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domingo, 15 de marzo de 2015

OLIVERIO GIRONDO

"Nada ansío de nada,
mientras dura el instante de eternidad que es todo,
cuando no quiero nada.."

DIEGO RIVERA


A PLENO LLANTO


Y entretanto lloremos
tomados de la mano.

Lloremos. ¡Sí! Lloremos
amargo llanto verde,
sustancias minerales,
azufre, mica, arena,
cristales fracasados,
humilladas tachuelas,
ardientes lagrimones
de lacre derretido.

Lloremos junto al humo,
desnudos, entre ruinas,
en medio de la calle,
de la sangre, del lodo,
debajo de la tierra,
en el agua, en el aire,
entre mástiles rotos
y piernas amputadas.

Que se abran las esclusas

del reprimido llanto
y lloremos, a gritos
estentóreos, salvajes,
el mentón tembloroso,
sin compás, ni guitarra,
las mejillas chorreantes,
los párpados acuosos.

Lloremos la familia,
el vino derramado,
las momias, la victoria,
las plazas desoladas,
la usura, el terciopelo,
el pan de cada día,
las noches gemebundas,
las muertas catedrales.

Lloremos por las uñas,
por los pies, por los dientes,
lacios chorros tranquilos
de lágrimas salobres,
murmurantes arroyos
que enternezcan las piedras,
cataratas de llanto
de estruendosos modales.

Lloremos y lloremos,
impudorosamente,
sin tregua, ni descanso,
durante largos años,
por más que estalactitas
de lágrimas espesas
ericen las riberas
de nuestros lagrimales.

Lloremos, con la lluvia,
un llanto monocorde
que anegue la codicia,
el pasto, las heridas;
nos limpie la garganta,
el alma, los bolsillos,
traspase la tristeza,
la angustia, la memoria.

Lloremos. ¡Ah! Lloremos
purificantes lágrimas,
hasta ver disolverse
el odio, la mentira,
y lograr algún día
—sin los ojos lluviosos—
volver a sonreírle
a la vida que pasa.



PAUL KLEE, Las ciudades


EXPIACIÓN

Allí,
bajo la tierra,
más lejos que los ruidos,
que el polvo,
que las tumbas;
más allá del azufre,
del agua,
de las piedras;
allí,
en lo convulso,
donde todo se parte,
donde todo se funde,
en ígneo cataclismo,
en calcinante escoria,
en bullente derrumbe,
en mineral catástrofe;
allí, allí,
en cráteres
inestables,
voraces,
en fétidos apriscos,
en valles torturados;

allí,
en lo caótico;
sumido,
amalgamado
en una pasta informe,
viscosa,
putrefacta;
las lenguas carcomidas por vocablos hipócritas,
los pulmones que criban anhelos de serpiente,
las esponjosas manos embebidas de usura,
las vísceras heladas de batracios humanos,
los sexos que trafican disfrazados de arcángeles,
las vértebras roídas por rencores insomnes,
todo, todo
hacinado,
revuelto,
confundido,
en un turbio amasijo
de infección
y de pústulas;
adentro del estruendo,
hundido en el abismo,
en una pira enorme
de expiación,
de exterminio.
Allí,
en lo profundo,
debajo de la tierra.

ORGÍA, .. (y todo era amor) ROBERT AUER


7

¡Todo era amor... amor! No había nada más que amor. En todas partes se encontraba amor. No se podía hablar más que de amor.

Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos. Amor analizable, analizado. Amor ultramarino. Amor ecuestre.

Amor de cartón piedra, amor con leche... lleno de prevenciones, de preventivos; lleno de cortocircuitos, de cortapisas.

Amor con una gran M, con una M mayúscula, chorreado de merengue, cubierto de flores blancas...

Amor espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado, amor untuoso...

Amor con sus accesorios, con sus repuestos; con sus faltas de puntualidad, de ortografía; con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.

Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos. Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas, que arranca los botones de los botines, que se alimenta de encelo y de ensalada.

Amor impostergable y amor impuesto. Amor, incandescente —y amor incauto.

Amor indeformable. Amor desnudo. Amor-amor que es, simplemente, amor.

Amor y amor... ¡y nada más que amor!



