Morimos –no lloramos.
Ardemos –no lloramos.
William Merritt Chase |
"Nuestros no paseos bajo la luna"
Me gusta que Usted no esté enfermo por mí
y que yo tampoco me enferme por Usted,
que nunca el pesado globo de la tierra
se escurra bajo nuestros pies.
Me gusta que pueda ser ridícula, perversa
y buscar palabras adecuadas
y no ponerme roja con ola sofocante
si apenas nuestras mangas se rozaran.
Me gusta que delante de mí Usted pueda abrazar
tranquilamente a otra mujer,
no me condeno a arder en el infierno
por no besarle a Usted.
Y que mi cariñoso nombre, mi Cariño
no recuerde ni en la noche ni en el día
que nunca sobre nosotros, en el silencio de la catedral,
cantarán el Aleluya.
Gracias a Usted -con mi mano sobre el corazón-
que no sabe lo mucho que me ama:
por mis noches tranquilas,
por los encuentros de las crepusculares horas,
por nuestros no paseos bajo la luna,
por el sol que no existe encima de nosotros,
por el dolor que no siente, lamentablemente, Usted por mí,
por el dolor que yo no siento, lamentablemente, por Usted.
Marina Tsvietáieva, fue una destacada poeta rusa, quizás la mejor que hubo, nació en Moscú en 1892 y muere en el 1941. Escribió poesía, teatro, ensayos, diarios y una extensa correspondencia.
En 1941 en plena invasión nazi y después de que su marido fuera fusilado y su hijo enviado a trabajar en un campo de minas donde muere a una edad muy joven, Marina Tsivietaieva es evacuada a Yelabuga, donde el 31 de agosto se suicida ahorcándose. En agosto del 41, Marina Tsvietáieva se ahorcó, dicen que con la cuerda que había utilizado para su maleta del exilio.
Fue enterrada en Yelabuga pero no se conoce el lugar de su sepulcro. También se dijo que no fue suicidio, ya que el día de su muerte estaba sola en la casa de la familia donde vivía. Algunos residentes afirmaron que agentes de la seguridad llegaron a la casa y la forzaron a suicidarse. En el pueblo de Yelabuga, la casa donde vivía es ahora un museo.
"Es sencilla mi ropa"
Es sencilla mi ropa,
pobre mi hogar.
¡Soy una isleña
de islas remotas!
¡Nadie me hace falta!
si entras -pierdo el sueño.
Por calentarle la cena a un Extraño
quemaría mi casa.
Si me miras -ya nos conocemos,
si entras -¡quédate a vivir!
Es sencillo nuestro fuero,
está escrito en la sangre.
En la palma de la mano tendremos
la luna, si nos place.
Si te vas -es como si no existieras,
y como si tampoco yo existiera.
Miro la marca del cuchillo:
¿sanará antes
de que venga otro extraño
a pedirme agua?
(Versión de Severo Sarduy)
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"Tu alma y la mía son gemelas"
Tu alma y la mía son gemelas
como mis manos: la derecha y la izquierda.
Tan cálidas y tiernas son unidas
como dos alas de un pájaro dormido.
¡Por un ciclón quedamos separados,
por un abismo, tú y yo, como dos alas!
(Versión de Larisa Diakova)
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"No quiero ni amores ni honores"
¡Embriagadores! ¡No tengo ambiciones!
Yo ni siquiera quiero una manzana
tan tentadora de aquella canasta.
Detrás de mí se arrastran cadenas y cerrojos.
Pronto comenzará a tronar su trueno.
¡Qué ganas tengo!
¡Ay, que ganas tengo
de irme muriendo poco a poco!
*.- La biografía de Marina Ivanovna Tsvietáieva es quizá la vida más trágica entre las de sus pares. Y su genial escritura, una de las más difíciles de traducir, por su sintaxis y por la diversidad de estilos y temas que aborda.
"La vida es un lugar donde no se puede vivir", decía la irrepetible, compleja y trágica Marina, y no le faltaban razones para su lapidaria afirmación.
1 comentario:
Estoy leyendo Diarios de la revolución de 1917, un libro impresionante y difícil.
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