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martes, 25 de octubre de 2011

POR LAS CALLES DE LA ALCAICERÍA...


LOS RINCONES MÁS BELLOS DE GRANADA
FRAGMENTO:

¿Tú sabes lo que significa la palabra “alcaicería”? Tampoco sé si aprendiste esto. Quizá no porque, en Granada, casi es obligatorio aprender el significado de muchas, muchas palabras. Hay tantos nombres que derivan de otras lenguas que es muy difícil saberlos todos. Pero sé que este juego, esta parcela de cultura, a ti te gusta. Porque casi directamente se relaciona con lo que estudias. Así que en Granada sí hay, para ti y otras personas, un filón de palabras con muchos y bellos significados. Por ejemplo, la que te vengo preguntando.

La palabra “alcaicería”, dicen que deriva del árabe al-gaisariya y significa serie de lonjas o almacenes. Pero el origen de esta palabra árabe, es latino. Del ár. hisp. alqaysaríyya, y este del lat. Caesarĕa, por levantarse tales edificios por privilegio imperial. Cuando el Emperador Justiniano cedió a los árabes el derecho de vender la seda, estos expresaron su gratitud llamando a estos mercados "al-Kaysar-ia", "el lugar de Cesar".

En la alcaicería granadina se vendía la seda cruda o en rama y existía una aduana o casa pública donde se presentaba la seda para el pago de los derechos que tenían establecidos los reyes moros. El 19 de julio de 1.843 se produjo un incendio de grandes proporciones y ardió toda la alcaicería. Una réplica, mucho más pequeña y en estilo neo-morisco entonces en boga, lo reemplazó, ocupando sólo una parte del espacio original. La Alcaicería, que fue el gran bazar de lujo de Granada, albergaba más de doscientas tiendas formando un laberinto de callejuelas y diez puertas que, cerradas con cadenas de hierro, para evitar el paso de los caballos y custodiadas por guardias, velaban por la seguridad de las mercancías valiosas y riquezas de la Alcaicería.

En este lugar, ahora hay muchas tiendas de souvenir. Es el barrio morisco de Granada, un autentico Zoco. La Alcaicería de hoy está dedicada a las tiendas de recuerdos turísticos, donde se vende la artesanía granadina: cerámica pintada, incrustación de madera o Taracea, faroles de cristal coloreado…

En fin, te he hecho esta pregunta porque, esta tarde, te he perdido por entre las pequeñas calles del rincón llamado Alcaicería. Te he visto entrar por la puerta de los dibujos árabes y he aguardado un rato. Imaginando que a lo mejor solo te has parado a ver algún escaparate. Esto te gusta mucho y lo encuentro normal. Tantas cosas son, por aquí para ti interesantes, que hasta los escaparates te resultan novedosos, divertidos, fascinantes.

Espero un rato, sin dejar de mirar para donde te has ocultado y, notando que sigues sin aparecer, continuo mis pasos. Desde el punto donde me he parado, justo en la entrada de la calle Alcaicería, rincón de Plaza Alonso Cano, avanzo y camino rápido. Para salirte al encuentro antes de que te pierdas más en el laberinto de las callejuelas del recinto. Porque tu calle, la pequeña y corta que avanza desde la plaza de los cuadros en azulejos, se cruza enseguida con la que yo he cogido. Las dos se junta justo donde empieza otra estrecha y fantástica callejuela llama Ermita. Quizá la más importante y bella de la Alcaicería de Granada.

