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lunes, 7 de mayo de 2012

FRANCISCO ITURRINO - FAUVISTA ESPAÑOL


Francisco Iturrino nació en Santander el 10 de septiembre de 1864, siendo hijo de de Miguel Iturrino -farero- y de Joaquina González. A los tres años su familia se trasladó a Castro-Urdiales y en 1872 se mudó de forma definitiva a Bilbao.
Allí, a los 15 años recibió clases de dibujo en una academia y por parte de su tío, Elviro González, pintor y poeta. Una vez que terminó el bachiller, en 1883, se instaló en Lieja (Bélgica) para estudiar ingeniería. Pero abandonó los estudios, sin que se enterara su padre, para comenzar su carrera artística.
En 1890 se trasladó a Bruselas y estudió pintura con Lorrand. Dos años más tarde decidió dedicarse de forma exclusiva a la pintura.
En 1894 conoció en Bélgica a Maria Josephine Delwit, con quien se casó y tuvo seis hijos.


LA PRIMAVERA

BAÑISTAS I
En 1899 se fue a París donde asistió a las clases dictadas en el taller de Gustave Moreau, uno de los grandes del movimiento simbolista. En 1901 tomó contacto con el marchante Ambroise Vollard, quien lo invitó a exponer en su galería junto a Pablo Picasso (cuya amistad duró toda su vida).
Gracias a Vollard, expuso desde 1901 hasta 1911 en la capital francesa. En esta ciudad, además, entabló amistad con Henri Matisse (a quien conoció en 1906 y quien más influyó en su obra), Van Dongen, Derain y Vlaminck.
En 1908 con Henri Matisse compartió un estudio en Sevilla; y luego, ambos realizaron un viaje a Tánger, que resultó decisivo para ambos.



BAÑISTAS II


BAÑISTAS III
BAÑISTAS IV


EN LA PISCINA

EN EL COLUMPIO

REUNIÓN DE AMIGAS

DESCANSO EN LA HIERBA

DESNUDO I

DESNUDO II

DESNUDO III

DESNUDOS, MUJERES JUGANDO AL CORRO

DESNUDOS EN EL JARDÍN
El 21 de junio de 1924 falleció en Cagnes-sur-Mer. Luego, el Museo de Arte Moderno deBilbaorealizó la primera exposiciónretrospectivade Iturrino tras su muerte.
En su obra se dejó influenciar por el impresionismo, y por los pintores Van Gogh, Cézanne o Gauguin. Y en ella se percibe señales del fauvismo francés, con el que mostró gran dominio del color y de la luz.
En su arte abundan los retratos, los desnudos femeninos, solitarios y en grupo, las escenas flamencas .

ANDALUZA

LAS DOS AMIGAS

MUCHACHAS CON FLORES

MUCHACHAS INICIANDO UNA CARRERA

MUJERES CON MANTÓN

Sus mejores obras las realizó a partir de 1904, bajo la influencia de sus amigos Henri Mattise y André Derain; y en esos cuadros representó escenas de burdel, flamenco, mujeres andaluzas con o sin mantones, jardines, galgos, bodegones y retratos. Vale destacar que también fue un buen dibujante y grabador al aguafuerte.
En España su obra se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Santander y en el de Bilbao, en el Museo Zuloaga de Zumaia, en el Centro Nacional de Arte Reina Sofía y en numerosas colecciones privadas, sobre todo de Bilbao y Madrid.

DANSEUSE ANDALOUSE

DOS MUJERES

EN EL PATIO

EL PASEO POR LA PLAZA DE CATALUÑA

FIESTA EN EL CAMPO


LAS DAMAS

MUJER CON MANTILLA BLANCA

MUJER CON MANTILLA

MUJERES EN GRIS
MUJERES


RETRATO DE MUJER I

RETRATO DE MUJER II

RETRATO DE MUJER III


LAS MANOLAS

CONCIERTO MORUNO

HARÉN

SCÉNE ORIENTALE (MAROC)

