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sábado, 25 de julio de 2020

WALT WHITMAN - MI POETA HERMOSO

"Yo, dondequiera que viva mi vida, quiero hacer frente a las contingencias
Y encarar la noche, las tormentas, el hambre, el ridículo, los accidentes
Y los rechazos como lo hace el animal.."





"Me gusta besar,
Abrazar
Y alcanzar el corazón de todos los hombres con mis brazos.
Me gusta ver entre los árboles el juego de luces y de sombras
cuando la brisa agita las ramas.
Me gusta sentirme solo entre las multitudes de la ciudad,
En las estepas
Y en los flancos de la colina.."



Walt Whitman encarna el espíritu fuerte, emprendedor y agresivo. Un poeta que tiene fe en sí mismo y en sus semejantes. Lo cotidiano constituirá para Whitman una expresión de lo eterno. Todo cabrá en su poesía: el hombre, el cuerpo, el sexo, la religión, los animales, la geografía.

La actitud que predomina en la obra de Whitman es la alegría y la euforia. En esto es totalmente opuesto a Poe; para este último la tristeza y la melancolía son los estados más propicios del alma para escribir un poema.

La obra y vida de Whitman va a chocar frontalmente con la moral burguesa impregnada del puritanismo norteamericano de la época. Su actitud de rebeldía se expresa en sus poemas y le ocasionó más de un problema en su agitada existencia.

Walt Whitman es el poeta de las masas, en ellas veía al hombre y a la mujer corrientes. Tenía confianza en el hombre de la calle, le canta, exalta sus esfuerzos. Es un poeta que cree en la bondad y cree en la democracia. Frente a una poesía melancólica y de escritorio, él opone la poesía de la calle y de la alegría.





Os dejo algunos poemas suyos que me gustan:



Una mujer me espera


Una mujer me espera, ella lo contiene todo,

nada le falta;

mas todo le faltaría, si no existiese el sexo

y si no existiese la vida del hombre necesario.

El sexo lo contiene todo: cuerpos y almas,

ideas, pruebas, purezas, delicadezas, fines,

difusiones,

cantos, mandatos, salud, orgullo, el

misterio de la eternidad, el semen;

todas las esperanzas, bondades, generosidades;

todas las pasiones, amores, bellezas, delicias

de la tierra.

Todos los gobiernos, jueces, dioses, caudillos

de la tierra

existen en el sexo y en todas las facultades

del sexo y en todas sus razones de ser.

Sin duda, el hombre, tal como lo amo,

sabe y confiesa las delicias del suyo.

Así, nada tengo que hacer con mujeres

insensibles;

yo quiero ir con la que me espera, con esas

mujeres que tienen la sangre cálida y

pueden enfrentarse conmigo.

Veo que ellas me comprenden y no se

desvían de su propósito.

Veo que ellas son dignas de mí. De estas

mujeres quiero ser el robusto esposo.

En nada son menos que yo.

Ellas tienen la cara curtida por los soles

radiosos y los vientos que pasan;

su carne tiene la antigua y divina ingravidez

la hermosa y vieja y divina elasticidad.

Ellas saben nadar, remar, montar a caballo,

luchar, cazar, golpear, huir y atacar,

resistir, defenderse.

Ellas son extremadas en su legitimidad,

son tranquilas, límpidas, en perfecta

posesión de sí mismas.

Te atraigo a mí, mujer.

No puedo dejarte pasar, quisiera hacerte un bien.

Yo soy para ti y tú eres para mí, no solamente

por amor a los demás:

en ti duermen los grandes héroes, los

más grandes bardos,

y ellos rehúsan ser despertados por otro

hombre que no sea yo.

Soy yo, mujer, veo mi camino.

Soy austero, áspero, inmenso, inmutable,

Pero yo te amo.

Vamos, no te hiero más de lo necesario;

vierto la esencia que engendrará muchachos y

doncellas dignas de Estados Unidos;

voy con un músculo rudo y atento,

y me enlazo muy eficazmente, y no escucho

ninguna súplica,

y no puedo retirarme antes de haber depositado

lo que está acumulado hace mucho tiempo en mí.

A través de ti, liberto los ríos represados de mi ser

en ti deposito un millar de años anteriores,

sobre ti injerto lo más querido de mí y de América;

las gotas que yo destilo en ti, crecerán en

cálidas y potentes hijas, en artistas de

mañana, en músicos, en bardos;

los hijos que yo engendre en ti; engendrarán a

su vez.