La que llevo yo, también es muy estrecha. Todas las calles que surcan, van y vienen por el interior de este recinto, son cortitas, estrechas, altas y rectas. Tal como fueron las cosas en los primeros tiempos. Para que las tiendas estuvieran unas muy cerca de las otras y para que, el ardiente sol de los veranos en estas tierras, no queme tanto. En estas callejuelas siempre hay sombra, a cualquier hora del día. Lo mismo que esta tarde. Pero hoy, además, casi todas las callejuelas de la Alcaicería, tienen un aliciente nuevo. Toldos en la parte de arriba para que el sol no entre nada, nada. Los pusieron, creo, para el día del Corpus, antes de que te fueras de Granada. Y, en algunas calles del centro, no los han quitado en todo el verano. Otro detalle más que tiene esta ciudad para los que en ella vivimos y para vosotros los extranjeros. Os llama mucho la atención cosas como estas. Y, a ti, más. Recuerdo que un día me dijiste:
- Callejuelas tan estrechas como las que hay en esta ciudad no las vi nunca en mi país. Como allí todas las tierras son llanas, Rusia es casi toda llana como la palma de la mano, las calles de las ciudades son anchas, muy anchas. Grandes avenidas, muchas veces solitarias y con estatuas enormes. Ni los jardines ni las fuentes son como los que tenéis aquí.

Avanzo rápido por la estrecha callejuela y ni siquiera me entretengo en mirar las cosas. Hay muchas. Tantos escaparates o más como en la calle por la que creo que vienes. Y, mientras avanzo, miro muy interesado, buscándote entre la gente. ¡Cuantos turistas hay por aquí esta tarde! Son tantos que ni siquiera se puede ir un poco aprisa. Porque los turistas, los que se pierden, van y vienen por estas estrechas callejuelas, no tienen prisa. Se dedican a mirar escaparates, a entrar a las tiendas, a comprar, tocar, charlar… Y también esto es normal. En el fondo, este singular rincón de Granada, no es otra cosa que un gran escaparate para los turistas. No solo para que compren cosas sino también para que, caminen despacio, charlen, toquen, huelan…

Realidades que a mí también me habrían gustado mucho vivir, al menos alguna vez, en el tiempo que estuviste en Granada. ¿Sí viniste tú por aquí algún día? ¿Sola, acompañada de tu amiga, la profesora de ruso, con tus compañeras de residencia, con tus amigos de clase? Al menos, sí sé que sabes que, la Alcaicería de Granada, es algo que visitan todos los que vienen a esta ciudad. Por eso estoy seguro que la visitaste y quizá más de una vez. ¿Compraste las mismas cosas que compran todos? ¿Alguna estatuilla de madera, algún anillo de plata, un pañuelo de gitana, la bandera española, un libro de Granada, un disco de música flamenca?


JOSÉ GOMEZ MUÑOZ


Capítulo del libro "Desde Granada para ti", y aclaro que este libro es el tomo segundo de una trilogía lírica dedicada a un tema especial, por los rincones de la ciudad de Granada. Los títulos de los tres libros son:"Tus últimos días en Granada". "Desde Granada para ti". "El joven de la túnica blanca".

  Y si te interesa este libro en formato papel y en color 

http://www.bubok.com/libros/791/LOS-RINCONES-MAS-BELLOS-DE-GRANADA


http://laricp-desdegranada.blogspot.com

BEBE - LA BICHA




No subestimes a esta bicha
aunque tenga poca chicha en la cintura
Anda quítame la envoltura
y ya verás. Ya verás.

Que por delante y detrás soy un animal
no una musa celestial.
Y a mi salvaje me gusta sacar a pasear
A subirse por los pinos a jugar con la rueda de los molinos.

Yo monté en mi columpio de cuerdas
Y liarme alguna que otra juerga bajo las estrellas
En el mar y en el campo
Y que el sol nos descubra bailando

Y el viento que nos refresca to el mambo
Mis pies, descalzos en el fango chapotean,
Se balancean, mírame bien

Soy una princesa, guerrera, campera
Oceánica, volcánica, eléctrica y mu suavecita
Que cuando quiero soy una gatita, y ronroneo

A ver tontones,
Que cuando quiero llevo pantalones
Pero mas me gusta la faldita
Pa que me metas la manita por debajo
Y me arranques to lo arrancable

Métete dentro de mi
Que quiero sentir,
Si es verdad tu a tu verbo
Saca la correa y átamela bien a la muñeca
A ver si es verdad que me revuelves las pecas

Ven a juntar tu tierra con la mía
Y a montar alguna garabía
Que si lo haces bien te regalo un cucurucho
Y te achucho

Con mis piernas, con mi pelo
Con mi lengua, lenguaje el que tu y yo vamos a inventar
No me interesa que alguien lo quiera escuchar
Que es un lenguaje físico, carnal y brutal

Frente a frente
Ponte delante de mi
Provócame pa que te envista
Pide pistas, no me vistas
Que yo te pico como una avispa.

