TRADUCE A TU IDIOMA

sábado, 9 de julio de 2011

MIGUEL HERNÁNDEZ.....Poeta español nacido en Orihuela, Alicante, en 1910.


No, no hay cárcel para el hombre.
No podrán atarme, no.
Este mundo de cadenas
me es pequeño y exterior.
¿Quién encierra una sonrisa?
¿Quién amuralla una voz?
A lo lejos tú, más sola
que la muerte, la una y yo.
A lo lejos tú, sintiendo
en tus brazos mi prisión,
en tus brazos donde late
la libertad de los dos.
Libre soy. Siénteme libre.
Sólo por amor.






Amar ... Pero, ¿quién ama? Volar ... Pero, ¿quién vuela?
Conquistaré el azul ávido de plumaje,
pero el amor, abajo siempre, se desconsuela
de no encontrar las alas que da cierto coraje.



Un ser ardiente, claro de deseos, alado,
quiso ascender, tener la libertad por nido.
Quiso olvidar que el hombre se aleja encadenado.
Donde faltaban plumas puso valor y olvido.



Menos tu vientre
todo es confuso.
Menos tu vientre
todo es futuro
fugaz, pasado
baldío, turbio.
Menos tu vientre
todo es oculto,
menos tu vientre
todo inseguro,
todo es postrero
polvo sin mundo.
Menos tu vientre
todo es oscuro,
menos tu vientre
claro y profundo.



ÓLEO PINTADO POR MIGUEL HERNÁNDEZ
Aunque tú no estás, mis ojos
de ti, de todo, están llenos.
No has nacido sólo a un alba,
sólo a un ocaso no he muerto.
El mundo lleno de ti
y nutrido el cementerio
de mí, por todas las cosas,
de los dos, por todo el pueblo.
En las calles voy dejando
algo que voy recogiendo:
pedazos de vida mía
perdidos desde muy lejos.


...FACUNDO CABRAL, UNA GRAN PERDIDA PARA TODOS

FACUNDO CABRAL.....
"Nacemos para vivir, por eso el capital más importante 


que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso 


por este planeta que es una pésima idea no gozar cada 


paso y cada instante, con el favor de una mente que no 


tiene limites y un corazón que puede amar mucho más 


de lo que suponemos". FACUNDO CABRAL ... ♥♥

Pensamientos del maestro Facundo Cabral....mi pequeño homenaje para un hombre de paz y que siempre cantaba a la libertad y a la solidaridad entre todos..

GEORGE ORWELL, UN ESCRITOR COMPROMETIDO

Se avergonzaba de su familia de clase media. No se sentía cómodo con su educación privilegiada en Eton, la escuela más elitista del Reino Unido. Siendo socialista, pronto se desengañó del estalinismo que dominó la izquierda europea de entreguerras. Y ni siquiera se sentía a gusto con su verdadero nombre.

George Orwell, o, mejor dicho, Eric Arthur Blair, nació en India en 1903. Su padre, Richard, era funcionario en el Ministerio del Opio, una gran maquinaria legal que controlaba el comercio de esta droga. Orwell sólo tenía un año cuando su madre regresó con él a Inglaterra. El cabeza de familia permaneció en India hasta 1912. Padre e hijo sólo se vieron una vez durante casi un decenio y jamás llegaron a conocerse a fondo.





A los ocho años ingresó en el internado de pago Saint Cyprian, que más tarde describió como una institución aterradora y autoritaria en la que recibió malos tratos. Ya en la adolescencia, su alto rendimiento escolar le abrió las puertas de Eton, donde disfrutó de un ambiente tolerante que animaba a los alumnos a pensar por sí mismos. Fue una lección que el joven aprovechó hasta el punto de seguir un camino radicalmente distinto al esperado. Pudo solicitar una beca en Cambridge, pero prefirió ingresar en la policía colonial birmana. Fue la primera de un sinfín de ocasiones en que escogió la opción más arriesgada. En Birmania se llevó la primera desilusión. El Oriente exótico de las leyendas resultó ser un nido de corrupción, disturbios nacionalistas y represiones brutales. Su salud, ya frágil debido a lesiones pulmonares que arrastraba desde niño, se resintió, y también su ánimo. En 1927 regresó a Europa decidido a ser escritor.