Yo exijo que hombres perfectos y mujeres

perfectas surjan de mis expansiones amorosas.

Espero que ellos se desposen como nosotros nos

unimos en este instante;

cuento con los frutos de sus resplandecientes riegos,

como cuento con los frutos de los riegos centellantes

que doy en esta hora.

Y yo vigilaré las mieses del amor, del nacimiento

de la vida, de la muerte, de la inmortalidad,

que yo siembro en esta hora, tan amorosamente.





Ha poco tiempo que atravesé una ciudad populosa

Ha poco tiempo que atravesé una ciudad populosa,

imprimiendo en mi cerebro, para recordarlas

más tarde, sus curiosidades, arquitecturas,

costumbres, tradiciones.

A pesar de ello, ahora, de toda esta ciudad,

me acuerdo solamente de una mujer que

encontré allí por casualidad y que me retuvo

porque me amaba.

Día tras días y noche tras noche, estábamos

juntos. Todo lo demás ha sido olvidado

hace mucho.

Sólo recuerdo, digo, a esta mujer únicamente,

a esta mujer que se enamoró de mí con pasión.

Aún erramos juntos, nos amamos, aún

nos separamos;

aún me retiene de la mano: "¡No partas!".

La veo muy cerca de mí, con sus labios

oprimidos, temblorosa y desolada.





¡Durante cuanto tiempo nos engañaron!

¡Durante cuanto tiempo nos engañaron!

Trasmutamos ahora,

nos apresuramos a huir

como huye la

naturaleza,

Somos la naturaleza,

durante mucho tiempo estuvimos lejos.

Pero ahora volvemos,

nos convertimos en plantas,

en troncos, en follaje,

raíces y cortezas.

Estamos asentados en la tierra,

somos peñascos,

pastamos,

somos dos en medio de la hacienda bravía,

tan espontáneos como los otros.

Somos dos peces que nadan juntos en el mar,

somos lo que son las flores del algarrobo,

derramamos fragancia

en los caminos de la mañana y de la tarde.

Somos también lo sucio de las bestias,

de las plantas, de los minerales.

Somos dos aves de rapiña,

nos elevamos en el aire y miramos la tierra.


Somos dos soles que deslumbran,

somos nosotros dos los que giramos,

cósmicos y estelares,

somos como dos cometas.

Merodeamos, cuadrúpedos y feroces, por la espesura,

y saltamos sobre la presa.

Somos dos nubes que se desplazan en lo alto

cuando amanece o atardece.

Somos dos mares que se unen,

somos esas olas felices que se revuelcan

y se juntan, mojándose.

Somos lo que es la atmósfera,

transparentes, hospitalarios,

permeables, impermeables.


Somos nieve, lluvia, frío, tinieblas,

somos lo que el planeta engendra y protege.

Hemos descrito círculos hasta volver los dos al hogar,

hemos renunciado a todo,

salvo a la libertad y a nuestra alegría.

viernes, 27 de marzo de 2020

KONSTANTINOS KAVÁFIS - POEMAS ESCOGIDOS

John William Waterhouse, "Ulises y las sirenas", 1891


"Háblame, Musa, de aquel varón de multiforme ingenio que, después de destruir la sacra ciudad de Troya, anduvo peregrinando larguísimo tiempo, vio las poblaciones y conoció las costumbres de muchos hombres y padeció en su ánimo gran número de trabajos en su navegación por el Ponto, en cuanto procuraba salvar su vida y la vuelta de sus compañeros a la patria. Mas ni aun así pudo librarlos, como deseaba, y todos perecieron por sus propias locuras. ¡Insensatos! Comiéronse las vacas de Helios, hijo de Hiperión; el cual no permitió que les llegara el día del regreso. ¡Oh diosa, hija de Zeus!, cuéntanos aunque no sea más que una parte de tales cosas..."  (Inicio de la IlidiaHomero)



Y versión propia del conocidísimo poema de Konstantínos Kaváfis:

ÍTACA

Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Poseidón.

Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Poseidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.

Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías:
madreperlas, coral, ébano, y ámbar,
y perfumes placenteros de mil clases.

Acude a muchas ciudades del Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben.
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.

No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ellas, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.

Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan las Ítacas.

***

Otros poemas escogidos de Kaváfis:



CUANTO PUEDAS


Y si no puedes hacer tu vida como la quieres,
en esto esfuérzate al menos
cuanto puedas: no la envilezcas
en el contacto excesivo con la gente,
en demasiados trajines y conversaciones.
No la envilezcas llevándola,
trayéndola a menudo y exponiéndola
a la torpeza cotidiana
de las compañías y las relaciones,
hasta que llegue a ser pesada como una extraña.

