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domingo, 13 de noviembre de 2011

BETTINA RHEIMS (1952, PARÍS)


Bettina Rheims es una artista y fotógrafa francesa (nacida el 18 de diciembre de 1952, en Neuilly-sur-Seine, Hauts-de-Seine) que realiza principalmente desnudos, de contenido muchas veces erótico y que está reconocida como uno de los mejores fotógrafos actuales.




“Sin importarle el punto de vista bajo el que se miran sus imágenes, Bettina Rheims no tiene en cuenta en sus trabajos esos tabúes que nuestras sociedades occidentales parecen levantar cada vez en mayor medida: por ejemplo, androginia, identidad sexual o exhibicionismo. Cuenta con una técnica extraordinaria y recuerda en cierto modo a las fotos de Robert Mapplethorpe o Newton, cuyo sentido más profundo ha sabido captar, como resulta evidente. En sus trabajos no hace ninguna concesión. Además, sondea las fronteras de lo kitsch e indaga en nuestro concepto de lo vulgar. Este trabajo apasionado y polémico de una mujer contiene una agradable porción de serena provocación. Los trabajos de Bettina Rheims son y seguirán siendo desconcertantes, lo cual no debería ser el menor de sus méritos”.



















Bettina Rheims, 2006


FUENTES:


Bettina Rheims en denoirmont 


JOSÉ E PILAR. CONVERSAS INÉDITAS



Desde Lisboa, Pilar del Río, trajo el libro"José y Pilar" para poner en marcha próximamente en Portugal por la editorial Quetzal, con diálogos y entrevistas nuevas no incluidas en la película del mismo nombre, dirigida por Miguel Gonçalves Mendes, la nominación de candidatos portugués para el Oscar a la mejor película extranjera.


Algunas de las conversas inmensas entre ellos:



"O mau seria estar morto e ter a consciência de estar morto, isso seria um castigo, agora se não existe, não existe, simplesmente não tem consciência de que não existe. A não existência não pode ser consciente da existência".
José Saramago
In José e Pilar. Conversas inéditas, Pág. 189



"Me parece absolutamente horroroso ese uso patriotero de símbolos que, al final, no significan nada. Que no son nada más que un logotipo, o sea, cada vez que miro a la gente exaltada y emocionada con logotipos me parece ridículo o patético! Esa es mi formación sentimental y en eso milito".
Pilar del Río

"O meu caminho foi sempre mais ou menos em linha reta, ou pelo menos sem perder o sentido da linha reta a que me havia obrigado por razões de ordem ética, de ordem política, de ordem ideológica".
José Saramago
In José e Pilar. Conversas inéditas, Pág. 43




"Y yo, desde entonces, siempre digo que la cocina… que el olor a tomillo es el olor de la vida, y que si el mundo oliera a tomillo a lo mejor estábamos en otra situación".
Pilar del Río
In José e Pilar. Conversas inéditas, Pág. 50




"Não, a imortalidade não existe, homem! É um disparate pensar que uma obra literária é imortal, ou que pelo facto de teres escrito uns livros te tornaste de alguma maneira imortal".
José Saramago
In José e Pilar. Conversas inéditas, Pág. 156




"De todos los núcleos además, del de la familia, o sea, del matrimonio, del Estado y de la Iglesia, es el núcleo de los amigos el más libre, en el que entras y sales, en el que das o recibes, que no se te piden cuentas… Yo reivindico mucho la amistad".
Pilar del Río
In José e Pilar. Conversas inéditas, PP. 90-91




"Não tenho, digamos, nenhuma mania de começar às tantas e acabar às tantas, ou de pôr uma gravata azul ou não. Quer dizer, é trabalho, como se em vez de livros fosse qualquer outra coisa. É trabalho. É trabalho bem-feito ou malfeito. Nada mais".
José Saramago
In José e Pilar. Conversas inéditas, Pág. 111




"A veces se crean raíces, pero donde yo esté llevaré siempre unas tijeras para cortar las raíces. Las raíces… cada uno vive en el sitio donde está en ese momento, y las raíces de ese día es el cada día, no estar apegado a los lugares".
Pilar del Río
In José e Pilar. Conversas inéditas, Pág. 129




"A pessoa lê se quer ler… querer impor a leitura, não. Criar condições para que a leitura seja possível e criar condições sobretudo na escola, sim. Se não se começa a aprender a gostar de ler na escola, nunca mais, ou muito dificilmente".
José Saramago
In José e Pilar. Conversas inéditas, Pág. 157




[...] hay demasiada miseria, demasiada tragedia en el mundo, demasiada desesperación como para que nosotros estemos ocupados con nuestras pequeñas cosas.
Pilar del Río
In José e Pilar. Conversas inéditas, Pág. 178



Fuente:

http://cuaderno.josesaramago.org

sábado, 12 de noviembre de 2011

GEORG BASELITZ. La fealdad ha sido mi forma de rebeldia


Creo que si próximamente hay que trabajarse una biografía de artista… esa tendría que ser la de este expresionista alemán. Es uno de los grandes pintores de la segunda mitad del siglo XX, y ni siquiera conocemos su obra escultórica. Suele pintar sus cuadros del revés, violencia y sexo explícito en muchos cuadros y grandes trazos…. ¿Cómo se compone una versión pervertida de eso, que ya es pervertido de por sí? ¿Habría, en este caso, que dulcificar sus obras… para hacer con él algo reprochable?