Durante cuatro años vivió voluntariamente en la miseria, primero en la capital británica y luego en la francesa. Esta experiencia le sirvió de material para su primer libro, Sin blanca en París y Londres. No volvería a vagabundear, pero conservó para siempre unos hábitos austeros. Tras su boda con Eileen O'Shaughnessy en 1936, alquiló una destartalada casita en el campo, primera de una serie de viviendas carentes de las comodidades más elementales.

Eileen fue la mujer que mejor comprendió a este hombre vehemente y reservado. Lo siguió a España, en plena guerra civil, donde Orwell combatía como voluntario del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) en el frente de Aragón. Durante el verano de 1937, mientras se recuperaba en Barcelona de un balazo en la garganta, descubrió que el fascismo no era su único enemigo. El Partido Comunista declaró ilegal el POUM. Muchos de sus dirigentes fueron arrestados y asesinados. George y Eileen tuvieron que huir.





La decepción tiñó de pesimismo las obras posteriores de Orwell, pero no destruyó su idealismo por completo. En la segunda guerra mundial su incipiente tuberculosis le impidió alistarse en el ejército, pero cuando las primeras bombas provocaron la huida al campo de miles de londinenses, Eileen y él, siempre a contracorriente, se trasladaron a la capital. Ella trabajó en el Ministerio de Información y él, con el fin de ser útil a Inglaterra, dirigió programas radiofónicos de propaganda en la BBC contra el régimen nazi, de 1941 a 1943. La sordidez de la guerra, la escasez de alimentos y el desengaño por la propaganda del gobierno, que llegó a considerar una forma de manipulación informativa, configuraron con los años la atmósfera asfixiante de su última novela, 1984.




Eileen no llegó a celebrar el primer éxito editorial de Orwell, Rebelión en la granja. Murió en 1945 mientras él ejercía de corresponsal en Colonia (Alemania). Orwell volvió para hacerse cargo del hijo que acababan de adoptar y se desterró a Jura, una inhóspita isla escocesa. El frío y la humedad terminaron de arruinar su salud. Pasó sus últimos tres años de sanatorio en sanatorio. Con gran esfuerzo terminó 1984, su genial advertencia contra el totalitarismo. Falleció en 1950, dos meses después de casarse con su segunda esposa y legarle una fortuna que él ni siquiera deseaba tener.


Fuente: La Historia con Mapas



LA HISTORIA DE RONDA....CIUDAD MALAGUEÑA

Situado en una zona muy montañosa, a unos 750 metros sobre el nivel del mar, Ronda es una ciudad de Málaga que vive al borde del precipicio. "El Tajo", un profundo cañón de 100 metros, separa el casco antiguo de lo nuevo unido por tres puentes, cada uno construido en una época histórica diferente: romana, árabe y del siglo XVIII.




Los restos prehistóricos encontrados en las proximidades de la ciudad de Ronda, así como los que aparecen diseminados por toda la serranía de Ronda, indican que fue uno de los lugares idóneos para los pobladores de aquellos tiempos. Los yacimientos más importantes son la Cueva de la Pileta (Benaoján) y los dólmenes de El Chopo y de La Giganta. También quedan huellas del posterior paso por estas tierras de griegos y fenicios; estos últimos se establecieron en la cercana Acinipio, antiguo núcleo de fundación ibera, y de los griegos.




La fundación de la actual ciudad de Ronda vino de manos del romano Escipión, quien edificó un castillo, sede de la Orden Militar Arundensis, cuyo nombre primitivo fue Arunda, y más tarde Laurus (derivado de 'laurel'). A los pies del castillo se construyó el primer asentamiento, que se constituyó en una de las primeras poblaciones que, tras la victoria de César sobre Pompeyo, alcanzaron el título de ciudad, después de lo cual fue elevada a la categoría de Municipio, lo que dio a sus vecinos el derecho de regirse por sus propias leyes. 

Las ruinas que quedan de la ciudad de Ronda en esta época son escasas y se reducen a sillares que forman parte de las murallas, estatuas y otras de poca importancia.




Tras la caída del Imperio, los suevos, mandados por Rechila, se posesionaron de Arunda y Acinipo (Ronda la Vieja, al norte de Arunda). Posteriormente, Atanagildo y los bizantinos tomaron la ciudad, hasta que Leovigildo los expulsó y consiguió con ello la unidad de la Península.
En agosto del año 711, Ronda fue ocupada por el jefe beréber Zaide Ben Kesadi El Sebseki sin resistencia, por lo que fue considerada plaza entregada y no fortaleza conquistada, nombrándose jefes y administradores entre sus habitantes, los cuales sólo debían pagar el tributo llamado capitación. 