Avispada soy cuando quiero,
Cuando quiero soy un mortero.
Y machaco con mis ojos
a los impertinentes de miradas hirientes.
Que no me importa lo q piense la gente.
que no me importa lo q piense la gente.
que no me importa lo q piense la gente.
Así que no subestimen a esta bicha.

No subestimes a esta bicha
aunque tenga poca chicha en la cintura.
No subestimes a esta bicha
aunque tenga poca chicha.
No es traidor el que avisa.




HAY MUCHO RUIDO...


JACEK YERKA

En el mundo De las reglas: Voces que dicen que pase lo que pase hay que acatar las reglas.
De las creencias: Voces que dicen que las creencias son verdaderas.
De las costumbres: Voces que dicen que todo el mundo lo hace.
De la moda: Voces que dicen que esto se está usando.
Del deporte: Voces que dicen que hay que estar en forma.
Del qué dirán: Voces que dicen que esto o aquello no se hace.
De la política: Voces que dicen que hay que salir en la foto, etc..etc
Hay también: Sub-mundos e Infra-mundos…y sus consecuencias…

Todos estos mundos y sus voces están afuera de nosotros, y estamos acostumbrados a escucharlas y a hacerles caso.
Todos los días y en cada momento, y se vuelven parte de nuestros pensamientos, emociones y actitudes.

“Sólo el hombre, pequeño, cuyo humano latido en la tierra es un sueño, ¡Sólo el hombre hace ruido!”

Alfonsina Storni



«Ser incapaz de dejar de pensar es una enfermedad terrible»

Pero no nos damos cuenta de ella porque casi todo el mundo la sufre y se considera algo normal.
Este ruido mental incesante te impide encontrar el Reino de quietud interior que es inseparable de lo que realmente eres: El Ser, y también crea un falso yo fabricado por la mente, que lanza una sombra de miedo y sufrimiento.

lunes, 24 de octubre de 2011

JAIME SABINES, HOKUSAI, FLORES Y PÁJAROS....


HOKUSAI


He aquí que tú estás sola y que estoy solo...

He aquí que tú estás sola y que estoy solo.
Haces tus cosas diariamente y piensas

y yo pienso y recuerdo y estoy solo.
A la misma hora nos recordamos algo
y nos sufrimos. Como una droga mía y tuya
somos, y una locura celular nos recorre
y una sangre rebelde y sin cansancio.
Se me va a hacer llagas este cuerpo solo,
se me caerá la carne trozo a trozo.
Esto es lejía y muerte.
El corrosivo estar, el malestar
muriendo es nuestra muerte.

Ya no sé dónde estás. Yo ya he olvidado
quién eres, dónde estás, cómo te llamas.
Yo soy sólo una parte, sólo un brazo,
una mitad apenas, sólo un brazo.
Te recuerdo en mi boca y en mis manos.
Con mi lengua y mis ojos y mis manos
te sé, sabes a amor, a dulce amor, a carne,
a siembra , a flor, hueles a amor, a ti,
hueles a sal, sabes a sal, amor y a mí.

En mis labios te sé, te reconozco,
y giras y eres y miras incansable
y toda tú me suenas
dentro del corazón como mi sangre.
Te digo que estoy solo y que me faltas.
Nos faltamos, amor, y nos morimos
y nada haremos ya sino morirnos.
Esto lo sé, amor, esto sabemos.
Hoy y mañana, así, y cuando estemos
en nuestros brazos simples y cansados,
me faltarás, amor, nos faltaremos....

JAIME SABINES