Blog que difunde cultura, (poesía, arte, música, historia, política, desvaríos varios y reflexiones de todo tipo).
Pintura de H. Anglada Camarasa, "Sonia de Klamery, 1913.
Ellen Von Unwerth nació en Frankfurt. Tiene hoy 56 años y una carrera que ha marcado el paso a su ritmo.
Comenzó siendo modelo por 10 años antes de estar detrás de la cámara, y una vez que lo hizo sus inquietudes visuales la llevaron a explorar y sacar de sus modelos todo el erotismo que llevaban dentro.
Amor de mis amores mira que resulta raro esto de no haber tenido más que un hombre en mi vida. Y todavía más raro con la cantidad de mujeres que ha habido en la tuya...
Pues ya ves cómo son las cosas como decía Gerardo Diego: “Las naves por el mar, tú por tu sueño”.
No sé si este verso tiene algo que ver con nosotros pero ¿a que resulta bonito?
Sí amor mío después de tanto y tanto hemos acabado como al principio: tú cuidando de una niña huérfana y yo cuidando de un niño que no sabía cómo querer a su madre.
Y como la vida es tan rara pues aprendimos a vivir con lo que éramos.
Y ya no nos asusta la vida y estamos a punto de que tampoco nos asuste la muerte.
Francisca Aguirre (Alicante el 27 de octubre de 1930)
GEORGES BRASSENS. Solía acompañarse únicamente por una guitarra acústica y por su fiel Pierre Nicolas al contrabajo, aunque para las grabaciones añadía una segunda guitarra. Componía la mayoría de sus letras, aunque también musicó a muchos de sus poetas franceses favoritos, como Aragon, Hugo, Villon, Apollinaire o Antoine Pol.
Aquí tienes uno de los poemas de Pol, “Les passantes”, que viene a decir:
Quiero dedicar este poema a todas las mujeres que amamos durante algunos instantes secretos, a las que apenas conocemos, a las que un destino distinto les arrastra y ya no volvemos a ver más.
A la que vemos aparecer un segundo en su ventana y rápidamente se desvanece pero cuya esbelta silueta es tan graciosa y delicada que nos quedamos maravillados.
A la compañera de viaje cuyos ojos, encantador paisaje, hacen parecer corto el camino. Que somos los únicos en comprenderla y a la que sin embargo dejamos bajar sin haber rozado su mano.
A las que ya están comprometidas, y que, viviendo horas grises cerca de un ser demasiado diferente, nos han dejado, inútil locura, ver la melancolía de un futuro desesperante.
Queridas imágenes vistas, esperanzas frustradas de un día, mañana estaréis en el olvido. Con solo un poco de felicidad que tengamos es raro que nos acordemos de los episodios del camino.
Pero si hemos fracasado en la vida, pensamos con un poco de ganas en todas esas felicidades entrevistas, en los besos que no osamos coger, en los corazones que debían esperarnos, en los ojos que no hemos vuelto a ver.
Entonces, en las noches de hastío, poblando nuestra soledad con los fantasmas del recuerdo, lloramos los labios ausentes de todas las bellas fugaces que no supimos retener.
GEORGES BRASSENS Fue un hombre libre, un hombre que amó la poesía y la vida, un anarquista que nunca se rindió, que jamás claudicó de sus ideas, que vivió consecuentemente con ellas y con su compromiso por crear un mundo nuevo, un trovador que cantó a las prostitutas y a los ladrones, a los amigos, a los perdedores, a la gente que se ama y que se besa, a la vida que pasa y al tiempo que no perdona, un hombre que cantó al amor, a la amistad, a la muerte y, sobre todo, a lo que él más amaba: la vida. Nacido en Sète, en el sur de Francia, en el seno de una familia humilde de clase obrera, no tardó en entender el significado de la anarquía. Castigado en el colegio a estar encerrado dentro de un armario, comprendió que la autoridad y el poder serían los enemigos a los que tendría que combatir durante toda su vida.