Durante la dominación musulmana recibió el nombre de Izn-Rand Onda, 'la ciudad del castillo'. Entre el 766 y 1015 se produjeron toda un serie de luchas intestinas entre los propios musulmanes, hasta que el protegido de Almanzor, Abu Nur Hilal Ben Abi Qurra, entra en la ciudad, declara la ineptitud del califa Hixen III, y transforma a Ronda en reino independiente. Desde este momento hasta la conquista por los Reyes Católicos, estuvo en poder de varias familias musulmanas que conscientes de la importancia de la villa, hicieron de ella su objetivo para poder independizarse.




El 22 de mayo de 1485 los Reyes Católicos entraban en la ciudad; al mismo tiempo, cae bajo su dominio casi la totalidad de la serranía. Ese mismo año se creó el ayuntamiento de Ronda, y se concedieron a la ciudad idénticos privilegios que a Toledo y Sevilla. 

Ronda y su Serranía fue el gran foco del levantamiento mudéjar de 1501 que, más tarde, se extendería a gran parte de la provincia de Málaga. Vencidos los musulmanes, muchos de ellos fueron vendidos como esclavos y otros expulsados a África. A partir de este momento comenzó para la ciudad una etapa de prosperidad que obligaría a extender progresivamente su trazado urbanístico y que se prolongó hasta principios del siglo XVIII.




Con la invasión de las tropas napoleónicas, en 1808, se produjo la destrucción de la alcazaba musulmana.







viernes, 8 de julio de 2011

"LAS CARICIAS" DE MANUEL ALTOLAGUIRRE........UNA BELLEZA

"DOLCE FAR NIENTE" JOHN WILLIAM GODWARD


LAS CARICIAS
¡Qué música del tacto
las caricias contigo!
¡Qué acordes tan profundos!
¡Qué escalas de ternuras,
de durezas, de goces!
Nuestro amor silencioso
y oscuro nos eleva
a las eternas noches
que separan altísimas
los astros más distantes.
¡Qué música del tacto
las caricias contigo!



MANUEL ALTOLAGUIRRE


Poeta español nacido en Málaga en 1905.
Antes de los veinte años fundó su primera revista de poesía en la que aparecían colaboraciones
de poetas muy reconocidos, además de las de algunos compañeros de su generación.
Viajó posteriormente a Francia e Inglaterra y allí fundó su propia imprenta, regresando a España
donde militó en las filas de la  República durante la guerra civil. En 1939 abandonó a España definitivamente
y fijó su residencia en México dedicándose al final de su carrera a la dirección cinematográfica.
En 1959 durante una visita a España, falleció en un accidente automovilístico en la ciudad de Burgos.
Entre sus obras más reconocidas, se encuentran: «Soledades juntas», «Vida poética» y «Poema del agua»

ENCONTRÉ ESTE POEMA Y ESTE CUADRO Y ME ACORDÉ DE MI MESA VERDE DE LA COCINA

ANTONIO ALCÁNTARA
La mesa verde

El sol como un gran animal demasiado amarillo. Es una suerte que nadie me
ayude. Nada más peligroso, cuando se necesita ayuda, que recibir ayuda.

Pero a mi noche no la mata ningún sol.

¿Tendré tiempo para hacerme una máscara cuando emerja de la sombra?

Me pruebo en el lenguaje en que compruebo el peso de mis muertos.

El mar esconde sus muertos. Porque lo de abajo tiene que quedar abajo.



ALEJANDRA PIZARNIK

"LOS CAUDILLOS" ... EL FACTOR RIESGO ES SER MUJER.

VIÑETA DE KALVELLIDO

Es triste descubrir lo que sucede a veces intramuros.

Hay demasiados hogares gobernados por caudillos.

Seres déspotas ordenan la realidad de muchas familias alrededor del golpe, el insulto, la humillación, el sometimiento ruin, el amor puesto de rodillas.
Y nada altera su cotidianidad de puertas pa fuera.


VIÑETA DE KALVELLIDO

Los tenemos cerca, viscosos, bestiales, con su aliento oliendo a mierda.