Oliverio Girondo


LA DANZA DE LOS MALDITOS, O DE LOS ESPECTROS - DESVARÍO DOMINGUERO

Danza de los espectros o la creación de las aves, Remedios Varo

Es ley mundial, parece, aparentar.
O lo que es lo mismo, esconderse en el yo no hice nada y tengo la conciencia tranquila.
Es ley, tristemente, que prevalezca la hipocresía,
y, así, poder seguir en este mundo tan falso.
Es lo más fácil,
pero cuando conoces a un ser humano (y hay muchos) que dice las verdades a la cara, sin importarle el qué dirán, entonces, son tachados de locos, o lo que es peor, se les excluyen de esta sociedad podrida.
No piensan como los demás, no obedecen leyes impuestas.
Van por la vida a trancas y barrancas, porque se les mira mal, porque son distintos, porque no tragan lo que les dicen que hay que pensar.
Y, si callan, les critican que son cobardes,
y si respetan
y si se alejan de la sociedad
y si lloran, si padecen, si se enrabietan, si gritan, 
se alejan de ellos, 
no son queridos
no son admirados
no están dentro del sistema.

Y, por mucho que digan algunos que no, que ellos no son así, que ellos respetan a los incomprendidos, a los invisibles, que ellos sí empatizan,
que ellos luchan a diario por un mundo mejor,
que que que
sus actitudes diarias les delatan.

Y, ¿cómo se puede vivir, entonces, en una sociedad tan hipócrita?

Desde luego que no se puede, por ahí quedarán los que les gusta pintar de colores su cuadro personal, para así mentirse más, si eso se puede, a sí mismos.

También existen los cuadros reales, los que no son bonitos para la sociedad porque muestran la crueldad del ser humano.

Yo estoy con estos últimos, mujer de grandes defectos pero que sueña incesantemente por un mundo libre, 
libre de pensamiento
donde seamos capaces de mirarnos a los ojos y decirnos verdades, aunque duelan, de conquistar nuestra dignidad y dejar ese legado a los más jóvenes.


sábado, 14 de marzo de 2015

6 POEMAS DE JUAN GELMAN, REGADOS CON LAS MUJERES DE JAN SLUIJTERS



"Llena de signos y de árboles,
ella cruza la noche como un fuego o un río,
asciende en el silencio y la memoria,
es infinita como un hecho,
la existo, la conduzco, yo soy su certidumbre.."



Jan Sluijters

La más mujer del mundo

sonríe como un cómplice
bajo el calor suelta sus animales bellos desnudos
indolentes
y recorren la tierra llenándola de ansias de carne
en libertad
ella prepara sus abismos
ninguno la conoce
en la mitad de la noche me despierta la oigo
cómo enciende su furor
y las crepitaciones
de rostros que ella quema lentamente
contra su voluntad


Jan Sluijters

El infierno verdadero

Entre las 5 y las 7,
cada día,
ves a un compañero caer.
No pueden cambiar lo que pasó.
El compañero cae,
y ni la mueca de dolor se le puede apagar,
ni el nombre,
o rostros,
o sueños,
con los que el compañero cortaba la tristeza
con su tijera de oro,
separaba,
a la orilla de un hombre,
o una mujer.
Le juntaba todo el sufrimiento
para sentarlo en su corazón
debajito de un árbol
El mundo llora pidiendo comida
Tanto dolor tiene en la boca
Es dolor que necesita porvenir
El compañero cambiaba al mundo
y le ponía pañales de horizonte.
Ahora, lo ves morir,
cada día.
Pensás que así vive.
Que anda arrastrando
un pedazo de cielo
con las sombras del alba,
donde, entre las 5 y las 7,
cada día,
vuelve a caer, tapado de infinito.


Jan Sluijters, amor celestial, amor terrenal


Nota IV

el temor a la vejez ¿envejece?
el temor a la muerte ¿enmuerta?
¿qué estoy haciendo con los miles yo
de compañeros muertos?
¿me estoy enmuerteando yo?
¿acaso les temo/amados?
¿te acaso temo paco/cara
como una alegría humana?
¿o los envidio yo tal vez?
¿o los envidio yo tal vez?/
¡juntos como anduviéramos ahora
sin sufrir propio y ajeno?
¿pero por qué me lloro en vos-
otros pedazos de mi vida?
¿acaso puedo al fin llorar?
¿puedo por fin al fin llorar?


Jan Sluijters

Gotán


Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.

Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.

Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.

Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté,
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.


Jan Sluijters

Estoy sentado como un inválido en el desierto de mi deseo de ti

Me he acostumbrado a beber la noche lentamente,
porque sé que la habitas, no importa dónde,
poblándola de sueños.

El viento de la noche abate estrellas temblorosas en
mis manos, que aún no se conforman, viudas inconsolables
de tu pelo.


En mi corazón se agitan los pájaros que en él sembraste
y a veces les daría la libertad que exigen
para volver a ti, con el helado filo del cuchillo.

Pero no puede ser. Porque estás tan en mí, tan viva
en mí, que si me muero a ti te moriría.

