TRADUCE A TU IDIOMA

miércoles, 14 de enero de 2015

DE NUEVO TRAIGO A FERNANDO PESSOA - LIBRO DEL DESASOSIEGO (Fragmentos) - IMPRESCINDIBLE

"Mi alma es una orquesta oculta; no sé qué instrumentos tañe o rechina, cuerdas y harpas, timbales y tambores, dentro de mi. Sólo me conozco como sinfonía".





"Me irrita la felicidad de todos estos hombres que no saben que son desgraciados. Su vida humana está llena de todo cuanto constituiría una serie de angustias para una sensibilidad verdadera. Pero, como su verdadera vida es vegetativa, lo que sufren pasa por ellos sin tocarles el alma, y viven una vida que se puede comparar únicamente con la de un hombre con dolor de muelas que hubiese recibido una fortuna -la fortuna auténtica de estar viviendo sin darse cuenta, el mayor don que los dioses conceden, porque es el don de ser semejante a ellos, superior como ellos (aunque de otro modo) a la alegría y al dolor. 

Por eso, a pesar de todo, los amo a todos. ¡Mis queridos vegetales!" 

"Tengo una especie de deber de soñar siempre, pues, no siendo más, ni queriendo ser más, que un espectador de mí mismo, tengo que tener el mejor espectáculo que puedo. Así me construyo con oro y sedas, en salas supuestas, tablado falso, escenario antiguo, sueño creado entre juego de luces suaves y músicas invisibles.." (...)








(Fragmentos, Libro del desasosiego, Fernando Pessoa). Nació en Lisboa. Poeta, periodista, tipógrafo y traductor. Escribió indistintamente en inglés y en portugués y publicó casi toda su obra con seudónimos o, más bien, con heterónimos.








domingo, 11 de enero de 2015

CHARLES BAUDELAIRE, LAS FLORES DEL MAL - ¡QUÉ LOCO Y MALDITO MÁS BELLO!

"El vino se parece al hombre: nunca se sabe hasta qué punto se le puede apreciar o despreciar, amar u odiar; ni cuantos actos sublimes o crímenes monstruosos es capaz de realizar. No seamos, entonces, más crueles con él que con nosotros mismos y tratémosle como a un igual".



Las Flores del Mal (1957) es una colección de poemas que se consideran como la obra máxima de Baudelaire, abarcando casi la totalidad de su producción poética desde 1840 hasta la fecha de su primera publicación. El libro debió llamarse en principio Los limbos o Las lesbianas, porque la intención era la de escribir un libro sobre los pecados capitales; aunque finalmente Baudelaire renunció a esta idea siguiendo los consejos de un amigo. En su primera edición tuvo problemas con la censura francesa y tuvo que eliminar (por obscenos) algunos de sus poemas, ya que eran de contenido lésbico.

Baudelaire divide el libro en siete partes, introducidas por el famoso poema al lector. Las otras partes son : Esplín e ideal, Cuadros parisinos, El vino, Flores del mal y Rebelión, con una conclusión final: La Muerte. Tenía la obsesión de que el público no considerara su libro como una mera recopilación de poemas, sino que quería que lo consideraran como un «libro completo» con un principio y un fin.

En estos poemas el poeta presenta diversas formas de salvación, liberación y huida del mundo: la belleza, el arte, la poesía, la muerte y más adelante el amor y el erotismo.


Je suis belle (1882), obra escultórica de Auguste Rodin inspirada en el soneto "La Beauté", incluido en Las flores del mal.

El poeta usa la poesía contra la mesquindidad, la culpa, el error y demás taras éticas de un mundo y del ser humano.


En líneas generales, la poesía de Baudelaire refleja un alma insumisa, contraria a los prejuicios morales y sociales de la época que le tocó vivir. A través de la poesía expresa el hastío ante todo lo que le rodea.


Tres ejemplos:


Spleen et idéal (1907), pintura inspirada en Las flores del mal, del pintor simbolista alemán Carlos Schwabe.

*A la que es demasiado alegre


Tu cabeza, tu gesto, tu aire
Como un bello paisaje, son bellos;
Juguetea en tu cara la risa
Cual fresco viento en claro cielo.


El triste paseante al que rozas
Se deslumbra por la lozanía
Que brota como un resplandor
De tus espaldas y tus brazos.


El restallante colorido
De que salpicas tus tocados
Hace pensar a los poetas
En un vivo ballet de flores.


Tus locos trajes son emblema
De tu espíritu abigarrado;
Loca que me has enloquecido,
Tanto como te odio te amo.


Frecuentemente en el jardín
Por donde arrastro mi atonía,
Como una ironía he sentido
Que el sol desgarraba mi pecho;


Y el verdor y la primavera
Tanto hirieron mi corazón,
Que castigué sobre una flor
La osadía de la Naturaleza.


