Tendrá que ver con el mundo que vivimos? 
Parece que sólo nos gusta ver a nuestro alrededor a personas alegres, vivas, sonrientes, personas que sepan fingir con una mueca o que tengan un cerebro selectivo en donde sólo vean felicidad a su lado. Y sólo valoramos que tengan una capacidad de lucha superior a su mundo interior. Y nos repatea contemplar a un ser querido que esté triste, angustiado, débil, aplastado, ¿por qué? yo creo que porque nos recuerda la realidad, la que ahora es difícil admitir, es decir, contemplar un mundo en donde impera la venda en los ojos para poder sobrevivir, no ver ni oír ni sentir para poder seguir en él sin emoción alguna, como autómatas,  un mundo hecho sólo para personas sin alma. Egoísta y cruel. 
Y, como siempre digo, me niego rotundamente. 

Y a propósito de estas reflexiones, el gran Vicente Huidobro escribió un poema que me cala el alma:

Canto I

(..) ¿Por qué un día de repente sentiste el terror de ser?
Y esa voz que te gritó vives y no te ves vivir
¿Quién hizo converger tus pensamientos al cruce de todos los vientos del dolor?
Se rompió el diamante de tus sueños en un mar de estupor
Estás perdido Altazor
Solo en medio del universo
Solo como una nota que florece en las alturas del vacío
No hay bien no hay mal ni verdad ni orden ni belleza
¿En dónde estás Altazor?

La nebulosa de la angustia pasa como un río
Y me arrastra según la ley de las atracciones
La nebulosa en olores solidificada huye su propia soledad
Siento un telescopio que me apunta como un revólver
La cola de un cometa me azota el rostro y pasa relleno de eternidad.

Buscando infatigable un lago quieto en donde refrescar su tarea ineludible
Altazor morirás. Se secará tu voz y serás invisible
La tierra seguirá girando sobre su órbita precisa
Temerosa de un traspiés como el equilibrista sobre el alambre que ata
las miradas del pavor.

En vano buscas ojo enloquecido
No hay puerta de salida y el viento desplaza los planetas
Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar
¿No ves que vas cayendo ya?
Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
Y si queriendo alzarte nada has alcanzado 
déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra 
Sin miedo al enigma de ti mismo 
Acaso encuentres una luz sin noche
Perdida en las grietas de los precipicios. 


Cae
Cae eternamente
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo del tiempo
Cae al fondo de ti mismo
Cae lo más bajo que se pueda caer
Cae sin vértigo
A través de todos los espacios y todas las edades
A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los naufragios
Cae y quema al pasar los astros y los mares
Quema los ojos que te miran y los corazones que te aguardan
Quema el viento con tu voz
El viento que se enreda en tu voz
Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos .. (..)


BERTRAND RUSSELL - PRINCIPIOS DE RECONSTRUCCIÓN SOCIAL

"Tres pasiones, simples pero abrumadoramente fuertes, han gobernado mi vida: el anhelo de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad."






Yo quiero preguntar: ¿qué es lo que constituye la maldad fundamental de nuestra sociedad moderna, lo que nosotros debemos abolir?

Hay dos contestaciones posibles a esta pregunta, y estoy seguro de que muchísima gente, de buena fe, se decidiría por la falsa. Respondería: la pobreza, cuando debería contestar: la esclavitud

Frente a frente cada día con los contrastes vergonzosos de la riqueza y la miseria, de grandes dividendos y pequeños sueldos, y dolorosamente consciente de la futilidad de intentar ajustar el equilibrio por medio de la caridad privada o pública, esta gente contestaría fríamente que quieren la abolición de la miseria.

La miseria es el síntoma; la enfermedad es la esclavitud. 

Los extremos de riqueza y miseria siguen inevitablemente a los extremos de libertad y esclavitud. La mayoría no está esclavizada porque es pobre, sino pobre porque está esclavizada. A pesar de ello, los socialistas han fijado demasiado frecuentemente su atención en la miseria material de los pobres, sin darse cuenta de que ésta se basa en la degradación espiritual del esclavo




¿Qué podemos hacer en bien del mundo mientras vivimos? 


En la vida cotidiana de la mayoría de las personas el miedo desempeña un papel de mayor importancia que la esperanza; están preocupadas pensando más en lo que los otros les puedan quitar que en la alegría que pudiesen crear en sus propias vidas y en las vidas de los que están en contacto con ellas.

No es así como hay que vivir. Aquellos cuyas vidas son provechosas para ellos mismos, para sus amigos o para el mundo, están inspirados por una esperanza y sostenidos por la alegría; ven en su imaginación las cosas como pudieran ser y el modo de realizarlas en el mundo. 

En sus relaciones particulares no se preocupan de encontrar el cariño o respeto de que son objeto; están ocupados en amar y respetar libremente, y la recompensa viene por sí, sin que ellos la busquen. En su trabajo no tienen la obsesión de los celos por sus rivales, sino que están preocupados con la cosa actual que tienen que hacer. No gastan en política, tiempo ni pasión defendiendo los privilegios injustos de su clase o nación; tienen por finalidad hacer el mundo en general más alegre, menos cruel, menos lleno de conflictos entre doctrinas rivales y más lleno de seres humanos que se hayan desarrollado libres de la opresión que empequeñece y frustra.