Jan Sluijters

Fábricas de amor

I

Y construí tu rostro.
Con adivinaciones del amor, construía tu rostro
en los lejanos patios de la infancia.
Albañil con vergüenza,
yo me oculté del mundo para tallar tu imagen,
para darte la voz,
para poner dulzura en tu saliva.
Cuantas veces temblé
apenas si cubierto por la luz del verano
mientras te describía por mi sangre.
Pura mía
estás hecha de cuántas estaciones
y tu gracia desciende como cuántos crepúsculos.
Cuántas de mis jornadas inventaron tus manos.
Qué infinito de besos contra la soledad
hunde tus pasos en el polvo.
Yo te oficié, te recité por los caminos,
escribí todos tus nombres al fondo de mi sombra
te hice un sitio en mi lecho,
te amé, estela invisible, noche a noche.
Así fue que cantaron los silencios.
Años y años trabajé para hacerte
antes de oír un solo sonido de tu alma.

II

Alza tus brazos, ellos encierran a la noche,
desátala sobre mi sed,

tambor, tambor, mi fuego.
Que la noche nos cubra como una campana

que suene suavemente a cada golpe del amor.
Entiérrame la sombra, lávame con ceniza, cávame del dolor,

límpiame el aire:
yo quiero amarte libre.

Tú destruyes el mundo para que esto suceda,
tú comienzas el mundo para que esto suceda.


Jan Sluijters

III

Me has amado las manos y caerán con el otoño.
Has amado mi voz y está arrasada.
Mi rostro ha reventado sobre ti como una piedra
impura.
Me has amado y amado
para que huya de mí, señor de sombras.

Me has destruido para que yo sea luz humana
cantando
como las criaturas de tu sangre.


Jan Sluijters


IV

Que del recuerdo suba el olor de tu cuerpo y se
haga tu cuerpo.
Que la noche devuelva tu dulzura.
Que tus manos sean dadas por el temblor que dieron.
Que tus ojos regresen de todo lo mirado.

Paloma del amor
en vez
asciendes pura en libertad
giras y cantas como el cielo vas invadiendo el mundo.


Jan Sluijters


V

Como un niño te canto bajo la noche oscura.

Cofre de los secretos, juegos hondos,
temblores del otoño como pañuelos rápidos,
te canto allí para que seas.

Señora del candor,
con boca limpia digo uno a uno tus nombres,
pongo mi rostro en la penumbra que de ellos
desciende,
hago un gran fuego con tus nombres bajo la
noche oscura.

En realidad quiero decir: me haces andar contra la muerte.



Jan Sluijters



Juan Gelman

(Buenos Aires, 3 de mayo de 1930 - México DF, 14 de enero de 2014). Poeta, traductor y periodista argentino, está considerado como el poeta más importante de su generación.

La poesía se la inoculó la música de unos versos que no entendía, los de Pushkin, que recitaba en ruso su hermano mayor. Con nueve años, compuso sus primeros poemas para seducir a Ana, una chica de su barrio, un amor imposible porque ella tenía 11. Fracasó en la conquista, pero siguió escribiendo y 15 años después se dio cuenta de que quería ser poeta.


"Se ha instalado todo un sistema para recortarnos el espíritu"




Jan Sluijters (1881-1957) se puede considerar uno de los artistas más importantes del siglo XX dentro del grupo de los pintores figurativos holandeses.


Iniciado en la pintura en Amsterdam donde pasaría la mayor parte de su vida, sus primeros viajes a París y su contacto con los neo-impresionistas y fauvistas le marcaron profundamente, en especial su relación con Toulouse -Lautrec y Kees van Dongen. 
Un crítico llegó a afirmar que "la influencia del monstruo de Montmartre" (Kees van Dongen) era claramente visible en los contornos y el colorido de sus cuadros.



miércoles, 11 de marzo de 2015

FRIDA KHALO - SOY TAN EXTRAÑA COMO TÚ

Frida Khalo, autorretrato





"Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo, pero luego pensé, hay mucha gente así en el mundo, tiene que haber alguien como yo, que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino, e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y lees esto sepas que, sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú".

Frida Khalo

domingo, 8 de marzo de 2015

MARINA TSVIETÀIEVA - LIBERTAD SALVAJE

“A veces me parece que la vida es demasiado larga y cuando pienso que toda esa infinitud está compuesta de minutos! ¿Por qué todo el mundo piensa que soy fuerte y plena?, cuando sólo estoy plena de inspiración, igual que el pecho de respiración. La inspiración, la respiración, ¿será un contenido? En mí, siento el vacío y el fuego”. M. Tsvietáieva.


Mordidas de tiburón - Aniela Sobieski.

Libertad salvaje

Me gustan los juegos en que todos
son arrogantes y malignos,
en que son tigres y águilas
los enemigos.

Libertad salvaje
Que cante una voz altiva:
"¡Aquí, muerte, allí presidio!"
¡Luche la noche conmigo,
la noche misma!

