Y me voy, soy viento y como tal salgo volando, no por vacaciones, no por estar cansada, no por trabajo. Me voy porque llegué al borde del abismo y me atrae demasiado ese espacio, porque en ese viaje espero verme y encontrarme, ya no sé quién soy, mis lágrimas no me dejan ver el sol ni las sonrisas de los demás, tampoco el entusiasmo, la sorpresa o las certidumbres de la vida. La lluvia de mis ojos me acompañan. Mi última inocencia estalló, es mi desastre, es la hora de poner cerrojos a mis labios y a mis oídos. Silencio. Soy todo pero no soy nada.
Un abrazo lleno de esperanzas para todos los que han desvariado conmigo, les siento.
Sube su canto un pájaro enamorado.
Tantas criaturas ávidas en mi silencio
y esta pequeña lluvia que me acompaña.
PIZARNIK