ODALISCA

LA PERLA NEGRA

BODEGÓN I

BODEGÓN II

TARTÁREAS

<< Acaso la pintura de nuestro amigo –decía una tarde en Niza el
ilustre pintor Matisse– sea algún día la base de una nueva escuela,
que llevará su nombre y que futuras generaciones, cultivándola con
amor, la saquen del abandono en que hoy vive para iluminarla con
los resplandores del mérito y adornarla con los laureles de la gloria.
Renoir ha llegado a la cumbre, y la obra de Iturrino tiene con la de
dicho pintor asombrosa semejanza >>

lunes, 7 de octubre de 2013

LOS CUADROS PERDIDOS DE MATISSE



"La revelación me vino de Oriente"
Frase extraída de una carta escrita por Matisse en 1947



Que Matisse pasara el invierno de 1911 en Sevilla ya no es ninguna leyenda, es un dato más que fiable. Compartiendo habitáculo junto a su esposa Amélie en un hostal de la Plaza Nueva de la capital andaluza,  y estudio con su amigo el pintor cántabro Francisco Iturrino, al cual le unía una gran amistad desde los tiempos que trabajaron juntos en el taller de Gustave Moreau .

Parece ser que todo este interés por lo oriental le vine a Matisse tras asistir a una exposición denominada "La lección de Oriente" en Munich. El maestro curioso y motivado por la indagación del fauvinismo alemán. Surgido en Dresde pocos años antes, de la mano de Kirchner, Nolde y unos cuantos más que no vienen al caso, se topó de repente con el arte oriental.

Y como no; de primera mano como si el mundo fuese entero un museo del Louvre busca el investigar, explorar, beber de esa corriente artística que tanto le influenciaría posteriormente en su obra. 

Matisse se decide por Sevilla como puente de investigación entre París y África, se decide por ella al ser una ciudad de moda, impulsada quizás por ciertos artículos publicados por Juan Ramón Jiménez en la ciudad del Sena, en diarios y noticieros de tiradas célebres entre los círculos de vanguardia. 

El interés por el arte islámico hace que nuestro curioso pintor y hombre de infinitos recursos levante anclas, como tantas veces en su vida, y se decida a descubrir de primera mano el arte andalusí. De aquí partió para la Alhambra, donde pasó varios días en la pensión "Villa Carmona". ¡Vaya parece que todo se me queda en casa!

El caso real que me concierne; es que se cuenta que Matisse tuvo que salir de Sevilla deprisa y corriendo debido a una repentina enfermedad de su esposa Amélie, dejando abandonados cuadros, dibujos y bocetos.

De todo esto nos ofreció testimonio directo el desaparecido recientemente pintor y Catedrático de Dibujo Natural de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla; Don Miguel Pérez Aguilera.

Durante muchos años todo esto no fue más que una mera hipótesis, pues olvidada la corta estancia del ilustre pintor en Sevilla. Tan solo quedó en la capital la figura de Don Miguel, que se mantuvo expectante, reclamando los lienzos perdidos de Matisse. Indagó entre rastrillos, anticuarios, coleccionistas; Aún a sabiendas que podía ser más que probable que hubiesen terminados en la basura. Dado el desconocimiento del valor de las piezas y la carencia de cultura de vanguardia de sociedad sevillana.

Miguel Pérez Aguilera visitaba semanalmente el popular rastrillo del jueves, donde tantas veces se hallan restos históricos y verdaderas obras de arte sin un valor aparente al se le presupone en primera instancia. Recordemos los hallazgos del doctor Carriazo en piezas tartésicas o el recién hallazgo de un Goya, entre restos de lienzos rotos y de dibujos indescifrables.

De lo que realmente ocurriera ya todo es leyenda, pues no quedan testigos directos, tan solo ese hálito invisible que envuelve estas zonas del sur de Europa, tan dadas a dejarse dormitar confundiendo lo fantástico con las realidades. Los lienzos perdidos pasan a formar capitulo de las leyendas sevillanas.




Pero un momento; ¡Ojo! Que de repente aparecen dos bodegones fechados, catalogados y... como que creados en Sevilla; nada más y nada menos que en el museo del Ermitage en San Petersburgo.

Tituladas las obras; Interior I e Interior II, ambas fechadas en 1910-1911 y en Sevilla según el catálogo de Sophie Monneret. Parece ser que ambas obras fueron compradas por el amigo moscovita de Matisse; Sergei Shukin promotor de las vanguardias artísticas en París.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado, datos más que suficiente que avalaban el interés de Don Miguel a la busca y captura de las obras perdidas de Matisse. Que Matisse residiera en Sevilla es un hecho constatado, que se dejará atrás dibujos y obras acabadas pasa a formar parte de la leyenda.