Google Translate

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German Spain cartas de presentación Italian xo Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

viernes, 9 de mayo de 2014

LA SALA NÚMERO 6 - CUENTO DE ANTÓN CHÉJOV

Los hipócritas pretenden ser palomas, políticos, literarios, águilas. Pero no se deje engañar por su apariencia, no son águilas, son ratas.


"¿Por qué no ha de ser el hombre inmortal? -se pregunta-. ¿Para que sirve entonces el cerebro con su admirable mecanismo, para qué la vista, el don de la palabra, los sentimientos, el genio, si todo ha de estar predestinado a mezclarse con la tierra y dar vueltas después durante millones de años y sin ningún objeto preciso, alrededor del sol? 

Para eso no valía la pena sacar al hombre de la nada (al hombre con su espíritu elevado y casi divino) si después se lo había de transformar, como en burla, en miserable puñado de tierra. 

Por miedo a la muerte muchos buscan un sustitutivo de la de la inmortalidad y se consuelan pensando que su cuerpo se perpetuará en una planta, en una roca, y hasta una rana: ¡triste consuelo, que equivale a decirle a la caja de un violón roto que le espera un porvenir envidiable!"

- ¿Y por qué me tiene usted aquí metido?

- Porque está usted enfermo.

- Bien, admitámoslo. Pero hay cientos y miles de locos que se pasean con toda libertad, por la sencilla razón de que es usted demasiado ignorante para acertar a distinguirlos de los cuerdos. ¿Por qué, pues, sólo a mí y a estos desdichados han de tenernos aquí en calidad de chivos expiatorios? Usted, su enfermero, su administrador, y toda esa canalla, todos ustedes son, desde el punto de vista moral, infinitamente inferiores a nosotros, y sin embargo somos nosotros y no ustedes los condenados al encierro perpetuo. ¿Es lógico esto?

- Nada tienen que hacer aquí la moral ni la lógica. Es el azar el que decide. El que ha sido encerrado aquí, aquí se queda, y los otros siguen en libertad. El hecho de que el médico sea yo y el enfermo usted nada tiene que ver con la moral ni la lógica: no es mas que un azar .

- En ese porvenir que tanto le entusiasma a usted no habrá manicomios ni prisiones, ni rejas ni cadenas; en suma, como usted dice, triunfará la verdad. Pero las leyes de la naturaleza seguirán su camino invariable y las cosas no cambiarán en el fondo. Los hombres padecerán enfermedades, se envejecerán y pararán, lo mismo que hoy, en la muerte. La aurora que alumbra la vida podrá ser muy hermosa; pero eso no impedirá que se meta a los hombres en la caja y la caja se meta en la fosa .

Soy un organismo vivo, y como tal reacciono necesariamente ante toda irritación exterior. Reacciono y no puedo menos de hacerlo. Cuando me hacen mal grito y lloro; ante una cobardía me sublevo; ante una mala acción siento asco. Esto es lo que llamamos la vida, según mi entender. A organismo menos perfeccionado, reacción menor. Y al contrario, los organismos superiores son más accesibles a los sentimientos de dolor, de alegría, etc., y reaccionan más enérgicamente a todo lo que pasa en el exterior. Me parece que esta es una verdad elemental. Para despreciar el sufrimiento, estar siempre contento y no asombrarse de nada hay que haber caído muy abajo, haber llegado a un estado de brutalidad como el de ese, por ejemplo.

Los sufrimientos, como los gozos, son pasajeros; no se hable más de ellos. Lo esencial es que usted y yo ambos somos seres pensantes, y eso es lo que nos une y hace solidarios , a pesar de la divergencia de nuestras opiniones. ¡Si supiera usted, querido amigo, hasta que punto estoy harto de la locura general, de la maldad, de la estupidez de la gente que me rodea, y que alivio experimento hablando con usted!"


Antón Pávlovich Chéjov, (fragmento del cuento La sala nº 6). 



Hijo de un comerciante que había nacido siervo, Chéjov vio la luz el 29 de enero de 1860 en Taganrog (Ucrania) y estudió Medicina en la Universidad Estatal de Moscú. 

Cuando aún no había terminado sus estudios universitarios, ya comenzaba a publicar relatos y algunas descripciones humorísticas en revistas. Su fama rápida como escritor y su delicada salud (padeció de tuberculosis, enfermedad incurable en esos tiempos, que finalmente lo llevó a la tumba a los 44 años), hicieron que ejerciera muy poco su profesión de médico. 

Durante su vida inició campañas contra el hambre y el abandono social. Creó escuelas y centros agrícolas en los que se acogieron niños de escasos recursos a los cuales quizo inculcar ideales de formación y proporcionarles alimentación y vivienda.