***


UNA NOCHE


El cuarto era pobre y vulgar,
oculto en los altos de una taberna equívoca.
Desde la ventana se veía la calleja,
sucia y estrecha. Desde abajo
llegaban las voces de algunos obreros
que jugaban a las cartas y que se divertían.
Y allí en la cama humilde, ordinaria
poseí el cuerpo del amor, poseí los labios
voluptuosos y rojos de la embriaguez -
rojos de tal embriaguez, que también ahora
cuando escribo, ¡después de tantos años!,
en mi casa solitaria, me embriago nuevamente.

***


VUELVE


Vuelve a menudo y tómame,
amada sensación, vuelve y tómame -
cuando del cuerpo la memoria se despierta,
y un antiguo deseo vuelve a pasar por la sangre;
cuando los labios y la piel recuerdan
y las manos sienten como que tocan otra vez.
Vuelve a menudo y tómame en la noche,
cuando los labios y la piel recuerdan...

***


LAS VENTANAS


En estas oscuras piezas, donde paso
días agobiantes, voy y vuelvo arriba abajo
para hallar las ventanas. -Cuando se abra
una ventana habrá un consuelo- .
Mas las ventanas no están, o no puedo
encontrarlas. Y mejor quizás que no las halle.
Acaso la luz sea un nuevo tormento.
Quién sabe qué cosas nuevas mostrará.

***


VOLUPTAJE


(En voluptuosidad)
Dicha y perfume de mi vida el recuerdo de las horas
en que hallé y tuve la voluptuosidad como la anhelaba.
Dicha y perfume de mi vida, de mi vida en que evité
todo goce de amores rutinarios.

***


RECUERDA, CUERPO


Cuerpo, recuerda no solamente cuánto fuiste amado,
no sólo los lechos en que te acostaste,
sino también aquellos deseos que por ti
brillaban en los ojos manifiestamente,
y temblaban en la voz -y algún
obstáculo casual los hizo vanos.
Ahora que todo ya está en el pasado,
parece casi como si a los deseos
aquellos te hubieses entregado -cómo brillaban,
recuerda, en los ojos que te miraban;
cómo temblaban en la voz, por ti, recuerda, cuerpo.

***


Konstantinos Kaváfis(1863-1933) Poeta griego que desarrolló un estilo individual que pulsó una nueva cuerda lírica no sólo para Grecia, sino para toda Europa. Escribió mucho, pero publicó poco, un total de unos 200 poemas. Murió en Alejandría el 29 de Abril de 1933.







*Entrada que hice en el año 2014 y que actualizo hoy.




domingo, 22 de julio de 2018

WILLIAM WORDSWORTH - 3 POEMAS

“Ni las malas lenguas / ni los juicios bruscos, ni trampas de hombres ruines / ni atenciones fingidas y torcidas, ni todo / el monótono trasiego de los días / podrán prevalecer jamás contra nosotros , ni alterar / nuestra alegre confianza en que el mundo que vemos / abunda en bendiciones…”. W. W.


William Turner y sus paisajes de luz, pintor romántico inglés



Oda a la inmortalidad


Aunque el resplandor que
en otro tiempo fue tan brillante
hoy esté por siempre oculto a mis miradas.

Aunque mis ojos ya no
puedan ver ese puro destello
Que en mi juventud me deslumbraba

Aunque nada pueda hacer
volver la hora del esplendor en la yerba,
de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos
porqué la belleza subsiste siempre en el recuerdo…

En aquella primera
simpatía que habiendo
sido una vez,
habrá de ser por siempre
en los consoladores pensamientos
que brotaron del humano sufriemiento,
y en la fe que mira a través de la
muerte.

Gracias al corazón humano,
por el cual vivimos,
gracias a sus ternuras, a sus
alegrías y a sus temores, la flor más humilde al florecer,
puede inspirarme idéas que, a menudo
se muestran demasiado profundas
para las lágrimas.