Y parece como si hubiera más y más, y parece como si a cada paso, con cada latido, la muerte se aferrara con más ganas a nuestra existencia.

Como si recibiéramos por todos los lados el mensaje intraducible de la violencia.

VIÑETA DE KALVELLIDO, EL AMOR NO ES UNA CÁRCEL

Lo cierto es que todo esto duele.

Duele porque caminamos para atrás, porque no avanzamos en humanidad, porque sigue anocheciendo y si miramos bien, alguna mujer conocida, algún niño silencioso mastica miedo en su propia casa.

Duele que no hayamos podido en tantos siglos exterminar a los verdugos que decapitan vidas y se quedan tan tranquilos sin una migaja de culpa en sus venas podridas.

Silvia Delgado

FUENTE: 

VIÑETA DE KALVELLIDO

"ORTEGA Y GASSET - EL AMOR Y LA HISTORIA"


JOSÉ ORTEGA Y GASSET

(...) Cuando fracasa en el amor la gente cree que se ha equivocado, pero la equivocación no existe en el amor, la persona elegida siempre es lo que pareció ser en un principio pero que no se quiso ver, y luego se sufren las consecuencias de ese modo de ser.
Porque cuando vemos a un ser humano vemos la totalidad, vemos un cuerpo y percibimos psicológicamente un alma.
Las personas no pueden evitar revelar su condición íntima, tal vez no se pueda emitir un concepto sobre esta condición pero se la puede ver y ésta también es una forma de saber.
Ese saber visual nos sirve para poder diferenciar lo que vemos y apreciar los matices, especialmente en la percepción del amor, porque cuando una persona se enamora de un físico también se enamora del modo de ser de ese físico.
La mujer sin embargo se entusiasma menos eróticamente con la belleza masculina ya que es menos frecuente que disocie entre el placer sexual y el afecto o entusiasmo que siente.
El amor modela el destino individual porque ejerce una notable influencia en el curso de la vida.
La influencia de la mujer sobre el hombre es invisible y actúa como la atmósfera en las plantas, imprimiendo su alma con su forma peculiar de ver el mundo.
Si extrapolamos la idea de que el amor es una elección profunda al ámbito de una generación completa, tendremos como resultado cierta forma media de preferencia amorosa.
Cada generación parece preferir un tipo general de varón y otro tipo general de mujer, pudiéndose inferir que en cada época se casan más mujeres de cierto tipo y no tanto de otros.
Ese tipo de mujer se va modelando a través de la historia a fuerza de coincidir en elegirlo la mayoría de los hombres.
Un cambio mínimo en la mujer preferida por los hombres en una determinada generación puede modificar la historia durante los próximos treinta años, aunque éste no sea el único factor que cambie la historia.
En el hogar domina el clima que la mujer impone y lo que ella es; y aunque el hombre se empeñe en mandar, su intervención en la casa no es central, ni permanente. El ambiente doméstico viene de la madre y es el que reciben los hijos.
Lo decisivo en la historia de un pueblo es el hombre medio; los grandes hombres, las figuras excelsas sólo influyen históricamente en la medida que su ejemplo es absorbido por el hombre medio. La historia pues, parece ser el reino de lo mediocre.
Los genios tropiezan con la fuerza ilimitada de lo vulgar; y el mundo parece estar hecho para que el hombre medio reine. Por esta razón es importante elevar ese nivel medio lo más posible; porque lo que hace grande a un pueblo no son sus genios sino la altura de sus innumerables mediocres.
Sin embargo, para que los hombres medios eleven su altura necesitan ser influenciados por los genios; porque esa influencia es la que rompe la inercia de la muchedumbre; pero cuando la masa es indócil no se perfecciona.
Los historiadores se ocupan de lo extraordinario, pero la realidad histórica es lo cotidiano, el océano de mediocridad que hace desaparecer todo lo sobresaliente.
Si gobierna lo cotidiano, el factor de primer orden es la mujer, cuya alma es extremadamente cotidiana, ya que el hombre tiende a la aventura y al cambio y es la mujer la que crea los oficios, el trabajo, la primera agricultura, la recolección y el arte de la cerámica.
La tendencia sentimental de la generación anterior y de la actual, ha dependido y depende en gran medida de las instituciones políticas.
Si comparamos la selección sexual de cada generación con la teoría de la selección natural de Darwin, tanto el hombre como la mujer no han colaborado nunca con la perfección de la especie, porque eligen siempre los ejemplares que están más lejos de la perfección, ya que la genialidad parece ser lo que menos les interesa (...)
Fuente: Ortega y Gasset, Vida, pensamiento y Obra, Colección Grandes pensadores, Ed. Planeta DeAgostini, 2007.

