Sartre: la dignidad de ser libre
"El hombre se diferenciaba de todos los otros seres, (en donde la esencia precede de la existencia), en tanto que el ser humano, la existencia precede a la esencia, es decir, que el ser humano primero existe, aparece, entra en escena y sólo después se define a si mismo.
La concepción del ser humano para Sartre, es de que el ser humano equivale a ser libre, es decir, si en realidad eres humano, eres libre; si no eres libre no eres humano, sin embargo, la libertad no la empleamos, a pesar de que la poseemos desde que nacemos, por el simple hecho de ser seres humanos.
La conciencia de nuestra propia libertad, es de tal manera central y total, que no podemos ignorarla absolutamente, a eso Sartre lo llama angustia; la angustia, es la experiencia especial que acompaña al caer en cuenta de lo que vamos hacer depende de nosotros, y que nosotros mismos somos los únicos en garantizar nuestro comportamiento; lo que nos asusta, es que no tenemos más garantía de lo que vamos a hacer con nuestra propia libertad; la angustia y el miedo, provocan inseguridad. La libertad comienza cuando terminan los miedos, es más cómodo vivir sin miedos, la libertad está dentro de uno mismo".
E. Delacroix, "La Libertad guiando al pueblo", 1830
Con toda la médula me levanto
Yo me resisto,
en la calle de los ahorcados,
a acatar la orden
de ser tibia y cautelosa,
de asirme a la seguridad,
de acomodarme en la costumbre,
de usar reloj y placidez,
aventura a cuerda,
palabra pálida y mortal
y ojos con límites.
Yo me resisto,
entre las muelas del fracaso,
a cumplir la ley de cansarme,
de resignarme,
de sentarme en lo fofo del mundo
mortecina de una espada lánguida,
esperando el marasmo.
Yo me resisto,
acosada por silbatos atroces,
a la fatalidad
de encerrarme y perder la llave
o de arrojarme al pozo.
Con toda la médula me
levanto, llevo, soy el miedo enorme,
y avanzo,
sin causa,
cantando entre ausentes.
Amelia Biagioni (Gálvez, Santa Fe, 1916- Buenos Aires, 2000)