(1807)



Ella era un fantasma del deleite


Ella era un fantasma del deleite
cuando por vez primera la vi,
ante mis ojos resplandeciente:
una adorable aparición enviada;
para adornar un instante;
Sus ojos eran como estrellas del creúsculo,
Y del ocaso también sus cabellos oscuros.
Pero todo el resto de ella
provenía de la primavera y su alegre amanecer;
una forma danzante, una imagen radiante
para acosar, sobresaltar y acechar.
La observé más de cerca: un espíritu
¡pero una mujer también!
Leves y etéreos sus movimientos de hogar,
Y su paso era de virginal libertad;
Un semblante en el que se contemplaban
dulces recuerdos, y promesas también;
para cotidiano alimento del ser,
para dolores fugaces, engaños simples,
alabanzas, reproches, amor, besos, lágrimas sonrisas.
Ahora veo con ojos serenos
el mismo pulso de la máquina;
un ser respirando un aire meditado,
una peregrina entre la vida y la muerte,
la razón firme, la templada voluntad,
paciencia, previsión, fuerza y destreza.
Una mujer perfecta,
noblemente planeada para advertir,
para consolar, y ordenar.
Y aún así un espíritu que resplandece
con algo de luz angelical.


(1803)



¿Por qué estás tan silenciosa?



¿Por qué estás silenciosa? ¿Acaso es tu amor
Una planta tan deleznable y pequeña
Que el simple aire de la ausencia lo marchita?
Escucha gemir la voz en mi garganta:

Yo te he servido como a regia infanta.
Soy mendigo que amores solicita,
¡Oh limosna de amor! Piensa
Que sin tu amor mi vida se quebranta.

¡Háblame! No hay tormento peor que la duda:
Si mi amoroso pecho te ha perdido
¿No te conmueve esta triste imagen?

¡No permanezcas a mis ruegos muda!
Que estoy más desolado que en su nido
El ave a la que blanca nieve cubre.



William Turner y sus paisajes de luz, pintor romántico inglés




William Wordsworth (1770- 1850) fue uno de los más importantes poetas románticos ingleses. Junto con Samuel Taylor Coleridge, ayudó al despegue de la época romántica en la literatura inglesa con su publicación conjunta de "Baladas líricas" en 1798. Esta obra influyó indiscutiblemente en el campo literario del siglo XIX.
El carácter innovador de su poesía, ambientada en el sugerente paisaje del Lake District, en el norte de Cumberland, tiene mucho que ver en la elección de los protagonistas, casi siempre personajes humildes. El tema también radica en este ambiente, así pues siempre se sitúa en la vida cotidiana, en el día a día, y por supuesto, el lenguaje, que como corresponde es sencillo y directo.

Escribió 523 sonetos inspirados por su vida y acciones que se tomaban en tal. Su obra más importante fue Ode: Intimations of Immortality, la cual trata de su vida y sus sentimientos. Dedicó su vida a sus tres mujeres: su hermana Dorothy, su esposa Mary y su hija pequeña, Catherine.


"Cuando medito a solas en el hombre, en la naturaleza, en esta vida, veo alzarse ante mí series de imágenes que acompaña un resquicio de delicia pura, sin mezcla de tristeza. Y soy consciente de afectuosos pensamientos y de gratos recuerdos que sosiegan el alma que desea sopesar el bien y el mal en nuestra condición. A estas emociones quisiera dedicar copiosos versos".







"El lenguaje de la poesía no difiere en lo esencial de la buena prosa (...) Debemos distinguir en la creación poética entre fantasía, que ornamenta la superficie de las cosas, e imaginación, que les da un sentido más profundo (...) Es necesario volver nuestros ojos hacia la Naturaleza (...) El poeta es un hombre que habla a los hombres: un hombre, es cierto, dotado de una sensibilidad más viva, de más entusiasmo y ternura, que tiene un conocimiento mayor de la naturaleza humana y un alma más comprensiva (...) La poesía es el desbordamiento espontáneo de sentimientos poderosos; tiene su origen en la emoción rememorada en la tranquilidad ."

William Wordsworth en el prefacio de "Baladas líricas", ( 1800)






martes, 13 de junio de 2017

IDA VITALE - MARAVILLOSA ESCRITORA URUGUAYA

"La palabra infinito es infinita,
la palabra misterio es misteriosa.

Ambas son infinitas, misteriosas.
Sílaba a sílaba intentas convocarlas
sin que una luz anuncie su dominio,
una sombra señale a qué distancia de ellas
está la opacidad en que te mueves.

Van a algún punto del resplandor y anidan,
cuando las dejas libres en el aire,
esperando que un ala inexplicable
te lleve hasta su vuelo.

¿Es más que su sabor el gusto de la vida ? "





Ida Vitale (Montevideo, 1923) Poeta, traductora, ensayista y crítica literaria uruguaya. Considerada integrante de la Generación del 45 con otros escritores uruguayos como Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti, Carlos Maggi o Idea Vilariño.

