"Un lento silencio
viene desde lejos y lentamente
me penetra.
Cuando me habite
del todo,
cuando callen
las otras voces
cuando yo sea sólo
una isla silenciosa
tal vez escuche
la palabra esperada.."
Alaíde Foppa (Barcelona, España, 3 dic, 1914 - Guatemala, 19 dic, 1980).
Poeta, periodista, narradora, ensayista, crítica literaria y de artes plásticas.
En 1980 viajó a Guatemala para aclarar la muerte de sus hijos (que fueron guerrilleros) y renovar su pasaporte Guatemalteco vencido.
Dicen que hacía frío esa mañana del 19 de diciembre de 1980 en que fue secuestrada por la G2 -sección de inteligencia del ejército de Guatemala- a plena luz del sol en la 9ª avenida de la Ciudad de Guatemala, desapareciendo sin dejar rastro. Dicen que murió al tercer día. Torturada. Tenía 67 años. Su cuerpo no apareció en las fosas comunes; su figura elegante, esbelta, inquieta nunca fue huesos queridos para que sus hijos acaricien y entierren bajo alguno de los árboles que tanto le gustaban.
Se culpó al gobierno del general Fernando Romeo Lucas García de la desaparición y más tarde de su asesinato. Organismos internacionales y grupos de intelectuales de Francia, Estados Unidos y México exigieron que fuera regresada con vida, sin tener éxito en sus demandas. Muchos años después, su hijo mayor, Julio, quien vive en México, condujo una campaña, también de corte internacional, para tratar de encontrar sus restos y a los culpables de su muerte. Sin éxito.
Alaíde fue activista de la solidaridad con el Frente Sandinista de Liberación Nacional, de Nicaragua, e integrante del Frente Democrático contra la Represión, de Guatemala.
La poseía guatemalteca es una de las mejores de América Latina y también una de las más desconocidas. La situación política de Guatemala, donde en 1954 un golpe de Estado propiciado por la CIA y el gobierno de los EEUU pondría fin a la revolución democrática iniciada por los presidentes Juan Jozé Arévalo y Jacobo Arbenz e instauraría una serie de sangrientas dictaduras militares que se prolongarían hasta finales de siglo. La población guatemalteca se vio sumergida en un túnel de represión y pobreza extrema que hoy, arropadas por gobiernos civiles, connivencias internacionales e intereses neoliberales, aún colean.
La presencia constante en toda la poesía de ese período de una serie de temas (la denuncia, la rebelión, la esperanza de futuro, el dolor, la soledad, a veces el miedo o la muerte) que definen una época y una manera de estar en el mundo.
La opción política y valiente de Alaíde Foppa, profundamente comprometida con la lucha del pueblo guatemalteco, por su liberación y su dignidad, que unió su vida y su producción literaria a los avatares y el destino, demasiadas veces trágico, de su pueblo y sus gentes.
Alaíde Foppa fue uno de esos seres destinados a dar alegría y felicidad. Quienes la conocieron saben que estuvo llena de lucidez, de firmeza y deseo de ser para los otros. Un cuarto de siglo en México lo vivió dedicada a servir en campos diversos de la inteligencia. Su viva memoria ha estado presente en el mundo, como símbolo de lucha guatemalteca por la soberanía, la libertad y la justicia social.
Su compañero murió atropellado en un "accidente sospechoso" en la Cd. de Mexico.
A continuación, dejo fragmentos de poemas suyos, escogidos porque me parecen los más bellos y solidarios, contundentes y tiernos.
"Un ser que aún no
Acaba de ser,
No la remota rosa
angelical,
que los poetas cantaron.
No la maldita bruja que
los inquisidores quemaron.
No la temida y deseada
prostituta.
No la madre bendita
no la marchita y burlada
solterona.
No la obligada ser buena
no la obligada a ser mala.
No la que vive
porque la dejan vivir
no la que debe siempre
decir que si.
Un ser que trata
de saber quien es
y que empieza a existir..". (La mujer)
***
"Dicen que es del tamaño
de mi puño cerrado.
Pequeño, entonces,
pero basta
para poner en marcha
todo ésto.
Es un obrero
que trabaja bien
aunque anhele el descanso,
y es un prisionero
que espera vagamente
escaparse.." (El corazón)
***
"No sé de dónde viene
el viento que me lleva,
el suspiro que me consuela,
el aire que acompasadamente
mueve mi pecho
y alienta
mi invisible vuelo.
Yo soy apenas
la planta que se estremece
por la brisa,
el sumiso instrumento,
la grácil flauta
que resuena
por un soplo de viento.."
***
el viento que me lleva,
el suspiro que me consuela,
el aire que acompasadamente
mueve mi pecho
y alienta
mi invisible vuelo.
Yo soy apenas
la planta que se estremece
por la brisa,
el sumiso instrumento,
la grácil flauta
que resuena
por un soplo de viento.."
***
"Ella se siente a veces
como cosa olvidada
en el rincón oscuro de la casa
como fruto devorado adentro
por los pájaros rapaces,
como sombra sin rostro y sin peso.
Su presencia es apenas
vibración leve
en el aire inmóvil.
Siente que la traspasan las miradas
y que se vuelve niebla
entre los torpes brazos
que intentan circundarla.
Quisiera ser siquiera
una naranja jugosa
en la mano de un niño
-no corteza vacía-
una imagen que brilla en el espejo
-no sombra que se esfuma-
y una voz clara
-no pesado silencio-
alguna vez escuchada.."
***
¿para qué?
El tiempo
no lo mide el sol
ni se lo lleva el viento.
Mira cómo lo gastan
tus manos
sin darse cuenta.."