Volando voy, tras de mí van las fieras;
y con el lazo en las manos yo me río
¡Ojalá la tormenta
me haga añicos!

¡Que sean héroes los enemigos!
¡Acabe en guerra el convite!
Que sólo quedemos dos:
¡El mundo y yo!




Marina Tsvietáieva. Poeta rusa, (1892-1941), Su poesía surgió de su personalidad profundamente compleja, su excentricidad y su uso cuidadoso del lenguaje. Entre sus temas figuran la sexualidad femenina, y la tensión de las emociones femeninas.


TRES POEMAS DE MARIO BENEDETTI, JUNTO AL EXTRAORDINARIO LIRISMO DE RICHARD DIEBENKORN

"Que entren amor y odio y voz y gritos
que venga la tristeza con sus brazos abiertos
y la ilusión con sus zapatos nuevos
que venga el frío germinal y honesto
y el verano de angustias calcinadas
que vengan los rencores con su niebla
y los adioses con su pan de lágrimas
que venga el muerto y sobre todo el vivo
y el viejo olor de la melancolía .. "

(M. Benedetti, fragmento de su poema "Contra los puentes levadizos")


Richard Diebenkorn

El amor es un centro

Una esperanza un huerto un páramo
una migaja entre dos hambres
el amor es campo minado
un jubileo de la sangre
cáliz y musgo / cruz y sésamo
pobre bisagra entre voraces
el amor es un sueño abierto
un centro con pocas filiales
un todo al borde de la nada
fogata que será ceniza
el amor es una palabra
un pedacito de utopía
es todo eso y mucho menos
y mucho más / es una isla
una borrasca / un lago quieto
sintetizando yo diría
que el amor es una alcachofa
que va perdiendo sus enigmas
hasta que queda una zozobra
una esperanza un fantasmita.


Richard Diebenkorn


Arcoíris

A veces
Por supuesto
Usted sonríe
Y no importa lo linda
O lo fea
Lo vieja
O lo joven
Lo mucho
O lo poco
Que usted realmente
Sea

Sonríe
Cual si fuese
Una revelación
Y su sonrisa anula
Todas las anteriores
Caducan al instante
Sus rostros como máscaras
Sus ojos duros
Frágiles
Como espejos en óvalo
Su boca de morder
Su mentón de capricho
Sus pómulos fragantes
Sus párpados
Su miedo

Sonríe
Y usted nace
Asume el mundo
Mira
Sin mirar
Indefensa
Desnuda
Transparente

Y a lo mejor
Si la sonrisa viene
De muy
De muy adentro
Usted puede llorar
Sencillamente
Sin desgarrarse
Sin desesperarse
Sin convocar la muerte
Ni sentirse vacía

Llorar
Sólo llorar

Entonces su sonrisa
Si todavía existe
Se vuelve un arco iris.


Richard Diebenkorn

Cotidiana II

Cuando a uno lo expulsan
A patadas del sueño
El amanecer es siempre una modorra
Se emerge de ese ensayo de muerte
Todavía sellado por la víspera
Si fue de odios con rezagos de odio
Si fue de amor con primicias de amor

Pero el día empieza a convocarnos
Y es distinto de todos los demás
Tiene otra lluvia otro sol otra brisa
También otras terribles confidencias

Así empieza el diálogo con la jornada
La discusión el trueque de rencores
Y de pronto el abrazo
Porque hay días repletos de soberbia
Días que traen mortales enemigos
Y otros que son los compinches de siempre
Días hermanos que nos marcan la vida

Así ocurren sabores
Sinsabores
Manos que son cadenas
Mujeres que son labios
Ojos que son paisaje

Y cuando al fin lo expulsan
A uno de la vigilia
Se emerge de ese ensayo de la vida
Con los ojos cerrados
Y despacito
Como buscando el sueño o la cruz del sur
se entra a tientas en la noche anónima.

Mario Benedetti

Richard Diebenkorn


Richard Diebenkorn, (1922-1993), pintor expresionista/abstracto americano. Vivió esos momentos en la vida de EEUU, en donde, unos pintores exaltaban lo bonito y lo que el público quería ver, pintaban una crónica de la vida perfecta y armoniosa, es decir, la realidad inexacta, los paisajes paradisíacos llenos de personas felices y siempre en perpetua sonrisa, y los otros (entre ellos él), que pintaban la individualidad y soledad del ser humano, la supervivencia a un país lleno de hambruna y desigualdad, la miseria que se vivía en esos años en N.Y. (1930). 

Diebenkorn definió su pintura como "Ia tensión bajo la calma". En sus cuadros se cruzan el neoimpresionismo, el fauvismo, el realismo americano, la creación abstracta y la figurativa.

Os dejo algunas de sus obras que más me gustaron: