La Exquisita Rebelde: Voltairine de Cleyre
Hemos confiado y sido traicionados
Hemos amado y el fruto fue cenizas
Hemos dado y el regalo fue medido.
Sabemos que los cielos están vacíos,
que la amistad y el amor son nombres
que la verdad es una escoria ceniza,
las llamas quemadas del fin de la vida.
Largo y en vano hemos esperado,
tras la noche de la crepitación humana,
por una sola canción en el harpa de la Esperanza,
o un rayo de amanecer en la costa.
Sí, vienen canciones flotando, dulce maravilla,
y centellas teñidas cual flechas destellan;
pero lo dulce es mentira, y los pies cansados
corren tras un rayo de luz-pantano.
En la hora de nuestra necesidad, la canción se va,
y el quejido del mar se hincha de pena.
La sirena se burla con su risa en gorgoteo
la cual se ahoga en el profundo tañer de la muerte.
La luz que perseguimos con nuestros torpes pies
como las metas de años mejores,
oscila alto y bajo y desaparece,
de nuestras lágrimas eran las centellas teñidas.
Dios es mentira, y la fe es mentira,
y diez veces más es el amor;
la vida es un problema sin razón,
y nunca algo que probar.
Añade y resta y multiplica,
y divide sin propósito o fin.
Todas sus respuestas falsas, aun falsamente verdad,
esposa, esposo, amante, amigo.
Lo sabemos ahora, y ya no preocupa
¿Qué importa la vida o la muerte?
Pequeños insectos, emergemos de la tierra,
sufrido y ofrecido es nuestro aliento.
Como hormigas nos arrastramos en nuestra breve arena,
soñando "cosas grandiosas"
He aquí que crujen, cual cáscaras en un océano de ira,
en el apuro de las terribles alas del Tiempo.
El sol sonríe dorado, y las plantas blanco,
y un billón de estrellas sonríen, todavía;
Aún, feroz cual nosotros, cada uno gira hacia la tierra,
y no puede mantener su voluntad.
Construidas, vosotros tontos, sus cosas grandiosas,
El tiempo las dejará en nada;
Crece abrigada con la canción la dulce Mentira canta,
y la flecha falsa sus lágrimas han forjado.
Para nosotros, una tregua para los dioses, amores, y esperanzas,
y una plegaria de fuego y flujo;
Una ligera vuelta en el baile de la muerte,
y un fuerte hurra para la tumba!
El brindis de la desesperanza, poema escrito en 1892.
(Estados Unidos, 1866–1912). Poeta y ensayista anarquista, procedía de una familia natural de Flandes (Bélgica) que llegó a Estados Unidos en 1854.
Su padre, admirador de Voltaire, le puso el nombre de Voltairine.
El martirio de los anarquistas de Chicago en 1886 hace de Voltairine una anarquista.
Fue la más bella flor de esa evolución libertaria entre estadounidenses, que, sin preocuparse de las escuelas socialistas y anarquistas europeas, trataba simplemente de combinar el máximo de libertad, de solidaridad y de sentimiento tan revolucionario como abnegado para los trabajadores explotados, para las mujeres enfeudadas a las costumbres de la familia, para la humanidad sometida a los gobernantes.
Amiga y co-pensadora de Pedro Kropotkin, Errico Malatesta, Louise Michel, Alexander Berkman y Emma Goldman, fue publicista de la revolución mexicana (Mantuvo correspondencia con Ricardo Flores Magón para el periódico Regeneración) y miembro de la I. W. W. (Internacional Workers of the World), se le conoció como una gran oradora.
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