Murió de tuberculosis en el balneario alemán de Badweiler la madrugada del 15 de julio de 1904.


Descarga de todos sus cuentos:



domingo, 4 de mayo de 2014

JAMES PRADIER - ESCULTURAS NEOCLÁSICAS PERO CON AROMAS DE MODERNIDAD

Jean-Jacques Pradier, conocido por James Pradier, es un escultor y un pintor del siglo XIX, nacido en Ginebra (Suiza) en 1790 y fallecido en Bougival (Francia) 4 de junio de 1852.


Los motivos de su preferencia son los mitológicos y resaltar que el tratamiento formal de sus personajes está dotado de un cierto matiz moderno (visible en los peinados femeninos y en ciertas actitudes y poses). 

En cuanto al tratamiento del cuerpo femenino oscila entre las líneas más voluptuosas y los volúmenes más estilizados, destilando sus figuras un extraño aroma a modernidad. Esos cuerpos, muchas veces, son cuerpos más de modelos novecentistas que de mujeres clásicas. 

Cuerpos modernos en personajes clásicos; rasgos cotidianos relacionados con el contemporáneo siglo XIX para representar escenas y episodios mitológicos, esa fue su gran contribución y su gran apuesta. 



El Eterno femenino. El erotismo 


Aparte de los encargos civiles y privados, hay que destacar su aportación al cuerpo femenino, al erotismo. Aquí se hayan sus obras más representativas y famosas: Las Tres Gracias, Nyssia, La Poesía Ligera, Psyché, El Sátiro y la Bacchante, La Odalisca, La Toilette de Atalanta o Safo: 





Las tres gracias

Las tres gracias, detalle

Las tres gracias

Odalisca

Odalisca

Odalisca
La Toilette de Atalanta

La Toilette de Atalanta, detalle

La Toilette de Atalanta

El Sátiro y la Bacchante

El Sátiro y la Bacchante

El Sátiro y la Bacchante

Nyssia

Nyssia

La Poesía Ligera

La Poesía Ligera

Safo, 1852, París, Museo de Orsay

Safo, 1852, París, Museo de Orsay

La Bacchante acostada


A mediados del siglo XVIII el estilo neoclásico destruyó las extravagantes formas a las que había llegado el Rococó, restaurando la sencillez de las formas antiguas, tanto en las masas arquitectónicas como en la decoración. 

Los teóricos del arte de este período definieron las nuevas tendencias neoclásicas afirmando que la belleza ideal no existe en la naturaleza, sino que corresponde al hombre crearla con la fuerza de su espíritu artístico. 


Espero hayan disfrutado tanto como yo. 



Fuentes:






jueves, 1 de mayo de 2014

UN COBARDE SILENCIO - EL ELEMENTO HUMANO QUE TODO LO REDIME

Tal como si fuese hoy:
Un cobarde silencio
hambre para todos
abramos espacios para la reflexión
y para la memoria de lo cotidiano.






¡Qué barullo en la herida!

¡Qué suerte si esto que siento fuera sed
y se me quitara bebiendo un vaso de agua!

Es entonces cuando llueve tristeza
para ahogar en mi boca
la palabra imposible.

Intento gritar,
y sólo consigo un cobarde silencio.


Gloria Fuertes





HAMBRE

Tened presente el hambre: recordad su pasado
turbio de capataces que pagaban en plomo.
Aquel jornal al precio de la sangre cobrado,
con yugos en el alma, con golpes en el lomo.

Los años de abundancia, la saciedad, la hartura
eran sólo de aquellos que se llamaban amos.
Para que venga el pan justo a la dentadura
del hambre de los pobres aquí estoy, aquí estamos.

Nosotros no podemos ser ellos, los de enfrente,
los que entienden la vida por un botín sangriento:
como los tiburones, voracidad y diente,
panteras deseosas de un mundo siempre hambriento.


Miguel Hernández




SILENCIO

Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo.


Federico García Lorca







Todas las fotografías son de Kati Horna.



Kati Horna fotografiada por Robert Capa


Con la caída de la Segunda República ante las fuerzas franquistas, Kati y José Horna, militantes de la facción anarquista republicana durante la Guerra Civil Española, enfrentaron, al igual que miles de sus correligionarios, la amenaza real de perder su libertad e incluso sus vidas.

La mirada de Horna capta ese elemento humano que redime todo a pesar de lo trágico.






http://elrincondemisdesvarios.blogspot.com.es/2012/04/kati-horna-fotografa-el-compromiso-de.html