Así, yo quisiera una noche,
Cuando la hora del placer llega,
Trepar sin ruido, como un cobarde,
A los tesoros que te adornan,


A fin de castigar tu carne,
De magullar tu seno absuelto
Y abrir a tu atónito flanco
Una larga y profunda herida.


Y, ¡vertiginosa dulzura!
A través de esos nuevos labios,
Más deslumbrantes y más bellos,
Mi veneno inocularte, hermana.




*El Leteo



Ven a mi pecho, alma sorda y cruel,
Tigre adorado, monstruo de aire indolente;
Quiero enterrar mis temblorosos dedos
En la espesura de tu abundosa crin;


Sepultar mi cabeza dolorida
En tu falda colmada de perfume
Y respirar, como una ajada flor,
El relente de mi amor extinguido.


¡Quiero dormir! ¡Dormir más que vivir!
En un sueño, como la muerte, dulce,
Estamparé mis besos sin descanso
Por tu cuerpo pulido como el cobre.


Para ahogar mis sollozos apagados,
Sólo preciso tu profundo lecho;
El poderoso olvido habita entre tus labios
Y fluye de tus besos el Leteo.


Mi destino, desde ahora mi delicia,
Como un predestinado seguiré;
Condenado inocente, mártir dócil
Cuyo fervor se acrece en el suplicio.


Para ahogar mi rencor, apuraré
El nepentes³ y la cicuta amada,
del pezón delicioso que corona este seno
el cual nunca contuvo un corazón.



*Yo amo el recuerdo


Yo amo el recuerdo de esas épocas desnudas,
En que Febo se complacía en dorar las estatuas,
Cuando el hombre y la mujer en su agilidad
Gozaban sin mentira y sin ansiedad,
Y, el cielo amoroso acariciándoles el lomo,
Desplegaban la salud de su noble máquina.
Cibeles, entonces, fértil en frutos generosos,
No estimaba sus redes un peso muy oneroso,
Pero, loba de corazón henchido de ternuras vulgares,
Amamantaba al universo con sus pezones morenos.
El hombre, elegante, robusto y fuerte, tenía el derecho
De mostrarse orgulloso de las beldades que le llamaban su rey;
¡Frutos puros de todo ultraje y vírgenes de grietas,
Cuya carne lisa y firme atraía las mordeduras!


El Poeta actualmente, cuando quiere concebir
Estas nativas grandezas, en los lugares donde se dejan ver
La desnudez del hombre y de la mujer,
Siente un frío tenebroso envolver su alma
Ante este negro cuadro lleno de espanto.
¡Oh, monstruosidades llorando su vestimenta!
¡Oh, ridículos troncos! ¡torsos dignos de máscaras!
¡Oh, pobres cuerpos retorcidos, flacos, ventrudos o fláccidos,
Que el dios Utilitario, implacable y sereno,
Niños, los fajó en sus pañales de bronce!
¡Y vosotras, mujeres, ¡ah!, pálidas cual cirios
Que roe y que nutre el libertinaje, y vosotras, vírgenes,
Del vicio materno arrastrando la herencia.
Y todas las fealdades de la fecundidad!


Nosotros tenemos, es verdad, naciones corrompidas,
De los pueblos antiguos, bellezas ignoradas:
Rostros corroídos por los chancros del corazón,
Y como quien diría bellezas de la languidez,
Pero estas invenciones de nuestras musas tardías
No impedirán jamás a las razas enfermizas
Rendir a la juventud un homenaje profundo,-¡A la santa juventud, al aire simple, a la dulce frente,
A la mirada límpida y clara como un agua corriente,
Y que va derramando sobre todo, indiferente
Como el azul del cielo, los pájaros y las flores,
Sus perfumes, sus cánticos y sus dulces colores!









*.- Poeta, traductor y crítico francés, principal representante de la escuela simbolista e integrante de los "Poetas malditos".



SILVINA OCAMPO - PRESENTIMIENTO

Richard Diebenkorn (1922-1993)

Quiero morir si de mi vida no hallo
la meta del misterio que me guía,
quiero morir, volverme ciega y fría
como la planta que fulmina el rayo.

Si lo que ansío decir es lo que callo,
y si he de aborrecer lo que quería
sin asco y sin vergüenza hasta este día,
si todo lo que intento es mero ensayo,
será porque he vivido de mentiras.

Por no morir quiero morir. El viento
que suena entre los muros con sus liras
o el hibisco bermejo, o el fragmento
de la luna, siempre algo, hasta mi queja,
me deslumbra y me deja más perpleja.




Silvina Ocampo. (Buenos Aires, 1906 - 1993) Escritora argentina.









jueves, 8 de enero de 2015

CANTO NOCTURNO DE LOS MARINEROS ANDALUCES - FEDERICO GARCÍA LORCA

André Derain

De Cádiz a Gibraltar
¡qué buen caminito!
El mar conoce mi paso
por los suspiros.