De familia culta y cosmopolita fue lectora precoz y su descubrimiento de dos poetas uruguayas de entresiglos, Delmira Agustini y, de María Eugenia Vaz Ferreira, la inclinó a la poesía lírica, aunque sus dos grandes referentes fueron José Bergamín, su profesor en Montevideo, y Juan Ramón Jiménez, a quien también conoció en persona. 

Estudió Humanidades en Uruguay y ejerció la profesión docente. Colaboró en el semanario Marcha; entre 1962 y 1964 dirigió la página literaria del diario uruguayo Época. Fue codirectora de la revista Clinamen e integró la dirección de la revista Maldoror.





Se exilió a México en 1974 y, tras conocer a Octavio Paz, este la integró en el comité asesor de la revista Vuelta

Además participó en la fundación del periódico Uno más Uno y continuó dedicada a la enseñanza, impartiendo además un seminario en El Colegio de México. 

Fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad de Uruguay en 2010. Lee y traduce particularmente del francés y del italiano, y entre los autores de sus versiones se cuenta a Simone de Beauvoir, Benjamin Péret, Gaston Bachelard, Jacques Lafaye, Jean Lacouture y Luigi Pirandello.





CONTRA ENGAÑOS

Los guardadores de la nostalgia
rememoran en los días de oro
con la baraja expiatoria
de sangre sepia y claroscuro.
Si la cuenta de puentes canta,
la lluvia del tiempo les llora
y condice con catedrales
anegadas en ciegos vinos.
Mejor, a espaldas las imágenes,
probar el vidrio de los versos
con el rigor del ser a solas.
Y si están muertos de mentiras,
si otra lluvia del tiempo les llora,
penitenciarlos, aunque luego
andemos un campo vacío.


SE ELIGE

Diezmada, desangrada,
cortada en tantas partes
como sueños,
quiero,
no obstante,
ésta y no otra manera
de estar viva;
ésta y no otra manera de morir;
este sobresalto
y no más la habitual
duermevela.
Como una sombra de uno mismo
o como incendiado fósforo violento.
No hay otra alternativa,
ni más signo de identificación.
No otra muerte.
No mayor vida.


CUADRO

Construimos el orden de la mesa,
el follaje de la ilusión,
un festín de luces y sombras,
la apariencia del viaje en la inmovilidad.
Tensamos un blanco campo
para que en él esplendan
las reverberaciones del pensamiento
en torno del ícono naciente.
Luego soltamos nuestros perros,
azuzamos la cacería,
la imagen serenísima, virtual,
cae desgarrada.


SUMAS

Uno más uno, decimos. Y pensamos:
una manzana más una manzana,
un vaso más un vaso,
siempre cosas iguales.

Qué cambio cuando
uno mas uno sea un puritano
más un gamelán,
un jazmín más un árabe,
una monja y un acantilado,
un canto y una máscara,
otra vez una guarnición y una doncella,
la esperanza de alguien
más el sueño de otro.



VÉRTIGO

Varada velocísima en
tu borde,
veraz de veras,
en vilo, en vela
virando hacia,
en ti guarecida,
guarnecida quiero seguir
imaginando cómo se amanece,
capaz de maullar
por las azoteas del frío
o del ardor final,
feliz naciendo
de la diaria muerte.


RESIDUA

Corta la vida o larga, todo
lo que vivimos se reduce
a un gris residuo en la memoria.

De los antiguos viajes quedan
las enigmáticas monedas
que pretenden valores falsos.

De la memoria sólo sube
un vago polvo y un perfume.
¿Acaso sea la poesía?


***




Algunas de sus obras fueron:

La luz de esta memoria (1949)
Palabra dada (1953)
Cada uno en su noche (1960)
Oidor andante (1972)
Jardín de sílice (1980)
Parvo reino (1984)
Sueños de la constancia (1988)
Procura lo imposible (1998)
Reducción del infinito (antología)
Fieles (antología)






Ida Vitale tiene un amor que es su compañero de vida desde hace más de 50 años: Enrique Fierro, también poeta, también uruguayo. 
Se conocieron alrededor de 1970, cuando él era alumno de uno de los grandes intelectuales uruguayos, Ángel Rama, primer esposo de Ida y padre de sus hijos. 
Después, en 1973, Enrique e Ida partieron al exilio en México, huyendo de la dictadura. Él tenía 22 años; ella, 40.






Una belleza de mujer