Muchos hombres y mujeres desearían servir a la Humanidad, pero están perplejos y su poder parece infinitesimal.  La desesperación se apodera de ellos; los que tienen las pasiones más fuertes sufren más por el sentido de su impotencia y están más propensos a la ruina espiritual por falta de esperanza. 

En tanto que creamos solamente en el inmediato futuro, no es mucho lo que podemos hacer. 
No podemos destruir el excesivo poder del Estado o de la propiedad privada.  

No podemos, en estos momentos y entre nosotros, llevar una nueva vida a la educación.  

Debemos reconocer que el mundo está gobernado con un espíritu erróneo y que un cambio de espíritu no puede venir de un día a otro.  

Debemos poner nuestras esperanzas en el mañana, tiempo en que lo que se piensa hoy por unos pocos sea el pensamiento común de muchos.  

Si tenemos valor y paciencia podemos pensar los pensamientos y sentir las esperanzas porque, más pronto o más tarde, serán inspirados los hombres, y la debilidad y el desaliento se convertirán en energía y ardor.  

Por esta razón, lo primero que debemos hacer es ser claros en nuestras propias mentes en cuanto a la clase de vida que creemos buena y a la clase del cambio que deseamos en el mundo. 






Bertrand Russell, capítulo VIII. "Lo que debemos hacer", "Cómo se puede organizar el mundo". (fragmentos), escrito en 1918.

















viernes, 18 de marzo de 2016

HENRI MATISSE Y SU SERIE LAS ODALISCAS - EXPERIENCIA VIVIDA CASI EN ÉXTASIS


"Sin pasión no hay arte". H.M.





La serie "Las Odaliscas" cubre un período que va desde 1920 a 1927.



"Las odaliscas fueron el fruto numeroso de una feliz nostalgia, de un bello y vivo sueño y de una experiencia vivida casi en éxtasis, de los días y las noches sumergido en la magia de un clima. Una necesidad imperiosa de expresar este éxtasis, esta indolencia divina, en los ritmos coloreados, ritmos de figuras y colores solares y gustosos". (escribió el pintor a André Verdet).











"Con las odaliscas no renuncio a lo que recientemente había ganado, sino que vuelvo a una vibración de la profundidad, admito de nuevo un cierto modelado y vuelvo a tomar posesión de un espacio donde el aire vuelve a circular. De este modo se plantea un problema para mi: armonizar, equilibrar los tonos puros y los semitonos con el fin de asegurar el acorde y la unidad rítmica del cuadro ante el peligro que pueden constituir las estridencias cromáticas". (escribió el pintor a André Verdet).















"He decidido guardarme los tormentos e inquietudes para no expresar más que la belleza del mundo y la alegría de pintar”.“¿cómo puede hacerse arte sin pasión? El artista domina más o menos, pero es la pasión la que motiva su obra. Se dice que todo mi arte viene de la inteligencia. No es cierto: todo lo hice por pasión".














Litografías en papel de su serie Las Odaliscas.


Lo primero que llama la atención de su obra gráfica es la ausencia de color. El rey del cromatismo, una de las paletas más vibrantes de la pintura de principios del XX, opta conscientemente por prescindir del color y centrarse en la pureza de la línea. Y así surgen estas bellísimas obras de una elegancia y sensualidad extraordinarias:



Gran odalisca con pantalón de rayas, 1925


Desnudo tumbado junto a un frutero, 1926

Odalisca de pie y bandeja de frutas, 1926

Odalisca sentada con falda de tul, 1926


Torso con aguamanil, 1926



Entre noviembre de 1910 y enero de 1911, el pintor francés Henri Matisse viajó a España sin un claro objetivo. Visitó Madrid, Sevilla, Córdoba, Granada, Toledo y Barcelona. El impacto de lo que contempla le inspiran muchas obras. La huella de los artesonados o de los yesos que adornan los interiores de la Alhambra están presentes en los fondos de sus composiciones.


Ahora se puede precisar que la visita a Granada fue definitiva en su obra, tal como se lee en las cartas que envía a su esposa y a sus amigos desde Andalucía en las que habla con fascinación de la forma en que la luz se filtra por las celosías o del paraíso de fuentes y de árboles que envuelve los palacios ( Ahí siguen los castaños, olmos, chopos, palmeras y cipreses) . 


Pero puede que sea en las odaliscas donde más se pueda percibir la influencia granadina. 

Pinta la primera en 1921 en un momento en el que lo que le interesa es investigar el desnudo femenino. Estas mujeres semidesnudas envueltas en transparencias y rodeadas de telas preciosas, tienen tal éxito que llega a pintar más de cien. 

La mayor parte son peticiones de coleccionistas americanos. Casi siempre utiliza la misma modelo, la bailarina Henriette Darricarrere, una bellísima mujer con la que se le puede ver aquí retratado en numerosas fotografías de la época.






"He decidido guardarme los tormentos e inquietudes para no expresar más que la belleza del mundo y la alegría de pintar".