¡Ay muchacha, muchacha,
cuánto barco en el puerto de Málaga!

De Cádiz a Sevilla
¡cuántos limoncitos!
El limonar me conoce
por los suspiros.

¡Ay muchacha, muchacha,
cuánto barco en el puerto de Málaga!

De Sevilla a Carmona
no hay un solo cuchillo.
La media luna, corta,
y el aire, pasa, herido.

¡Ay muchacho, muchacho,
que las olas me llevan mi caballo!

Por las salinas muertas
yo te olvidé, amor mío.
El que quiera un corazón
que pregunte por mi olvido.

¡Ay muchacho, muchacho,
que las olas se llevan mi caballo!

Cádiz, que te cubre el mar,
no avances por ese sitio.
Sevilla, ponte de pie
para no ahogarte en el río.

¡Ay muchacha!
¡Ay muchacho!
¡Qué buen caminito!
Cuánto barco en el puerto
y en la playa ¡qué frío!

FEDERICO GARCÍA LORCA



martes, 6 de enero de 2015

JUAN GELMAN - ESA MUJER SE PARECÍA A LA PALABRA NUNCA

Seré lo que debiera.
Tu pie. Tu mano.

 Henri Lebasque - 1920

Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.

Atención atención yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.

Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.

Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez.
En la fecha

Solo de ti, lleno de ti,
esta tarde a las 7,
el ciudadano de tu ausencia
se palpaba la cara, la voz, los papelitos,
deveras comprobando
que tus ruidos andaban por sus huesos
y en general te habías ido.

Golpeó puertas, teléfonos.
La gran ciudad estaba equivocada sin tu pelo, señora,
y él sentía tirones detrás del corazón.
A lo mejor era el tabaco,
de todos modos yo soy otro:
un pedazo de ti,
alguien a quien castigan puertas, ruidos, teléfonos,
y, anda a saber por qué,
toda la parentela de la muerte.



Juan Gelman(Buenos Aires, 3 de mayo de 1930 - México DF, 14 de enero de 2014). Poeta, traductor y periodista argentino.








domingo, 4 de enero de 2015

GOLPEAR DONDE MÁS DUELA - MICHEL HOUELLEBECQ

"Pendiente de tus palabras,
caminaba por la plaza al azar
los cielos se abrían, y yo debía representar un papel
en algún sitio.."


Catrin Welz-Stein

"No busquéis el conocimiento por el conocimiento en sí. Todo aquello que, en poesía, no proceda directamente de la emoción, carece de valor. 

(Por supuesto, se ha de entender emoción en un sentido amplio: ciertas emociones no son ni agradables ni desagradables, como, en general, es el caso del sentimiento de extrañeza.) 

La emoción suprime la cadena causal, es la única capaz de haceros percibir las cosas en sí mismas. Transmitir dicha percepción es el objeto de la poesía. 

Esta identidad de propósitos entre la filosofía y la poesía es la fuente de la secreta complicidad que las une. Ésta, en esencia, no se manifiesta escribiendo poemas filosóficos; la poesía debe descubrir la realidad por sus propias vías, puramente intuitivas, sin pasar por el filtro de una reconstrucción intelectual del mundo. Menos aún expresando la filosofía bajo una forma poética, lo que, a menudo, no es más que un timo. Pero es entre los poetas donde una nueva filosofía encontrará siempre a sus más serios lectores, a los más atentos y fecundos. Asimismo, sólo ciertos filósofos serán capaces de discernir, sacar a la luz y utilizar las verdades ocultas en la poesía. 

En la poesía, casi tanto como en la contemplación directa -y mucho más que en anteriores filosofías- es donde encontrarán material para nuevas representaciones del mundo. 

Respetad a los filósofos, pero no les imitéis. Vuestra vía, desgraciadamente, se encuentra en otro sitio. Es indisociable de la neurosis. La experiencia poética y la experiencia neurótica son dos caminos que se cruzan, se entrelazan, y acaban por confundirse la mayoría de las veces, esto último por disolución del filón poético en el torrente sangriento de la neurosis. Pero no tenéis elección. No hay otro camino. 

Trabajar permanentemente en vuestras obsesiones acabará convirtiéndoos en una piltrafa patética, minada por la angustia o devastada por la apatía. Pero, lo repito, no hay otro camino. Debéis alcanzar el punto sin retorno. Romper el círculo. Y producir algunos poemas antes de estrellaros contra el suelo. Habréis entrevisto espacios inmensos. Toda gran pasión desemboca en el infinito. 

En definitiva, el amor resuelve todos los problemas. Asimismo, toda gran pasión acaba conduciendo a una zona de verdad. A un espacio diferente, doloroso en extremo, pero en el que la vista alcanza lejos, y con claridad. En donde los objetos, purificados, aparecen con toda su nitidez, en su límpida verdad. 