Georg Baselitz: artista de 71 años. Alemán. Estilo neoexpresionista y posmoderno. Su fama empezó una carrera sin vuelta atrás, cuando la policía alemana le confiscó un cuadro donde un nene se masturbaba. Poseedor del título de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras. Pinturas enormes y litograbados. blancos y negros. Obras en todos los museos del mundo y ha participado en las grandes Bienales y ferias. Más que un premio, un reconocimiento. Sus obras gozan de una alta cotización en el mercado.






Debido al gran tamaño de estas esculturas, Baselitz tuvo que emplear para elaborarlas sierra y hacha: se trata de cabezas, figuras de pie, torsos, piezas antropomorfas, monumentales autorretratos y pedazos de madera cubiertos de tela propios de finales de los noventa.
Entre las más emblemáticas figura Modell für eine Skulptur (1979), que se mostró en 1980 en la Bienal de Venecia y que suscitó gran controversia por evidenciar el rechazo del Baselitz escultor a cualquier estilo definido y su tratamiento crudo o agresivo de los materiales, a los que aplica toques de pintura.








En sus figuras de pie, como en sus pinturas y grabados, se hacen muy presentes los árboles. Resultantes de un cuerpo a cuerpo del artista con el material, vemos en el espesor de sus bloques las marcas de “cantero” de Baselitz; pero esas marcas no son sólo formas, también se refieren al origen del universo y remiten a la escultura africana y oceánica.
Iniciadas en 1989, sus Mujeres de Dresde recuerdan los finales de la II Guerra Mundial y las víctimas de la destrucción de su ciudad en febrero de 1945. Las dos esculturas más recientes que hasta enero podemos ver en París son dos melancólicos autorretratos de atributos agresivos e inusuales y toques en azul.










Vídeo que vale la pena ver..



Espero que lo hayan disfrutado...

HIPOCRESÍA - EL VERDADERO MAL DE ESTE MUNDO





La hipocresía es, constante o esporádicamente, creencias, opiniones, virtudes, sentimientos, cualidades, o estándares que se exigen en las demás personas, y que uno en realidad no tiene o no sigue. La hipocresía en si es un tipo de mentira o pantalla de reputación.

La hipocresía puede venir del deseo de esconder de los demás motivos reales, o sentimientos

La hipocresía no es simplemente la inconsistencia entre aquello que se defiende y aquello que se hace.

Es decir, una persona hipócrita, es aquella que pretende que se vea la grandeza y bondad que construye con apariencias sobre si misma, propagándose como ejemplo y pretendiendo o pidiendo que se actúe de la misma forma, además de que se glorifique su accionar, aunque sus fines y logros están alejados a la realidad.

Para el lingüista y analista social Noam Chomsky, la hipocresía, definida como la negativa a "...aplicar en nosotros mismos los mismos valores que aplicamos en otros", es uno de los males centrales de nuestra sociedad, que promueve injusticias como la guerra y las desigualdades sociales en un marco de autoengaño, que incluye la noción de que la hipocresía por sí misma es una parte necesaria o benéfica del comportamiento humano y la sociedad.

En muchos idiomas un hipócrita es alguien que esconde sus intenciones y verdadera personalidad.




jueves, 10 de noviembre de 2011

VICTOR HEREDIA - DE AMOR Y DE SANGRE - Un regalito de mi amigo Mauricio que me ha emocionado y he querido anclarlo en mi blog para recordar siempre esta inmensidad ...


Yo tocaba apenas con mis dedos
mariposas de un verano
que se hundía en el pasado,
con el sol encaramado
a tus zapatos de tacón.
Vos tirabas cartas de Tarot,
cuanta espada y cuanta desazón....
yo amaba tu risa,
corazón de tiza, manda al cielo una señal
que me indique el sitio donde está
tu corazón.
Que es de amor y sangre esta canción
que esta tarde escribo para vos....


VICTOR HEREDIA, DE AMOR Y SANGRE


DE MIRADAS Y PRESAGIOS.

Rodolfo Barral

En las sendas pensamos cosas puras,
uno al lado del otro, fugitivos,
cogidos de la mano, y pensativos
en medio de las flores más oscuras.

Íbamos solos, como enamorados,
entre la verde noche del sendero,
compartiendo el fugaz fruto hechicero
del astro que aman los enajenados.

Después, muy lejos, en la sombra densa
de aquel íntimo bosque rumoroso,
morimos -¡solos!- sobre el césped blando.

Y arriba, en medio de la luz inmensa,
¡oh, amigo del silencio más hermoso,
nos encontramos otra vez, llorando!