JOSÉ ORTEGA Y GASSET, ÓLEO DE ZULOAGA

(Madrid, 1883 - 1955) Filósofo y ensayista español. Su pensamiento, plasmado en numerosos ensayos, ejerció una gran influencia en varias generaciones de intelectuales.
Hijo del periodista José Ortega Munilla, hizo sus estudios secundarios en el colegio de Miraflores del Palo (Málaga) y los universitarios en Deusto y Madrid, en cuya universidad se doctoró en Filosofía y Letras con una tesis sobre Los terrores del año mil (1904), subtitulada Crítica de una leyenda. Entre 1905 y 1908 completó sus estudios en Leipzig, Berlín y Marburgo, donde asistió a los cursos del neokantiano Hermann Cohen.
Fue catedrático de Metafísica (su titular anterior había sido Nicolás Salmerón) de la Universidad de Madrid entre 1910 y 1936. En 1916 fue designado académico de la de Ciencias Morales y Políticas. Fundó la Revista de Occidente (1923-1936), la publicación intelectual más abierta al pensamiento europeo de nuestro siglo. Aneja a ella ha funcionado una editorial que, así como su salón de tertulias, ha representado la más selecta modernidad intelectual de su época.
Elegido diputado al proclamarse la república, fundó con Marañón y Pérez de Ayala la Agrupación al Servicio de la República. A partir de 1936 vivió en Francia, Holanda, Argentina y Portugal. Regresó a España en 1945 y residió (salvo viajes al extranjero, especialmente a Alemania) en Madrid. En 1948 fundó con su discípulo, el prestigioso Julián Marías, el Instituto de Humanidades.
Ortega ocupó un lugar de privilegio en la historia del pensamiento español de las décadas centrales del siglo XX. Maestro de varias promociones de jóvenes intelectuales, no sólo fue un brillante divulgador de ideas sino que elaboró un discurso filosófico de notable originalidad.
Gran parte de su actividad se canalizó a través del periodismo, un mundo que conocía por motivos familiares y se adecuaba perfectamente a la esencia de sus tesis y a sus propósitos de animar la vida cultural del país. Además de colaborar en una extensa nómina de publicaciones, fundó el diario El Sol (1917), la revista España (1915) y la Revista de Occidente (1923).

En sus artículos y ensayos trató temas muy variados y siempre incardinados en la actualidad de su época, tanto de filosofía y política como de arte y literatura. Su obra no constituye una doctrina sistematizada sino un programa abierto del que son buena muestra los ocho volúmenes de El espectador (1916-1935), donde vertió agudos comentarios sobre los asuntos más heterogéneos.
No obstante, como denominador común de su pensamiento puede señalarse el perspectivismo, según el cual las distintas concepciones del mundo dependen del punto de vista y las circunstancias de los individuos, y la razón vital, intento de superación de la razón pura y la razón práctica de idealistas y racionalistas. Para Ortega, la verdad surge de la yuxtaposición de visiones parciales, en la que es fundamental el constante diálogo entre el hombre y la vida que se manifiesta a su alrededor, especialmente en el universo de las artes.

SUS FRASES: 

"Los hombres más capaces de pensar sobre el amor son los que menos lo han vivido; y los que lo han vivido suelen ser incapaces de meditar sobre él"

"La civilización no dura porque a los hombres sólo les interesan los resultados de la misma: los anestésicos, los automóviles, la radio. Pero nada de lo que da la civilización es el fruto natural de un árbol endémico. Todo es resultado de un esfuerzo. Sólo se aguanta una civilización si muchos aportan su colaboración al esfuerzo. Si todos prefieren gozar el fruto, la civilización se hunde"

"Ser de la izquierda es, como ser de la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral"

"He reducido el mundo a mi jardín y ahora veo la intensidad de todo lo que existe"

"Quien en nombre de la libertad renuncia a ser el que tiene que ser, ya se ha matado en vida: es un suicida en pie. Su existencia consistirá en una perpetua fuga de la única realidad que podía ser"