Creed en la identidad entre lo Verdadero, lo Bello y lo Bueno. 

La sociedad en la que vivís tiene como fin destruiros. Otro tanto se puede decir de vosotros respecto a ella. El arma que empleará es la indiferencia. Vosotros no podéis permitiros adoptar la misma actitud. ¡Pasad al ataque! 

Toda sociedad tiene sus puntos débiles, sus heridas. Meted el dedo en la llaga y apretad bien fuerte. Profundizad en los temas de los que nadie quiere oír hablar. El envés del decorado. Insistid sobre la enfermedad, la agonía, la fealdad. 

Hablad de la muerte, y del olvido. De los celos, de laindiferencia, de la frustración, de la ausencia de amor. Sed abyectos, seréis auténticos. 

No os adhiráis a ninguna idea. O bien hacedlo, y después traicionadla enseguida. Ninguna adhesión teórica debe reteneros por mucho tiempo. La militancia hace feliz, y vosotros no tenéis que ser felices. Vosotros estáis de parte de la infelicidad. 

Sois el lado oscuro. 

Vuestra misión no es ante todo proponer, ni construir. Si lo podéis hacer, hacedlo. Si acabáis por concluir contradicciones insostenibles, decidlo. Pues vuestra misión más primordial es la de profundizar hacia lo Verdadero. 

Sois el enterrador y el cadáver. Sois el cuerpo de la sociedad. 

Sois responsables del cuerpo de la sociedad. Todos responsables, en igual medida. ¡Besad el suelo, basura! 

Determinad la inocencia, y la culpabilidad. Primero en vosotros mismos, lo que os proporcionará una guía. Pero también en los demás. Considerad su comportamiento, y sus excusas; luego juzgad, con toda imparcialidad. No os respetéis ni a vosotros; no respetéis a nadie. 

Sois ricos. Conocéis el Bien, conocéis el Mal. No renunciéis nunca a separarlos; no os dejéis liar por la tolerancia, ese pobre estigma de la edad. La poesía está en condiciones de establecer verdades morales definitivas. Debéis odiar la libertad con todas vuestras fuerzas. 

La verdad es escandalosa. Pero sin ella, no hay nada que valga. Una visión honesta y verosímil del mundo ya es en sí una obra maestra. Poco pesa la originalidad frente a esta exigencia. No os preocupéis por eso. De todos modos, la suma de vuestros fallos desprenderá, a la fuerza, cierta originalidad. En cuanto a vosotros, decid simplemente la verdad, ni más ni menos. 

No podéis amar la verdad y al mundo. Pero vosotros ya elegisteis. Ahora el problema consiste en ser fieles a esa elección. Os invito a conservar el ánimo. No porque podáis esperar algo. Al contrario, sabed que estaréis muy solos. La mayoría de la gente se reconcilia con la vida, o bien se muere. Vosotros sois suicidas vivientes. 

A medida que os aproximáis a la verdad, vuestra soledad aumenta. El edificio es espléndido, pero está desierto. Camináis por salas vacías, que os devuelven el eco de vuestros pasos. La atmósfera es límpida e inmutable, los objetos parecen esculpidos en piedra. A veces os ponéis a llorar, tan cruel resulta la nitidez de la visión. Os gustaría volver atrás, a las brumas del desconocimiento, pero en el fondo sabéis que ya es demasiado tarde. 

Seguid. No temáis. Lo peor ya ha pasado. Por supuesto que la vida aún os desgarrará, pero, por vuestra parte, ya no tenéis demasiado que ver con ella. Recordad que, básicamente, ya estáis muertos. Ahora estáis cara a cara con la eternidad..." 


(Golpear donde más duela, fragmento) 



Michel Houellebecq 

"Sobrevivir", "El sentido de la lucha", "La búsqueda de la felicidad" y "Renacimiento". He aquí los cuatro poemarios del siempre controvertido, ácido y belicoso Michel Houellebecq. 

Houellebecq no respeta al hombre. No respeta nada. Invita a la desesperación, a la inacción, con la certeza inamovible de que la vida es un absurdo. Se siente desarraigado, y sus sensaciones se plasman en palabras con rabia y miseria, con un sentido del humor particular, oscuro. 

Por él pasan los grandes temas de la existencia humana: el amor, la soledad y la vejez, el abandono, las quimeras imposibles y pese a ello ansiadas, la dificultad de alcanzar los sueños, el derrumbamiento físico y la muerte, el dolor de la ausencia, la persistencia de los recuerdos, la atracción del deseo, las complacientes ficciones con las que apuntalamos nuestra triste realidad, el azar y el destino, la seguridad y el desconcierto, el devastador paso del tiempo, la radical certeza del sinsentido de la vida.





Melancolía. Edward Munch