Paul Valéry.


miércoles, 9 de noviembre de 2011

NEFERTITI. LA BELLA HA LLEGADO


Encontré este trabajo sobre Nefertiti que me encantó. Estuve hace ahora dos años en El Cairo y aún siento dentro las emociones encontradas de mi visita al Museo, el olor, la inmensidad y los pelos de punta todo el tiempo ...




La sala está en completa penumbra y, aunque hay bastantes visitantes, en su interior reina el silencio más absoluto. Un único haz de luz enfoca una urna de cristal blindado en la cual se encuentra uno de los más famosos bustos de la escultura femenina de todos los tiempos. Tengo ante mis ojos a la reina Nefertiti, gran esposa real del faraón Akhenaton, el hereje, décimo monarca de la Dinastía XVIII y protagonista del conjunto de hechos y realizaciones artísticas que, agrupados bajo el  nombre de periodo orevolución amarniense, tuvieron lugar en Egipto a mediados del siglo XIV a.C.

Pero ahora toda mi atención, más que en la historia, se concentra en admirar esta obra escultórica. En un primer momento no me siento capaz más que de dar vueltas a su alrededor, tratando de captar su tridimensionalidad. Así que contemplo a la reina desde su espalda y por ambos lados, mientra me recreo en los detalles de la pieza. Minutos después me sitúo frente a ella. Me asombra su elevada corona pintada en azul sobre una banda amarilla que simula el oro. En aquélla, otra estrecha banda horizontal policromada recorre toda la superficie, segmentada en colores azul, rojo, verde y amarillo, mientras sobre la frente se traza un prótomos de uraeus, la cobra protectora del faraón y su esposa, con la que únicamente ellos eran retratados. También van policromados los motivos del collar que adorna su pecho, algunos de los cuales esquematizan hojas de sauce.

Pero lo que me deja sin aliento es el propio retrato de la reina; ese rostro y ese cuello tan especiales. Cualquiera coincidiría conmigo en afirmar que esta figura femenina, pese a sus más de 3.300 años de antigüedad, destaca sobre todo por su modernidad. Tras el cristal que la separa de quienes ahora la miramos embelesados puedo apreciar los hermosos rasgos de una mujer retratada en el mismo instante de su plenitud física: un esbeltísimo cuello en el que el autor se ha detenido en trazar con delicadeza los tendones que enmarcan la garganta y un rostro también alargado y cercano a la perfección, con los pómulos y el mentón bien pronunciados.

Nefertiti muestra unos labios carnosos pintados de carmín, que parecen acusar una levísima sonrisa, mientras su mirada se dirige al infinito desde sus ojos almendrados, enmarcados por unas cejas bien definidas y unas largas pestañas. Ni siquiera el hecho de que falte en la escultura (tal vez desde siempre) la pupila del ojo izquierdo consigue restar profundidad a esa mirada que me resulta hiératica y altiva, por una parte, y un tanto melancólica, por otra. Por lo demás, la justa proporción de la nariz termina por dar verosimilitud al retrato, componiendo una obra en la que se aúnan las características más relevantes de la escultura egipcia tradicional con algunas de las novedades del periodo amarniense, más cercanas a un cierto realismo en la representación. No puede dudarse: esta figura transmite de forma inmediata una sensación de profunda belleza.

















Cuando las emociones dejan paso a la razón, es el momento de recordar que esta obra fue hallada in situ en el taller del escultor real Tutmés, en la misma ciudad de Amarna. Al parecer, el hundimiento del edificio ayudó a conservar la pieza (realizada en piedra caliza con un primer rostro sobre le que se superpuso una capa de revestimiento de yeso para darle la apariencia definitiva) sin causarle más daños que leves deterioros en los laterales y facilitando, a su vez, la conservación de su policromía, que no ha experimentado desde entonces restauración alguna. La escultura, prácticamente de tamaño natural, alcanza los 48 cms. de altura y muestra toda su superficie pintada, empleándose un rojo apagado para representar el color de la piel y un tono más oscuro en los labios, buscando proporcionar a la reina una apariencia de naturalidad únicamente rota con el brusco corte de los hombros.


Una opinión bastante extendida afirma que el hecho de que esta obra se encontrase en el propio taller del escultor regio no se debe a que se encontrase en proceso de elaboración, sino a que debería servir como modelo para otras esculturas de la real  dama, lo que haría innecesario rematar el trabajo  en el ojo izquierdo. Puede ser, pero a mi me cuesta trabajo creer que una obra de esta categoría fuese concebida para quedar relegada a la única contemplación de unos cuantos aprendices de escultor en un taller del antiguo Egipto. Si así fuese, esos hombres tendrían, a diario, la inmensa fortuna de disfrutar admirándola, como ahora hago yo. Salgo por fin de la sala, pero instantes después regreso de nuevo a ella. Hay un magnetismo evidente en esta obra. Cuando finalmente abandono la estancia, vuelvo a contemplarla desde la lejanía. Quizás la propia Nefertiti vio alguna vez este busto que la retrataba. Acabo por imaginar que creería firmemente que con él se hacía honor sobrado a uno de los nombres de la reina: la bella ha llegado

JUAN DIEGO CABALLERO

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